A dos años del asesinato del maipucino Alex Núñez a manos de efectivos policiales, se renombra un espacio para darle sentido y locación a la búsqueda y sed de justicia.
“Aquí se roban una bicicleta y pueden estar fácil 5 años (en la cárcel), pero estos desgraciados mataron y andan libres”, así terminaron las palabras de Natalia Pérez en la conmemoración de los dos años del asesinato de su esposo Alex Núñez, quien el 22 de octubre del 2019 sufrió una fuerte golpiza por parte de efectivos policiales que terminó con su vida. Vecinos y vecinas junto a figuras políticas participaron de la emotiva actividad en la plazoleta de Av. Pajaritos con Juan José Rivera.
El 21 de octubre el Concejo Municipal de Maipú aprobó por unanimidad el cambio de nombre del pequeño espacio verde y junto a la Agrupación de Derechos Humanos de Maipú y la familia de Núñez se instaló una placa en son de justicia y memoria hacia los hechos ocurridos en el lugar, “para nosotros como familia es muy importante el apoyo que ustedes nos dan, siempre se siente ese apañe” dice Pérez en frente de las personas reunidas en la ceremonia.
Loreto López González, antropóloga del programa Psicología Social de la Memoria de la Universidad de Chile, cuenta que en calidad de reparación en estos casos “las conmemoraciones y homenajes son una de las medidas con las que el Estado debe responder a las víctimas de violaciones a los Derechos Humanos y lo importante es que en estas se hable a la sociedad en su conjunto, no que quede en un ámbito tan privado como pudieron ser los juicios a perpetradores antes de que se transmitieran por Internet”.
En la Resolución aprobada por la Asamblea General de la ONU el 16 de diciembre de 2005 se enlistan una serie de reparaciones en el ámbito de la satisfacción de víctimas de violaciones, algunas de estas son:
- Una declaración oficial o decisión judicial que restablezca la dignidad, la reputación y los derechos de la víctima y de las personas estrechamente vinculadas a ella.
- Una disculpa pública que incluya el reconocimiento de los hechos y la aceptación de responsabilidades.
- La aplicación de sanciones judiciales o administrativas a los responsables de las violaciones.
- Conmemoraciones y homenajes a las víctimas.
La importancia de estos últimos, según López, es la publicidad de la acción ya que sirven a la comunidad tanto como “un lugar para reparar a las víctimas como también un espacio para promover las garantías de no repetición a través del conocimiento de los hechos y la educación en derechos humanos”. En la misma línea la Presidenta de la Agrupación de Derechos Humanos de Maipú, Wilda Díaz, cuenta que los símbolos de reparación a las víctimas: “Son hechos absolutamente necesarios e imprescindibles, la memoria histórica de un país se debe mantener siempre vigente porque en caso contrario corremos el riesgo de que estas mismas cosas pudieran repetirse el día de mañana”.
“Todo lo que es conmemoración, homenaje, monumentos memoriales en espacios públicos lo que hace es no solamente darles una señal a las víctimas reconociéndolas en su dignidad y en su condición de víctimas de violencia estatal sino que le dan un mensaje a la sociedad” dice López, en este caso la placa puede verse en medio de la plaza y puede también ser un lugar que visiten grupos escolares, por ejemplo, para aprender de nuestra historia maipucina y a esto Díaz agrega que en torno al caso de Alex Núñez: “No sólo nos interesa que haya justicia, también nos interesa que haya reparación”.
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