Abel Acuña, nuestro vecino maipucino, el viernes 15 de noviembre del 2019 sufrió un paro cardiorrespiratorio, en medio de la Plaza Dignidad, que minutos más tarde le costó la vida en la ex Posta Central. Según testigos, y grupos de salud organizados en la zona cero, indican que la acción policial impidió la aplicación de protocolos de la asistencia del SAMU, los cuales son vitales en casos de emergencias como estos.
Ayer, Radio Bío Bío dio a conocer la querella por homicidio contra Carabineros de Chile debido a que habrían obstaculizado la atención médica. La acción judicial patrocinada por el abogado Mauricio Daza, se explicita que, “las medidas de reanimación del equipo de salud fueron obstaculizadas por funcionarios de Carabineros de Chile, quienes procedieron a disparar perdigones, bombas lacrimógenas y chorros del carro lanza agua no solo al personal de emergencias y la Cruz Roja, sino también al propio Abel”.
La querella afirma que, de acuerdo a los antecedentes, si no hubiera existido la represión policial, es probable que Acuña hubiera tenido una posibilidad de salvar su vida.
Esta afirmación contradice lo que en su minuto afirmó el Ministro de Salud, Jaime Manalich, quien descartó que el actuar de la policía uniformada tuviera relación con la muerte, atribuyendo esta a las condiciones de salud anteriores que presentaba Abel, que hacían imposible que cualquier atención médica evitaran su muerte.
Sin embargo, la familia tiene la convicción contraria, en la querella se lee: “una cosa es que Carabineros tenga que poner orden y seguridad, porque para eso están, pero otra cosa muy diferente es no haber respetado los protocolos”, afirma el padre de Abel, Anselmo Acuña.
“El caso de Abel Acuña es muy importante porque da cuenta de que ha existido una conducta en Carabineros de a atacar de manera absolutamente desproporcionada e indiscriminada a quienes participan en una determinada movilización”, sostuvo el abogado Daza.
