Obsesivo, con un perfil bajo y marcado acento perfeccionista. Se pasea de un lado a otro de la cancha como un león de circo encerrado en su jaula. Le dicen loco y su locura es contagiosa. Con una selección chilena segunda en la clasificación para el mundial, lo cierto es que hoy todo un país está loco. Loco por Bielsa.
Es realmente poco lo que se puede decir de Marcelo Bielsa que no haya sido escrito antes por algún periodista obsesionado por el técnico rosarino.
Dueño de una personalidad inquebrantable, se reveló ante su padre al darle su corazón a Newell’s Old Boys. Un verdadero dolor de cabeza para su progenitor fanático de Rosario Central
Y su rebeldía continuó al darle la espalda a un futuro trazado. Proveniente de una familia reputada en el mundo de las leyes, Bielsa dedicó su vida al deporte que más ama: el futbol.
“La mía es una familia de profesionales, que nunca se opuso a mis vocaciones. Quise ser jugador de fútbol y fui. Fracasado, pero llegué a jugar en la Primera de Newell’s”, declaró el Loco en una de las contadas entrevistas que ha dado el ex jugador de futbol, que se retiró cuando apenas tenía 25 años.
Amante de salir a trotar, el agua mineral y por sobretodo ver videos de futbol, este argentino casado y padre de dos hijas adolescentes, destaca por su trato con la prensa. “Todos los medios deben recibir la misma atención de mi parte: desde el canal más importante de la capital hasta el periódico más pequeño del interior”, ha dicho. Tal vez por ello las conferencias de prensa sean la única posibilidad que se tiene de hablar con él. En ellas habla de futbol y algunas se han extendido por más de cuatro horas. Eso si: sólo mira a los ojos a los periodistas que tiene aprecio.
Conocido por ser un seguidor obstinado del axioma que dice que “no hay mejor defensa que un buen ataque”, Bielsa -durante todos los años como técnico- ha acumulado una gran cantidad de anécdotas.
La Voz te cuenta algunas de las mejores
En una de las primeras charlas técnicas de Marcelo Bielsa como entrenador de Vélez, el Loco comentó: “Muchachos, ¿saben qué es lo que más me impresionó de este club?”. Todos lo miraron, serios. “Su auto Husaín, está bárbaro”. Se cagaron todos de la risa.
En un partido por la Copa América de Perú, en el año 2004, Bielsa le gritó a Tévez:
– Carlos, verticalizá la oferta de pases!!
Pobre Carlitos, todavía debe estar pensando lo que le quiso decir el DT.
Inmediatamente terminada la final del Torneo Esperanzas de Toulon, en la que Italia venció a Chile, Marcelo Bielsa se acercó al técnico azzurro y le retrucó, ofuscado, el sistema de juego por él empleado.
“Eso no es fútbol, eso no es fútbol. Todo pelotazos al 9: eso no es fútbol. Ustedes, todo por arriba. Eso no es jugar, eso no es jugar”, le recriminó el Loco, desencajado.
Marcelo Bielsa: “El fútbol se hace menos dramático cuando lo ejecutan los que
saben”
Rafael Bielsa una vez contó la siguiente anécdota de su hermano:
Marcelo sabía que Ariel Ortega sólo prestaba atención pocos minutos y después se dispersaba. Un día, Rafael lo ve al Loco solo, en el medio de su campo, abstraído, pensativo.
-¿Qué te pasa?- le pregunta a Marcelo.
A lo que el Loco le contesta:
-Estoy pensando en cómo hacerle entender a Ortega, en 5 minutos, un concepto futbolístico que lleva más de media hora explicar.
En un entrenamiento previo a un partido por Eliminatorias, ante las constantes jugadas acrobáticas y arriesgadas que efectuaba Arturo Vidal, Bielsa detuvo todo y se le acercó al volante, señalándole enérgicamente:
“Acá usted está jugando en Bayer Leverkusen. Y todo lo que usted hace es un desorden. De nada sirven las piernas a la altura de la cabeza… Si quiere jugar conmigo, debe hacer el trabajo que se le pide, no el que usted cree que hace falta. No hacen falta los héroes en el fútbol…”
Vidal, volante indiscutido del Bayer Leverkusen y uno de los mejores futbolistas chilenos en la actualidad, quedó en estado de shock.
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