Siguiendo sus normas partidarias, la directiva comunal del partido demócrata cristiano, encabezada por su Presidente: Rodrigo Velásquez, realizó una reunión con carácter de ampliado. La cita se realizó en el centro de eventos habitual de las reuniones políticas de la comuna: El Colegio General San Martín.

Si el ampliado hubiese sido un concierto, muy probablemente los asistentes hubiesen ido a reclamar al SERNAC. Lo anterior, pues por medio de una invitación (que no llegó a toda la militancia), se invitó a un ampliado y luego a una especie de debate, en el cual se anunciaba la presencia de los dos precandidatos presidenciales del partido: La senadora Ximena Rincón y ex edil de Peñalolén, Claudio Orrego. Ninguno de ellos llegó. Los que sí llegaron fueron el ex Ministro de Transportes: Sergio Espejo, en representación de Orrego y Pablo Badenier, quinto vicepresidente de la DC a nivel nacional en representación de Rincón.

Ambos representantes explicaron las visiones de gobierno que tienen sus representados, aunque –hay que decirlo- para muchos fue una desilusión que no llegaran los candidatos “titulares”.

La militancia DC tomó la palabra. Frases para el bronce, llamados a la unidad y discursos rimbombantes para la galería. El Alcalde Christian Vittori, no estuvo presente. Quien sí llegó en medio de aplausos, fue el ex edil Alberto Undurraga, quien estuvo buena parte del ampliado de pie, escuchando a la militancia. Undurraga portaba una chapita de Claudio Orrego.

De los concejales de la DC en Maipú, Mauricio Ovalle estaba en la testera como parte de la directiva. Herman Silva y Abraham Donoso también se hicieron presentes.

Quizás lo único que se salió del formato, fue la intervención de Freddy Campusano. El jefe de deportes en la Municipalidad de Maipú expuso sobre los abusos de las AFP, exigió reformas (y de paso le pegó un palo a la candidatura de Rincón). Pero no se quedó ahí, ante la omisión de Velásquez, quien saludó al candidato a senador del partido (Undurraga), pero no al candidato a Diputado (Campusano), fue el mismo Freddy Campusano quien proclamó su candidatura, desatando –quizás- uno de los aplausos más grandes de la jornada.

Al final, el ampliado se pareció a un muro de los lamentos, con militantes disconformes pero que salieron abrazados: en la confraternidad demócrata y cristiana.