Tras el triunfo de la extrema derecha en las pasadas elecciones para elegir al Consejo Constitucional, los partidos tradicionales de la derecha: RN y la UDI, además de Evópoli, decidieron enviar una señal potente a la izquierda: están dispuestos a negociar.
Si la pasada propuesta de constitución obtuvo un rechazo mayoritario se debe, en gran medida, a que las ideas de la izquierda se impusieron sin posibilidad de incorporar términos medios. Esta vez, la historia se estaba repitiendo, pero a la inversa. Sin embargo, aunque la historia es similar, tiene un detalle que lo cambia todo. Si se rechaza la propuesta de constitución, seguiríamos con la de Pinochet, que es lo que siempre quiso la extrema derecha representada por el partido de José Antonio Kast.
Consejo se abre a negociaciones con el oficialismo
Según información publicada por La Tercera fueron Gloria Hutt (Evópoli) y Germán Becker (RN), los primeros en explorar la idea de rechazar el primer inciso del primer artículo de la constitución. Los Republicanos habían modificado el párrafo propuesto por la comisión de expertos e incorporaron la frase «todo ser humano es persona».
La frase, indican conocedores del tema, buscaba -a largo plazo- evitar todo tipo de aborto, incluso los incorporados en las 3 causales. La extrema derecha buscaría devolver a Chile al listado de 24 países que prohiben el aborto en todo evento como por ejemplo Egipto, Irak, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Haití, República Dominicana, Mauritania, Senegal, Sierra Leona, el Congo, Madagascar, Laos y Filipinas.
La idea de rechazar la idea republicana era porque la cláusula parecía excesiva y también para dar una señal a la izquierda, intentando darle viabilidad al proceso.
Renovación Nacional y Evópoli plantearon la idea a sus pares de la UDI y los Republicanos, generando un debate interno en el Consejo Constitucional que incluyó la intervención de todos los presidentes de partido del bloque e incluso la mediación del exPresidente Piñera, quien habría recomendado hacer un cambio que dejara contentos a ambos bandos internos.
Los republicanos han defendido la frase de «todo ser humano es persona» pues indican que proviene del Pacto de San José, sin embargo no es así. El pacto dice que «persona en todo ser humano».
El día de ayer a las 19 hrs, las derechas no lograban ponerse de acuerdo. El compromiso al que arribaron fue no tocar el artículo 1. Los republicanos pidieron garantías a sus socios: la UDI comprometió 6 votos y RN al menos 2. Al ser 22 los consejeros republicanos, los 8 votos comprometidos les daban 30, alcanzando los 3/5 del pleno. A cambio la UDI y los Republicanos accedían que en la Comisión Experta se cambiaría la redacción para dejarla textual a la cláusula del Pacto de San José de Costa Rica.
Tiro por la culata: La derecha se desmarcó de la ultra derecha
En política las horas cuentan y cada día tiene su afán. En horas de la noche del jueves y la mañana de hoy los expertos Hernán Larraín (UDI), Teodoro Rivera (RN), Katherine Martorell (RN) y Sebastián Soto (IND-Evópoli) dieron vuelta la votación en el consejo.
A las 11 hrs, en momentos que se debatía en el pleno trascendió que a Hutt y Becker se sumaba Edmundo Eluchans de la UDI. Había, a esa hora, tres personas en la derecha decididos a no ser vagón de cola de los republicanos. La consejera de la UDI, Ivón Guerra anunciaba que se plegaba a los 3 díscolos; lo mismo hacía la RN Lorena Gallardo.
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Con esos cambios republicanos no alcanzaba los 3/5 del plenario del consejo, aunque a la hora de votar, Ivón Guerra aprobó el inciso. Finalmente se votó el inciso original, propuesto por la comisión experta. El texto quedó así: “La dignidad humana es inviolable y la base del derecho y la justicia. Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Su respeto y garantía es el primer deber de la comunidad política y de su forma jurídica de organización”.
De esta manera en la UDI cundió la molestia con Eluchans, toda vez que no respetó el acuerdo al que arribó su tienda política. En Republicanos los ánimos quedaron caldeados. Las derechas se descuadraron y las conversaciones seguirán en los partidos, buscando restablecer las confianzas fracturadas.
