Músico, productor, artista. Son algunos de los oficios que cultiva Leonardo Mallea, miembro del grupo musical Manual de Carroña y doble de los Fabulosos Cadillacs. Sus presentaciones son conocidas en el mundo social, tanto así que hace poco se presentó en uno de los escenarios de la marcha No Más AFP, invitado por la misma coordinadora. Tímido, soñador, inquieto. Quisimos adentrarnos a su mundo a través de esta entrevista para la Voz de Maipú, realizada durante una larga  tarde de conversación vía mensajes de texto.

– ¿Qué te pasa cuando escuchas la radio?

Creo mucho en la contra cultura, me gusta saber que en mi barrio, los vecinos sí escuchan mis canciones, ese concepto de que nadie es profeta en su propia tierra no lo creo tan así, porque la tierra de uno es donde uno vive, y si uno no tiene convivencia con los vecinos de al lado es imposible que puedas pretender siquiera que la gente de otras galaxias te quieran escuchar. Me parece que están todas las herramientas para generar espacios de comunicación y entretenimiento. Siempre vamos a existir los de abajo, nos van a querer callar como Víctor Jara, pero están cagados, el pueblo siempre inventa la manera de ser escuchado y finalmente ellos son los únicos sordos, porque la gente igual va a bailar lo que ellos quieran pero la comunicación abajo se da con otros códigos.

– ¿Qué es lo que más rescatas de tu trabajo como doble de los Cadillacs y en general doblando canciones de otros artistas?

Lo más importante es el crecimiento artístico. Porque al interpretar a un personaje determinado, tienes que hacer un estudio, ver como esa persona se relaciona con el público y con los medios. De todo eso se va aprendiendo, yo de cada personaje que he imitado, voy generando un mapa y viendo que cosas positivas puedo rescatar para ir mejorando yo mismo como artista e intérprete.

– Desde afuera, se te observa como un tipo sensible y querendón. ¿Crees en el amor?

Creo mucho en el amor, creo que para construir cualquier idea esta debe estar basada en el amor como primera y fundamental herramienta ideológica. Cuando los espacios son sacados de ese contexto e ingresan a una etapa más mecánica, institucionalizada o burocrática, automáticamente se me genera un rechazo emocional. No me siento parte de los espacios donde se manipula o se excluye. En todos los espacios artísticos donde he participado el motor principal para la construcción de ideas, las que me mueven pertenecen a un contexto social, y si no se respetan ciertos parámetros que tienen que ver con el respeto y la consideración ya me generan distancia, porque creo que los procesos creativos nunca deben perder la humildad y el amor tiene que ver con eso. Con mantener la esencia de lo que uno es, de lo que se quiere entregar y de lo que se espera a cambio.

«Las artes en general no son valoradas, la artesanía a mano, no está valorada, a menos que tu apellido sea Matta»

Hace poco, Leo estrenó un nuevo personaje llamado  Tomaz Toro y a través de él comenta distintos pasajes de su reciente viaje al sur.

– ¿En qué se parece Tomaz Toro a Leonardo Mallea?

Tomas es un personaje que se inspira en un tío. Hace pocos días decidí salir de vacaciones, porque necesitaba aclarar muchas cosas personales que me estaban atormentando emocionalmente y en un Quiosco del terminal de buses lo vi y no dude en comprarlo. Luego comenzó el juego, utilizando frases muy típicas de él, y tratado de rescatar la esencia principal, que es de la fascinación por la vida. Y ahí tenemos mucho en común, sobre la capacidad de sorpresa, la admiración y la contemplación de lo que sucede a nuestro al rededor.

Yo soy muy conversador con las personas con las que me siento en confianza, pero también soy muy callado en espacios públicos, y en eso nos parecemos muchos. Tomaz en realidad no habla mucho, solo demuestra su emoción, las impresiones, que por cosas muy sencillas se transforman en algo espectacular. La frase pero “bueno qué le vamos a hacer” tiene relación creo yo con que hay cosas que están lejos de poder ser solucionadas, por que obedecen a un orden natural de la vida, por lo tanto es bonito pensar que hay cosas que no las podemos controlar y solo hay que conformarse con agradecer y darse cuenta de que ese detalle lo hace espectacular. Pero bueno, que le vamos a hacer.

– Hablemos de tu vida como músico. Mucho cabro joven saca la calculadora antes de elegir una profesión u oficio, en tu experiencia ¿se puede vivir del oficio de la música?

El éxito es algo absolutamente relativo. Porque es para largo, cuando uno es joven, se abren muchas puertas, pero la base económica de esas puertas es súper baja, y se supone que está la oferta de crecimiento laboral, la que te dice que puedes hacer carrera, y así, mientras más ganas, más te endeudas, porque la oferta cada vez es mayor. Cuando uno alcanza el conocimiento y la capacidad de desarrollarse en el mercado para el cual te preparaste, resulta que ya no caes dentro de el margen de edad que ellos consideran. Por lo tanto todo lo que pudiste ahorrar se va en gastos de imprevistos. Lo que ellos quieren es generar mano de obra barata y tú ya estas sobrecalificado. En la música también pasa eso, tengo una amiga con la que compartí hace unos días y me decía que ella usaba muchos tratamientos de cutis para no verse vieja, porque si ella se arruga se le acaba la pega, y en ese caso los hombres tenemos muchas ventajas, y no lo digo alardeando, sino para de alguna manera mostrar las diferencias y privilegios que tenemos los hombres en una sociedad patriarca. Las artes en general no son valoradas, la artesanía a mano, no está valorada, a menos que tu apellido sea Matta.

– ¿Qué se trae entre manos Leo Mallea  para el segundo semestre?

Seguir trabajando con el Tributo a Vicentico y Los Fabulosos Cadillacs, por ahí tengo un par de viajes para Copiapó y Chiloé, además con Manual de carroña, recuperando tiempo luego de un receso necesario. Grabando ya de manera más profesional, lo que hace que el proceso por un tema de carácter económico sea más lento, pero de mejor calidad, con algunas colaboraciones sorpresas. Y preparando material solista, que pretendo ir a grabar a Argentina ojalá en el mes de septiembre en los Estudios Loto Azul de Mario Siperman (tecladista de Los Fabulosos Cadillacs). Donde tengo la posibilidad de compartir la colaboración musical con destacados músicos de Argentina. Y en lo audiovisual, seguir trabajando con Tomaz Toro, que me abrió la posibilidad de generar hartas cositas bonitas que nacen de la cabeza. O sea el segundo semestre se viene espectacular, pero bueno, que le vamo´h a hacer.

– ¿Tienes alguna frase de cabecera que te acompañe cada mañana?

Tengo varias, son como mandamientos. Nada es imposible, no le hagas a otros lo que no te gusta que te hagan a ti, has el bien sin mirar a quien, la familia primero. Pero hay una que le escuché a la compañera Gladys [Marín] en una intervención que era muy bonita y es que debemos ser el farol que alumbra la plaza, no la ampolleta que alumbra la sede. Que hace referencia a que si somos actores sociales debemos demostrar con actos y no con tanta paja mental lo que somos capaces de hacer. Ya que el lenguaje construye realidades y somos nosotros los que debemos cambiar lo que queremos cambiar. No esperar que otros lo hagan, porque nos podemos pasar la vida esperando y el futuro es hoy.

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