#SEBUSCA: Jorge Olivera Soto fue sentenciado el 2018 a diez años y un día de presidio mayor en su grado medio como autor de los delitos de violación reiterada de su hijo y aún no ha sido detenido.
Hace solo unos días, reapareció en Maipú Jorge Olivera Soto, un hombre que fue sentenciado en 2018 por violación reiterada contra su propio hijo y que ha estado prófugo desde el fallo del poder judicial y su expareja —madre de la víctima—, lo vio conversando al frente de la casa de los padres de él.
“Ayer lo vi con su papá, estaban afuera de la casa de ellos, paré el auto, me bajé y se entraron (…) me miraba desde adentro mientras me amenazaba con matarme”, afirmó la madre de la víctima.
Una verdadera pesadilla fue lo que pasó la madre y un joven, quienes tuvieron que realizar todo un proceso de terapia y juicios por la terrible acción. Según cuenta la mujer, después de que se había separado con el padre, el niño de iniciales M.E.J.O.L. tenía una relación aparentemente “normal” con su progenitor.
“Mi hijo iba los fines de semana a su casa, se llevaba bien con el papá, no podía imaginar una cosa así”, contó la madre, hasta que llegó el momento y cuando el pequeño ya tenía 12 años se supo la verdad.
La mujer percibió algunos comportamientos extraños y el pequeño decidió abrirse, pero le contó a su abuela, debido a que con ella tenía mayor confianza, y le aseguró que “su papá lo tocaba…”.
Desde ese entonces, la madre pasó por todos los conductos regulares para denunciar a la justicia al padre de su hijo. “No lo dudé, porque al mencionar los hechos, mi hijo recordó un departamento en el que vivimos un tiempo, cuando él tenía 4 años, por lo tanto, debió marcarle mucho ese hecho”, detalló.
Según el relato, hubo muchos juicios y un camino muy largo, en el que Jorge Olivera Soto solamente tuvo una medida cautelar de reclusión nocturna, mientras se hacían las pericias correspondientes al niño en el Servicio Médico Legal y con psicólogos.
Sentencia por violación de menor de 14 años
Finalmente, el 1 de agosto del 2018, se sentenció a Jorge Luis Olivera Soto, padre de la víctima M.E.J.O.L. a sufrir la pena única de diez años y un día de presidio mayor en su grado medio, como autor de los delitos de violación reiterada de menor de 14 años y un delito de abuso sexual de menor de 14 años, ilícitos previstos y sancionados en los artículos 362 y 366 bis del Código Penal.
Según el documento, los hechos tuvieron lugar en la comuna de Maipú entre los años 2007 y 2014 y Jorge tuvo un breve período de prisión preventiva en los primeros años del proceso, arresto domiciliario parcial y total en los últimos días del fallo. Sin embargo, esto no fue un impedimento para que el día que saliera la sentencia, Jorge Olivera Soto escapara, sin dejar rastro.
“El día del juicio oral, lo tuve que ver, estaba al frente mío, sin embargo, como era tan largo el proceso, a la semana siguiente salió la sentencia, lo que le permitió escaparse y estar prófugo”, agregó la mamá de M.E.J.O.L.
Y así han pasado casi 3 años y Jorge se mantiene prófugo de la justicia, hasta que el recién pasado 14 de junio, la madre de la víctima vio con sus propios ojos lo que no podía creer: el abusador se encontraba conversando en la calle, al frente de la casa de los padres de él.
Llamó a carabineros, pero cuando entraron al domicilio en el que supuestamente se encontraba, ya no estaba.
La mamá de M.E.J.O.L. no sabe qué hacer, debido a que según ella, la justicia no responde como debería y decidió hacer público estos hechos tan fuertes para su familia, porque su hijo —que actualmente tiene 18 años—, quiso que así fuera.
“Mi hijo tuvo que ir a terapia obligatoria, de forma muy seguida, recordando los hechos todas las semanas, cuando el cierre emocional se hará cuando su padre esté en la cárcel”, “hoy tengo miedo de que esté suelto y que mi hijo lo vea en la calle, eso sería terrible”, sentenció la madre.
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