Durante el pasado fin de semana, centenares de músicos y bailarines, se dieron cita en el Templo Votivo de Maipú, con el fin de celebrar la “Fiesta de la Promesa”. La ceremonia se realiza desde el año 1973, y conmemora el voto que hicieron los padres de la patria, de erigir un Templo en honor a la Virgen del Carmen, en el lugar donde se librara la batalla que trajera la independencia a Chile.
La tradición popular hace que bailarines de diversas regiones del país, se trasladen hasta el Templo de Maipú, con el fin de rendir homenaje a través de la danza. El baile es transversal, congregando a jóvenes, adultos, niños y ancianos, en torno a la religión
El baile religioso en una expresión popular de fe, que congrega a familias enteras, en torno a la actividad.
LA PROMESA
El día 14 de marzo del año 1818, el ejército español comandado por Mariano Osorio, avanza de forma incesante. Ese día el Obispo de Santiago Monseñor Ignacio Fuentes, junto a las principales autoridades civiles y religiosas de nuestro país, piden en la Catedral a la Virgen del Carmen su ayuda para ganar la independencia de Chile. Un año antes Bernardo O`Higgins antes de participar en la Batalla de Chacabuco había jurado construir un Templo en memoria de la Virgen del Carmen en el lugar donde Chile conquistara su independencia para siempre.
Poco tiempo después, precisamente el 5 de Abril de 1818 se libra en los llanos de Maipú la batalla que da el triunfo a los criollos ante el ejército realista español, conquistando de esa manera Chile su independencia.
En el lugar se construyó una capilla, de la cual hoy sólo se conservan sus muros laterales. Recién el año 1944 se comenzó la construcción del que hoy es el Templo Votivo de Maipú, finalizando 30 años después su obra gruesa.
LA FIESTA: BAILE Y MÚSICA
El Padre Feres la describió hace algunos años como una “tirana chica”. Lo cierto es que en medio de un calor importante, los bailarines danzan hasta quedar exhaustos. Hace tres décadas la fiesta era tan multitudinaria, nos comenta uno de los bailarines, “que acá se llenaba a más no poder. Hoy eso ha decaído, pero nosotros no bailamos para el público, esto no es un show, es religión a través de la música y la danza. Así que podría no venir nadie a mirar, pero esto igual se haría”, nos comenta.
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