Probablemente las cosas no tenían por qué terminar así. Porque esta es una historia triste. La protagonista es Paulina Alzaga, quien tenía 17 semanas de embarazo y esperaba a una pareja de gemelos. Pero todo terminó de la peor manera.
Esta historia, como todas las que tienen mal término, es la sumatoria de casualidades funestas. Porque Paulina Alzaga no tenía por qué atenderse en el Hospital El Carmen de Maipú. Ella, junto a su pareja y dos hijos, viven en Peñalolén. Venden cosas de forma itinerante y el destino del fin de semana pasado era Viña del Mar. Pero ella decidió quedarse en Maipú, en la casa de su madre. Quería “cuidarse”.
Entrevistada por La Voz de Maipú cuenta que tiene dos hijos de 14 y 4 años, y que el embarazo era tranquilo. “Con náuseas y vómitos, las molestias esperables de un embarazo de gemelos”, señala.
La noche del viernes 17 de febrero no fue buena. Al otro día nada más despertar le pidió a su padre que la llevara al Hospital El Carmen de Maipú. Ahí “me recibió la matrona, me habló super calmada, me aclaró todo lo que le pregunté. Ella me puso viadil para los dolores y me dijo que debía revisarme el doctor”, comenta.
A juicio de la madre, el doctor de apellido Vallejos “no quiso atenderme ni hacer exámenes”. Tampoco revisó ni hizo tacto. Optó por mandarla de vuelta a la casa.
Ese día a las 11:47 hrs la afectada publicó un mensaje en facebook. Como una antesala de la tragedia que, horas más tarde, se desencadenaría
Alzaga volvió a su casa. Los dolores no cesaban y la decisión del Hospital de enviarla de vuelta a la casa, era algo que ella -en su angustia- no comprendía.
“Cuando estaba en mi casa los dolores continuaron, yo estaba con mis dos hijos, porque mis papás habían salido. Mi mamá tenía una hora con el cardiólogo. Entonces me quedé sola con mis dos hijos, cuando comencé con los dolores fuertes, mi hijo mayor comenzó a llamar por teléfono y yo no sabía que hacer. Quedé arrodillada en el piso, sin poder hablar, sin poder hacer nada. Mi hija de 4 años lloraba, gritaba. Yo no podía hacer nada. En eso llega mi mamá y me lleva al hospital”, comenta.
El viaje al Hospital fue rápido, pero no lo suficiente para evitar lo que pasó: “llegamos al Hospital, pero rompí membrana en la calle, mi hijo nació en la calle. Afuera del Hospital”.
De ahí en adelante todo fue caos. “Comencé a gritar, mi mamá pedía ayuda y del Hospital nadie salía. La gente que iba saliendo comenzó a ayudar, fueron a buscar una silla de ruedas, pero la dejaron en la mampara del hospital, tuve que llegar casi arrastrándome, no fueron capaces de ir a buscarme donde estaba. Después de eso mi mamá me lleva corriendo a la maternidad, pero no me abren la puerta, porque me tenían que hacer el ingreso”, explica.
Casualidades de la vida, el doctor que la metió a pabellón, fue el mismo que en horas de esa mañana no tuvo, si quiera a juicio de la madre, el gesto mínimo de examinarla en conciencia. Su segundo hijo también fue abortado. Ahí ella acusa que “lo dejaron envuelto en un pañal, en mi misma cama por casi una hora. Conversaban entre ellos, pero nadie me decía nada”.
Desde aquel episodio, durante 3 días nadie cambió las sábanas de la paciente, y en la habitación se acumulaba la basura. Lo único que hizo que el Hospital prestara el servicio de aseo, fue la publicación del caso en redes sociales y prensa.
«Ojalá que no sigan pasando estas cosas, este hospital es nuevo y se destaca por las negligencias, no por la buena atención», dice a modo de reflexión cuando la entrevista llega a su término.
Hospital responde a través de comunicado
Consultados por el portal de noticias Terra, el Hospital El Carmen no dio a través de sus voceros autorizados, ningún tipo de declaración, ni menos una conferencia de prensa donde se pudieran realizar preguntas. Se limitaron a contestar con un comunicado donde señalan que “entendiendo que la pérdida de un hijo bajo cualquier circunstancia causa un profundo dolor a los padres y familiares, el equipo clínico del Hospital El Carmen, Dr. Luis Valentín Ferrada, lamenta el fallecimiento de los hijos en gestación de la paciente Paulina Alzaga Guerrero , a quien se ha extendido su hospitalización para entregar la contención y atención psicológica necesaria mañana lunes 20 de febrero. No obstante, tras una primera revisión de los antecedentes clínicos podemos señalar que las condiciones irreversibles de su diagnóstico desencadenaron la pérdida de los dos hijos en gestación. Considerando todo lo anterior, el hospital abrirá una investigación clínica para indagar con mayor acuciosidad todos los antecedentes relacionados con la atención de la paciente , con la finalidad de entregarlos a la madre y su familia”.
Familia anuncia querella
Las formas en que se dieron las cosas tienen a la familia con una pena profunda. Están decididos a llevar el caso a la justicia, “aunque nadie podrá devolverme a mis hijos”, nos dice Paulina.
El caso generó amplio rechazo en redes sociales, donde acumula miles de compartidos, y la indignación de una comunidad que ve con rabia, como un Hospital llamado a convertirse en un centro de salud cercano y que entregara confianza a sus vecinos termina siendo todo lo contrario.
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