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Entre tierra, polvo y autos resiste el deporte en la Villa El Sol de Maipú

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A eso de las 19 horas, cuando  el sol ya está cayendo, pero no por eso disminuye el calor que ha envuelto a la Región Metropolitana los últimos días, se reúnen cerca de 70 niños de 6 a 16 años a jugar a la pelota, al final de Camino Rinconada, terminando  la zona urbana de nuestra comuna: Maipú.

Con la tierra pegada con la transpiración, los niños se gritan, corren y le ponen toda la pasión al balón pie en una improvisada cancha, que por un lado tiene a la Autopista del Sol, con cientos de autos corriendo por minuto, separados de ellos por una reja; al otro costado, una calle pavimentada de la Villa El Sol, donde muchos niños se han visto enfrentados de frente a los autos por ir tras la pelota.

La Academia de Fútbol Villa el Sol de Maipú nace hace un mes como un proyecto sin fines de lucro, que tiene pretensiones de seguir expandiéndose. Se creó desde la necesidad de los vecinos del sector, que aseguran que sacar a sus hijos de los celulares y que socialicen con otros niños es primordial para el desarrollo de los pequeños.

Sentados en la hilera de sombra que se da al costado de la cancha, la cual está demarcada muy artesanalmente con tiza, se encuentran los padres de los niños, alentándolos desde lejos, entusiasmados igual que los pequeños.

«Tenemos problemas con la pelota de fútbol, de que los niños salen de golpe a buscarla. Hemos tocado hartas puertas en la Municipalidad, no nos ha ido mal, pero tampoco bien, porque nos dicen que no hay presupuesto», así nos plantea su principal problema Oscar Ortega, el «profe» de la Academia, quien no vive en el lugar, pero cree en el proyecto y en los niños.

Mientras conversa con La Voz de Maipú, se acerca a Oscar un niño de 6 años, una y otra vez, pidiéndole ser arquero. El niño se limpia la transpiración con su manga, y le sigue insistiendo al «profe».

«Esta es la única cancha. Hay otra cerca de los paneles solares, que le llaman, pero eso es otra villa. No hay canchas, hay juegos y esas maquinas para hacer ejercicio, pero cosas así no habían. Yo estoy feliz con la Academia», dice la vecina de la Villa El Sol, Evelyn Jara.

La Academia de Fútbol Villa el Sol de Maipú pretende seguir con su trabajo, ya entrenan los miércoles, con los más pequeños y los sábados con los más grande. Tienen visto otros equipos para comenzar los torneos, salir a otros sectores a defender la camiseta. Cada padre financia el equipo deportivo de los niños, para que puedan seguir jugando.

La solicitud de los vecinos es clara,  «necesitamos con urgencia que nos pongan una reja perimetral para los niños, para que no salgan de golpe a correr a la calle. La tierra nos molesta, pero no tanto, todos jugamos en la tierra alguna vez. Tenemos que ir paso a paso», nos dice Oscar.

Para los vecinos que «los niños salgan a tomar aire, que solo conozcan el mundo del deporte, que se alejen de las drogas y alcohol», es lo más importante que trae esta nueva Academia.

Fotos: Nicolás Aravena.

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