A 70 años de la conmemoración de la tragedia que significó el lanzamiento de la bomba de Hiroshima, el historiador nuclear Alex Wellersteing del Instituto de tecnología Sevens de Nueva Yersey, creó una impresionante herramienta que permite calcular el impacto de las bombas nucleares en nuestras zonas.
La herramienta nos permite escoger el epicentro de la detonación y nos ofrece, a través de distintos colores, georefenciar los efectos que tendría en nuestras localidades. En el caso de Maipú, simulamos la explosión de la bomba “Little Boy”, misma utilizada en Hiroshima y pusimos como centro el Metro Plaza de Maipú.
En color amarillo se ve la zona que sería dañada por una bola de fuego, que comienza inmediatamente después de la explosión. Los efectos son variables, dependiendo de la altura en que detone la bomba. En el caso que simulamos, la explosión está calculada a 600 metros de altura. La zona amarilla corresponde a un rango de 180 metros y alcanzaría la calle Maipú y toda la Plaza de la Comuna.
La zona señalada con rojo corresponde al radio alcanzado por la denominada “ráfaga de aire”, la cual ejerce una presión que derriba o, al menos daña seriamente edificios de hormigón y es capaz de matar a casi el 100% de las personas que estén dentro de la zona señalada. En el caso de Maipú sus efectos serían devastadores para el centro cívico.
Lo demarcado en color verde es la zona que alcanza la radiación. Las personas que estén expuestas y no reciban tratamiento médico tienen rangos de mortalidad que van desde el 50% al 90%. Las muertes se producen en cuestión de horas, hasta algunas semanas. El Metro Santiago Bueras sería alcanzado, al igual que las calles De La Victoria, Pajaritos Pasado Portales, Avenida Central y Segunda Transversal en un amplio trayecto.
El gris marca la zona que se vería afectada por una segunda ráfaga de aire, que derriba edificios y alcanza altos índices de muerte.
En tanto el color naranja nos muestra a aquellos que estarían expuestos a radiación térmica, sufriendo quemaduras de tercer grado, que podrían terminar con amputaciones. Autopista del Sol, Camino a Melipilla, el Hospital de Maipú y Calle Las Torres son los límites de esta onda expansiva.
Más allá que el ejercicio realizado sea sólo un supuesto, permite dimensionar, en este caso, lo que fue la tragedia de Hiroshima. Sin duda que ver el impacto acotado a nuestro Maipú, puede hacernos reflexionar, para que nunca más pase algo así.
Sin embargo, es pertinente recordar que aún hay países que tienen arsenal atómico en su poder, más poderosos que lo que se lanzó en Hiroshima. Sin ir más lejos, simulamos un ataque sobre Maipú con una bomba W-37, que actualmente maneja el ejército americano. Los resultados son terribles. En el caso que cayera una en Maipú, los efectos llegarían a otras comunas.
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