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Rifa a beneficio: joven maipucina con cáncer de mama busca ayuda para financiar costoso tratamiento

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cáncer de mama paula gonzález

Paula González no nació en Maipú, pero se mudó ahí en 2002, cuando tenía 8 años. Desde entonces reside en la comuna, y hoy se puede decir que es una maipucina de tomo y lomo.

Hoy, con 28 años, Paula está atravesando por una complicada situación personal que la ha movilizado a buscar ayuda de su familia, amigos y de toda la comunidad.

Un cáncer que comenzó en su mama mutó con los meses y ahora tiene metástasis en el pulmón, glándula suprarrenal y en el cerebro, que afecta principalmente su nervio óptico.

Si bien el GES cubre ciertos medicamentos y algunas prestaciones médicas, hay altos gastos que deben correr por cuenta propia, los que tienen sobrepasada a Paula y su familia.

Por lo mismo, han organizado una rifa para costear todos los gastos de este tratamiento que le permite tener una mejor calidad de vida y evitar que siga avanzando el cáncer en su cuerpo.

Detalles de la rifa

«En un país donde la salud y la dignidad parecieran ser un bien de consumo, es costoso para el bolsillo de cada persona, recurriendo a las famosas rifas, bingos o fiestas a beneficio», reflexiona Paula.

La mujer destaca que, en su caso, la rifa ha sigo organizada principalmente por amigos y familiares.

«Los quiero invitar a participar, apoyar o difundir, a pesar del panorama actual considero que soy muy afortunada de poder acceder a una atención oportuna y atingente en un país como el nuestro, y eso en parte ha sido posible por tener una gran red que me sostiene, sin eso probablemente este no sería mi panorama», señaló la maipucina.

La rifa cuenta con más de 40 increíbles premios: limpiezas dentales, masajes, tortas, tratamientos estéticos, tatuajes, ropa, packs de bebidas alcohólicas y mucho más.

Cada número tiene un valor de 3 mil pesos, y para comprarlo, hay que contactarse con Óscar Arellano (+569 5783 8779) con previo depósito a su cuenta RUT: 18.608032-7.

Paula González: de un cáncer de mama a una metástasis agresiva

«A mediados de marzo del 2021, con 27 años, gracias a una molestia en mi pecho izquierdo que interpreté como dolor muscular, encontré un bulto que me hizo ir al ginecólogo. Una vez ahí, el médico me dijo que parecía inofensivo, que por mi edad y al no tener antecedentes de cáncer de mama no me preocupara, pero de todas formas me indicó una ecografía que acabó dando las primeras sospechas: cáncer de mama«, recuerda Paulina.

Tras una serie de exámenes, se confirmaron las sospechas. Paula recibió el diagnóstico de un carcinoma dúctil infiltrante, cáncer de mama tipo Luminal B. Tras ello, comenzó un proceso que ella desconocía, principalmente para determinar el grado de este cáncer y si estaba en algún otro lugar de su cuerpo.

«Afortunadamente el tumor solo estaba en la mama y unas células en ganglios axilares. Se dio luz verde a la quimioterapia, la que comencé alrededor de 2 meses después de encontrar el bulto», detalló la joven.

Paula contó que «el tratamiento consistió en un total de 15 ciclos de quimioterapia y 15 de radioterapia. Con esto, se logró que el tumor disminuyera de tamaño, pero no del todo, por lo que se me realizó una mastectomía parcial con vaciado de ganglios axilares. Al finalizar los tratamientos anteriores, en febrero 2022, y con exámenes en mano se confirma que ya no habían células cancerígenas en mi cuerpo y se daba comienzo a una terapia hormonal como tratamiento preventivo».

Entonces, Paula sintió un alivio que, lamentablemente, no duraría mucho. Casi seis meses después comenzó a sentir malestares que la llevaron a consultar con especialistas nuevamente.

«A principios de septiembre del 2022 llegué a urgencias por una tos que tenía hace
2 meses, tiempo durante el cual fui a distintos médicos por tratamiento,
algunos lo tomaron como alergia o hiperreactividad de mis bronquios como
consecuencia de la radioterapia», cuenta la maipucina Sin embargo, un escaner reveló que la causa de su tos era otra.

El resultado de las imágenes expusieron que tenía neumonía y nódulos en distintas partes del tórax. El cáncer regresó a su cuerpo de una forma muy agresiva.

«Ya no es cáncer de mamas, el cáncer hizo metástasis y ahora se encuentran nódulos en los pulmones, glándula suprarrenal, y pequeñas metástasis en el cerebro que por ahora están afectando sobre todo el nervio óptico, por ende, mi visión«, detalló Paula.

La joven de 28 años cuenta que su caso pasó a comité médico, donde «se decidió priorizar el tratamiento a las células que se encuentran en el cerebro, el tratamiento inicia nuevamente, con 5 ciclos de radioterapia ya realizadas, que mostrarán su resultado final a principio de diciembre».

Actualmente, Paula está esperando el resultado de la radio terapia y pasando a segunda etapa del tratamiento, que corresponde a la quimioterapia para atacar
los nódulos pulmonares.

«Estoy en el segundo de tres ciclos de quimioterapia del cual ya se notan mejorías, al menos ya no tengo tos, lo que es un gran alivio«, asegura Paula.

En medio de esta experiencia y del complicado proceso que está viviendo Paula, ella hace un importante llamado: «Les pido que se realicen el auto examen, mírense, tóquense, conozcan su cuerpo para que puedan identificar cuándo hay algo anómalo, vayan a médico, realicen sus controles, no importa su edad o los antecedentes familiares, no hay peor diagnóstico que el que no se conoce».

«El cáncer da miedo, muchísimo, pero con el diagnóstico sabes a qué te enfrentas,
por mi parte, tengo claro que el cáncer en mí es una enfermedad crónica con la que voy a tener que vivir siempre controlando y revisando, para no darle la oportunidad de seguir avanzando«, afirma la joven.

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