Seguramente todos hemos oído hablar alguna vez del efecto mariposa, ese pequeño cambio que puede generar en consecuencia un cambio enorme. A pesar de ser un concepto complejo, para muchas personas es una filosofía, e incluso se puede aplicar a muchos campos de la vida.
En política, los efectos mariposa son abundantes y sorprenden; a continuación dedicaré las próximas líneas a ejemplificar algunos de ellos.
La Concertación de Partidos por la Democracia perdió la sintonía con la gente. La misma gente que apoyó a la Concertación por 20 años, la fue abandonado producto del distanciamiento que tuvo la concertación con la clase media. Esa percepción de la gente de sentirse abandonada, esa simple percepción, gatilló la derrota del conglomerado político.
Cuando la ex presidenta Michelle Bachelet se encaramó en un tanque dio principio a un ascenso que acabó cuando fue embestida como la primera mujer presidente de Chile.
Otro hecho que puede interpretarse como efecto mariposa fue la Revolución Pingüina del año 2006 una gran manifestación de estudiantes que tuvo en vilo al país durante meses. En marzo de ese año los resultados de la prueba Simce (Sistema de Medición de la Calidad de la Educación) dejaron nuevamente en evidencia el desigual rendimiento según el estrato económico del estudiante. Este hecho instala en la sociedad un intenso debate sobre el derecho que poseen todos los niños a acceder a educación de calidad.
Los resultados de llevar los procesos políticos a un instrumento de primarias producen un efecto mariposa indiscutible, es decir, como se manifiesta la participación de la gente de llevar su opinión al voto, a través de un instrumento de primarias, ¿dígame quien no habla ahora de primarias para elegir los candidatos?, el solo hecho de crecer en igualdad de condiciones deja de manifiesto un cambio en la forma de hacer política.
Para el ámbito local, no fue menor llevar nuestros procesos políticos a los instrumentos de primarias, esto catapultó a candidatos naturales y permitió contar con representantes locales, pero este cambio no se generó hace un año atrás, parte con vivencias comunes de muchos políticos locales desde la historia.
el egoísmo o la competencia, se pueden convertir en barreras de entrada que impiden generar este efecto. Hay que ser inteligentes, yo creo que podemos ser protagonistas de nuestra propia historia. Una pequeña desinteligencia entre dos o más personas puede terminar en la división de un partido político y eso solo sirve para no visualizar la oportunidad que se presenta»
Hay recuerdos de juventud, y sus acontecimientos que nos marcan la vida. En el caso mío, fue vivir el proceso de retorno a la democracia, soy hijo de un trabajador, del mundo popular, que llega a la comuna en la década del 60, donde emergía el cooperativismo y afloraban barrios, que marcaban la vida en comunidad, muchos de ellos con nombres empresariales, casi una simbiosis directa entre empleador y trabajador, ahí me desarrollé, en un barrio con diversidad de personas en el Maipú provinciano, con su aspecto entre rural y un atisbo de emergente.
Comenzaba recién la década de los 80, cuando un señor de traje y con una bolsita de tiendas Corona toca a la puerta y pregunta por el nombre de mi padre, en esos años mi padre trabaja fuera de Santiago y yo con unos 14 años de edad junto a mi madre lo atendí, su misión – explicó el hombre- era reclutar ex militantes de la DC para activar las bases partidarias. Para mí fue algo nuevo, que acumuló muchas interrogantes para ser resueltas por mi padre a su llegada. Después de que conversamos, este señor raudo marchó con su tranco rápido que lo caracterizó siempre desde el momento que lo conocí. Años más tarde, se convirtió en el primer alcalde de Maipú, después del retorno a la democracia. Herman Silva quien fuera alcalde de Maipú dos periodos, desde principios de los 90, su perseverancia y tesón lo hizo llegar a un destino insospechado para él, así podemos ver como hechos o iniciativas por pequeñas que sean pueden convertirse en grandes logros.
Hay condiciones iniciales para nuestro sistema político local, que genera oportunidades para muchos, la idea es tener la visión para sostener a través de pequeños gestos políticos, que se conviertan en efectos mariposa, el egoísmo o la competencia, se pueden convertir en barreras de entrada que impiden generar este efecto. Hay que ser inteligentes, yo creo que podemos ser protagonistas de nuestra propia historia. Una pequeña desinteligencia entre dos o más personas puede terminar en la división de un partido político y eso solo sirve para no visualizar la oportunidad que se presenta. Seamos nobles y generosos eso habla bien de nosotros mismos, puedo sentir esa sensación, creo no equivocarme, articulemos el entendimiento y la convivencia. Un análisis más profundo nos permitiría identificar patrones y tendencias.
Por Renzo Celedón Aguirre – Ingeniero Comercial y Contador Auditor. Militante DC
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