El recién pasado 4 de enero, a las 4 de la madrugada para ser más exactos. Cuatro sujetos con armas de fuegos entraron violentamente a la mediagua de dos mujeres solas en el Campamento Japón.
Los intrusos invadieron la vivienda, dieron vuelta las cosas buscando objetos de valor, hasta que una de las mujeres gritó pidiendo ayuda. Su vecino salió al auxilio de ellas, pero uno de los asaltantes le puso la pistola en el estomago, quedando imposibilitado de actuar.
El miedo se apoderó del campamento, donde el mayor porcentaje de sus habitantes son mujeres, además, de personas de tercera edad.
Los vecinos llamaron dos veces al plan cuadrante y una vez a Carabineros, pero no acudieron. «La primera vez que se llamó, dijeron que venían en camino para acá y no aparecieron. Se llamó la segunda vez, no contestaron. Después, llamaron al 133 y no aparecieron», describe Jairo Valdes, encargado de la ONG «El mejor cambio de tu vida», la cual pretende erradicar al Campamento Japón.
«Yo personalmente fui a poner una constancia, que necesitaba urgente que fueran al Campamento Japón», explica Jairo que al día siguiente fue a Carabineros. Gracias a ello recién ayer, 6 de enero, a las 22 horas, los Carabineros se hicieron presentes en el campamento para enterarse de lo que sucedió en la noche del asalto.
«No acudieron al llamado, porque es un campamento. En cualquier lugar si hay un robo con pistolas, con balazos y todo, los Carabineros acuden de inmediato. Pero en el campamento le roban a una mujer, que está sola, con pistolas, y no llegó Carabineros, porque simplemente no les interesa», dice Jairo Valdés a La Voz de Maipú.
«Gracias a Dios no hubo ningún lesionado. Los tipos intentaron disparar, pero no les salió el disparo (…) Estaban súper drogados -los asaltantes-, súper locos, desaforados, en éxtasis. No eran del campamento, yo conozco a todas las familias, a cada una, y la delincuencia no viene de dentro del campamento, viene de afuera. Se aprovechan que en el campamento está todo oscuro, con basura por los lados, entonces viene lo peor de todos los lados«, dice con énfasis Jairo.
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