El 27 de febrero se conmemora el Día Mundial del Trasplante de Órganos y Tejidos, y en La Voz sabemos la importancia que este tema conlleva, así que no quisimos dejarlo pasar.
El trasplante es la única solución para la insuficiencia terminal de un órgano, y los resultados de este proceso llevan a una mejoría sustancial en la sobrevida y calidad de vida de los usuarios.
Por lo mismo, en La Voz de Maipú conversamos con una fundación que, durante los últimos años, se ha encargado de educar e informar sobre la donación y trasplante de órganos en nuestro país.
Suma Esperanza es un fundación que nació en 2019 «desde la necesidad de culturizar, comunicar, inspirar y educar a la ciudadanía sobre temas de donación de órganos en Chile«.
Esta organización busca «informar a la población del territorio nacional mediante charlas que permitan generar y reforzar la comunicación efectiva sobre temáticas de donación de órganos dentro del núcleo familiar, logrando en un futuro una toma de decisión consciente e informada».
Fundación Suma Esperanza cuenta con el apoyo del Ministerio de Salud y de la Coordinación Nacional de Procuramiento, Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos (CNPT).
Además tienen el patrocinio del Ministerio de Educación (MINEDUC) para el proyecto “Educando Sumamos Esperanzas”, el que les ha permitido realizar distintas charlas educativas para estudiantes en nuestro país.
Constanza Guerrero, presidenta de la Fundación Suma Esperanza, explica que además de las charlas educativas para educar y culturizar a los estudiantes, también pretenden «fomentar la conversación dentro del núcleo familiar esta temática tan importante».
La falta de educación sobre la donación y trasplante de órganos
La presidenta de esta organización cuenta se interesó por la donación de órganos porque tuvo a una compañera de liceo que la acercó al tema. «Yo iba saliendo de cuarto medio y ella estaba entrando a primero medio, y a sus 14 años necesitaba un trasplante de órganos», cuenta.
«Yo, a mis 17 años, no sabía lo que era una donación o un trasplante, y ella nos explicó de qué se trataba. Ella ya había sido trasplantada de un riñón, pero le estaba comenzando a fallar y necesitaba otro», recuerda Constanza.
Si bien el caso de su compañera de liceo salió en los medios de comunicación y pasó a ser prioridad nacional, Constanza cuenta que «se agravó y ya no necesitaba un trasplante, sino dos… Y lamentablemente falleció esperando a sus donantes con 15 años».
Así es como la mujer se vio marcada por la donación de órganos y tejidos, y luego de haberse titulado como administradora pública, comenzó a desarrollar la idea que hoy es Fundación Suma Esperanza. «Me di cuenta de la falencia que había con respecto a esto, la poca información y falta de educación, pero nunca pensé que me iba a terminar dedicando a esto», cuenta emocionada.
En cuanto al impacto que ha tenido hasta ahora Suma Esperanza en sus 4 años de existencia, Constanza expone que cuando empezaron, cerca de un 50% de los estudiantes tenía conocimiento sobre la donación de órganos y tejidos, «pero el 80 o 90% no sabía, por ejemplo, cuántas vidas se podían salvar, qué órganos se podían donar, entre otras cosas».
«El año pasado logramos que el 80% de los estudiantes que asistieron a la charla se sintieran capacitados en la temática», asegura la presidenta de Suma Esperanza, agregando que «más allá del impacto de los estudiantes, que es lo que nosotros medimos, nos hemos dado cuenta de que cuando vamos a terreno, la gente no sabe sobre este tema, y no tiene cómo saberlo porque no es algo que se esté hablando constantemente. A donde vayamos siempre recibimos consultas».
Y es que, según la experiencia de esta fundación, muchos se acercan asegurando que son donantes porque así lo estipularon en su licencia de conducir. «Y nadie sabe que hace 3 años aproximadamente se cambió la ley, y que todos somos donantes si es que no hiciste un trámite notarial en vida para expresar lo contrario«.
Desde Fundación Suma Esperanza aseguran que en 2019 hubo 533 trasplantes y 188 donantes. «Fue nuestro mejor año en cifras», expone Constanza. Otros años destacados han sido 2017, donde hubo gran número de donantes (177) y 2022, donde hubo alto número de trasplantes (465).
«Las cifras son positivas, vamos subiendo los números de donantes y trasplantes», sostiene la administradora pública, sin embargo, advierte que «si comparamos esas cifras con la lista de espera, estamos muy al debe de subsanar o cubrir la tasa de personas que esperan un donante para poder sobrevivir».
Críticas a la ley que establece las normas sobre trasplante y donación de órganos
Si bien Constanza tiene clara la importancia de que se eduque e informe sobre esta temática, hizo hincapié en algunos problemas que ella y el resto de la fundación ven en la actual legislación sobre la donación de órganos.
La ley 19.451, que establece las normas sobre trasplante y donación de órganos, estipula que «solo cuando las personas fallecen por muerte cerebral pueden ser donantes de órganos, y eso reduce las donaciones al 2%», explica Constanza.
En España la ley sobre donación y trasplantes es distinta. «Ahí cualquier motivo de muerte que haya para la persona pasa a ser donante, por eso su tasa de donación es del casi 40 por millón de habitantes, y aquí está entre el 6 y el 10 por millón de habitantes».
Un donante puede salvar hasta 8 vidas
En cuanto a la importancia de ser donante, la presidenta de Suma Esperanza recalcó que «cada persona que es donante de órganos puedes salvar hasta 8 vida, y cuando donas sangre puedes salvar hasta 3 vidas«.
Por lo mismo, desde la fundación hacen «un llamado a informarse, a educarse y así tomar decisiones de manera informada. Nosotros apelamos a que todos quieran ser donantes de órganos, pero también respetamos a quienes no quieren ser donantes de órganos.
«Lo importante es que la decisión se tome de manera consciente e informada, y que se converse en familia, para que cuando llegue el momento estén preparados para tomar las decisiones y saber lo que conlleva a futuro», reflexiona Guerrero.
Y es que, antiguamente quien tenía la última palabra era la familia, pero, tal como explicó Constanza Guerrero, «eso ya no rige, lo que no quiere decir que no es fuerte, que no va a ser problemático, es complicado, y ¿Cómo se puede solucionar eso? Hablándolo, Conversándolo en familia y educándose».
Finalmente, desde Suma Esperanza invitan a «todos los ciudadanos que se quieren educar, informar, que pasen a nuestra página web, si quieren contribuir a la cultura sobre la temática de donación de órganos pueden aportarnos ideas, pueden ser voluntarios, socios, pero el llamado más grande es que se eduquen e informen y tomar una decisión consciente de esta temática y que lo conversen con la familia«.
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