Fue una mañana diferente y bulliciosa para los trabajadores del Municipio de Maipú. En su último día de clases, antes de salir de vacaciones de invierno, niños de segundo básico de la Escuela Municipal Presidente Germán Riesco Errázuriz, visitaron las dependencias municipales.
Guiados por sus profesoras, los pequeños vivieron la antesala a su merecido descanso, recorriendo la biblioteca municipal, donde se llevaron un libro de regalo.
El grupo fue acompañado por Verónica Carrillo, Coordinadora de Relaciones Públicas, quien los llevó a la SECPLAC, donde compartieron con su director: Boris Gálvez, quien se llevó tareas para la casa, pues los niños pidieron más semáforos, un nuevo hospital y hasta pidieron canchas de fútbol.
Otro Director que los recibió fue Eugenio Aguiló, DIDECO de la comuna, quien les mostró las oficinas que atienden los temas sociales de la comuna.
Finalmente los escolares fueron a la sala de concejo municipal, donde se pudieron sentar en las sillas de alcaldesa y concejales.
Al defender a Javiera Blanco, el Gobierno prefiere pagar los costos de aparecer como cómplice del maltrato a los niños a cargo del Estado. Al haber estado casada con un hijo de la ex senadora Carmen Frei (y nieto del ex Presidente Frei Montalva), al ser pareja del senador Pedro Araya y hermana de Rafael Blanco —uno de los padres de la reforma procesal penal y funcionario en varios Gobiernos concertacionistas—, la polémica ex ministra pertenece al linaje más puro de esa casta de personas que por casi 30 años se han repartido cargos públicos en las administraciones de la Concertación/Nueva Mayoría.
En un Gobierno en que los hijos y nietos de fundadores de la Concertación ocupan altos cargos de confianza y llenan las reparticiones públicas más por sus apellidos que por sus méritos, resulta perfectamente comprensible que el Gobierno de la Nueva Mayoría y el gabinete de la Presidenta Bachelet hayan optado por defenderlos a ellos antes que a los niños chilenos cuyos derechos humanos están siendo sistemáticamente violados porque el Sename no hace su trabajo como corresponde.