Ayer se conmemoró una nueva jornada del Día del Joven Combatiente. Los 29 de marzo, desde hace 32 años, representan la lucha de los jóvenes contra lo establecido. En aquel tiempo era contra la Dictadura cívico-militar que imperaba, hoy es una lucha por la igualdad, por romper el sistema que impera.
El 29 de marzo de 1985, dos jóvenes estudiantes que vivían en la Villa Francia fueron detenidos y asesinados por Carabineros, ambos eran hermanos, Rafael (18) y Eduardo (20) Vergara Toledo.
Rafael era alumno del Liceo de Aplicaciones, mientras que Eduardo estudiaba en lo que hoy se conoce como Pedagógico, para ser profesor de historia, carrera de la cual no se pudo titular. Ambos eran militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria -MIR-.
Los medios de comunicación de la época informaron que los asesinatos se produjeron como resultado de una persecución policial. La cual fue causada, porque los hermanos Vergara Toledo habrían intentado asaltar un negocio del sector.
Versión que fue completamente desechada por la Comisión Rettig, desenmascarando el accionar criminal de los carabineros que ejecutaron a los hermanos.
En marzo del 2004 el Juez Sergio Muñoz, inició una investigación junto a la Brigada Quinta de Investigaciones de Chile, para establecer cómo fueron los hechos, a través de la declaración de más de 60 testigos del sector, además, de la realización de una nueva autopsia, exhumando los cuerpos de Eduardo y Rafael.
El análisis de las autopsias y otros antecedentes, permitieron afirmar que «ambos hermanos murieron a causa de politraumatismo por balas y que el cuerpo de Rafael Vergara registra un disparo en la nuca a corta distancia, que fue el que en definitiva le causó la muerte».
El proceso finalmente permitió sentenciar a 3 Carabineros a condenas de cárcel.
La conmemoración en nuestra comuna
Ayer, en conmemoración al del Día del Joven Combatiente es que variadas organizaciones juveniles de Maipú realizaron una velatón, en la intersección 5 de Abril con Pajaritos, a un costado del Metro Plaza Maipú, con el fin de ser visibilizados por todos los transeúntes.
Desde las 18 horas comenzaron a llegar los jóvenes, que primero volantiaron, para luego ir instalando vela por vela y el lienzo que llevaba la consigna «Ayer, hoy y siempre: Somos Jóvenes Combatientes», se quedaron en el lugar hasta las 21 horas, con el fin de reflexionar sobre la especial fecha.
Pero los jóvenes no solo hicieron una conmemoración ayer 29 de marzo, sino que han estado realizando la «Semana Combativa», que comenzó el 27 de marzo con taller de agitación y propaganda, además, de clases de pintura y otras actividades. El primero de abril realizarán el Ciclo de cine combativo más un conversatorio. Y para finalizar el día 2 de abril harán acto cultural. Más información, aquí.
El siguiente escrito fue realizado por los participantes de estas distintas organizaciones sociales. Párrafos que fueron compartidos a través de los volantes entregados a los transeúntes del lugar.
«Los jóvenes combatientes lucharon ayer, y hoy continuamos luchando, contra un sistema político, económico y social implantado a sangre y fuego, por la dictadura cívico-militar iniciada en 1973, modelo de dominación validado y perfeccionado por los gobiernos de la Concertación (hoy, Nueva Mayoría) y la Alianza.
Este sistema, de carácter neoliberal, sostiene una permanente acumulación de capital, por parte de una casta empresarial parásita, a costa de la pobreza de la mayoría de nuestro pueblo, quienes mantenemos económicamente al Estado chileno, a través del pago de impuestos (IVA, impuesto al libro, impuesto a los combustibles, impuesto a las bebidas azucaradas, etc), recursos que luego son traspasados por el Estado al gran empresariado, gracias a su principio subsidiario de funcionamiento.
Es decir, estos mismos que se coluden, que lucran con nuestra vida, con nuestra miseria, son los dueños de los recursos de nuestro país y las riquezas que generamos como trabajadores: las familias Luksic, Matte, Angelini, Piñera, Solari, además de los históricos representantes de la rancia oligarquía de nuestro país (los Larraín, Errázuriz, Ruiz-Tagle, entre otros). Estos señores son resguardados por el Estado chileno, que a través de sus leyes, protege sus intereses de clase, como lo podemos ver hoy en día con las formas de contrato, el sueldo mínimo (que con suerte nos alcanza para sobrevivir), las alzas del transporte público, las leyes laborales, y todos los ámbitos de nuestra vida, que como bien sabrán, se encuentran totalmente mercantilizados (educación, salud, vivienda, previsión social, trabajo, etc.).
Ante esta situación, nos posicionamos con memoria del ayer (porque no olvidamos), de frente a este sistema político, económico y social de miseria, y mirando hacia el futuro con solidaridad como jóvenes combatientes, quienes llamamos al resto de las personas que aún no despiertan, a organizarse y crear un trabajo colectivo, para derrocar al enemigo en común que, desde la dictadura, opera contra nuestro bienestar como pueblo: el sistema capitalista- neoliberal.
Ayer, hoy y siempre: ¡Somos jóvenes combatientes!»
