Doris González, candidata constituyente: “Somos aquellas mujeres que nos politizamos en el barrio y que vamos a entregar las garantías ciertas de que Chile va a ser distinto”

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Doris González es trabajadora social y reconocida por ser vocera del Movimiento de Pobladoras y Pobladores UKAMAU. Quienes, tras una década de lucha y sacrificio, finalmente consiguieron concretar el innovador proyecto de vivienda social “Barrio Maestranza”.  

Esta victoria significó que más de 400 familias de allegados al fin obtuvieran las llaves de sus nuevos hogares, de un proyecto diseñado por el destacado arquitecto Fernando Castillo y que cumple con viviendas sociales de alto estándar en la comuna de Estación Central.

En conversación con Doris, nos cuenta en que va la segunda parte del proyecto “Barrio Maestranza”, y también sobre las propuestas de su candidatura a la Convención Constituyente por la Lista Aprueba Dignidad en el distrito 8.

Hace poco se dio el visto bueno a la, segunda parte del proyecto del Barrio Maestranza, que ya es una realidad para cientos de familias. Cuéntame ¿qué significa realmente ahora esta segunda etapa del proyecto?

Yo creo que esta segunda etapa lo que hace es ratificar el trabajo y la estrategia que hemos levantado como Ukamau. Que es invitar a la gente a luchar por la vivienda y también el derecho a la ciudad.

Un espacio bien localizado, que además trabajamos con mucha información hacia las asambleas. Que la gente entienda y sepa qué es lo que significa la política habitacional, cuáles son los obstáculos que tenemos que sortear y de esa manera también se involucran mucho más.

Yo creo que el proceso que hemos vivido ha sido el correcto. Lo que hemos venido trabajando, ir abriendo espacios también a la politización en nuestras asambleas y que la información es un elemento vital.

Por otro lado, el mirar nuestra problemática mucho más allá que el subsidio en particular. que la vivienda como solamente como la infraestructura. Sino que ir más allá, pensando en una nueva forma de hacer una política pública tan importante como es la ciudad.

De esa manera también llevar propuestas a la institucionalidad. Eso qué quiere decir: que estos proyectos que nosotros presentamos, incluso son innovadores para la misma autoridad.

Porque nosotros lo que hemos ido haciendo es ampliar la mirada y decir “claro, queremos un lugar digno para vivir”, que eso significa: casas, o departamentos en este caso, que estén bien ubicados, con infraestructura y cerca de los servicios que es algo fundamental. Esto también marca una esperanza para aquellas y aquellos que veían como la única opción para obtener una vivienda, es vivir en la periferia.

Acá se está mostrando que sí se puede, y que el trabajo que hemos venido haciendo ha sido el correcto.

¿Cómo crees que se relaciona tu trabajo que has realizado tú y en Ukamau con esta intención de querer llegar para la Convención Constitucional?

Se enmarca dentro de las necesidades de transformar. Primero, nosotros siempre hemos dicho “las cosas no se han hecho bien”, pero no basta con decir esto, sino que también hay que actuar de otra manera.

Hay que mirar el mundo distinto, porque de esa manera también vamos aportando, y para nosotros va a ser fundamental. Que nuestra presencia en la institucionalidad ayude a empujar esas transformaciones y corregir también las cosas que se han hecho mal en este país.

Esta deuda que tenemos con nuestra gente, con nuestro pueblo, con las mayorías trabajadoras, la podamos subsanar en este proceso constituyente donde necesitamos que el Derecho a la Vivienda y a la Ciudad sea establecido en esa nueva Constitución

Hay dejar de mirar las cosas sólo como lamentablemente lo ha hecho la política pública en vivienda, que es acabar con el déficit habitacional pensando sólo en construir unidades habitacionales, sin las posibilidades de desarrollo que se necesitan hoy día para la ciudad. Esto abarca también la democratización de la ciudad y cómo acabamos con la segregación socio-espacial que vivimos como sociedad en este momento.

Entonces ahí se enmarca nuestra irrupción en las instituciones, y que creemos que vamos a hacer un buen trabajo ahí porque además no tenemos oportunidad de fallar. Tenemos tantas esperanzas puestas y hemos demostrado con hechos concretos que nuestras propuestas sirven.

Que esto de pensar en una ciudad distinta, más integrada, más participativa, donde todas y todos tengamos acceso a la estructura, a los servicios, a la tecnología con la que contamos hoy día en este momento histórico.

Vamos avanzando en eso y ahora en la institucionalidad seguramente vamos a poder hacer muchas más cosas, siempre y cuando haya una involucración de las comunidades, de la gente y del pueblo en esos procesos.

Cuando hablas de participación ¿te refieres dentro del espacio del proceso constituyente o que la próxima nueva constitución asegure que todas las decisiones tengan una herramienta de participación que permita escuchar a diferentes actores sociales y políticos?

Mira yo lo veo en varios escenarios. Uno que tiene que ver con la activación en los territorios, que es esto de organizarse y proponer, de decir también lo que está mal y lo que hay que cambiar.

Por otro lado, en la convención constitucional, sí tiene que tener un ejercicio de participación con las comunidades y que la toma de decisiones no se quede alojada entre cuatro paredes. Sino que, al contrario: se salga a los territorios de alguna manera, pensando en la pandemia que estamos viviendo lamentablemente.

Yo tengo plena confianza en que lo vamos a lograr, en que vamos a hacer que esta nueva constitución sea una toma de decisión con la gente.

Pero en concreto ¿cómo sería ese conducto con la gente y la convención? ¿cómo lo ves tú? ¿cómo lo propondrías tú dentro de la institucionalidad?

Primero que las discusiones y las sesiones, sean abiertas, que todas y todos podamos acceder a esa información. Por otro lado, que los convencionales tengamos que salir a los territorios a entregar cuentas de lo que estamos haciendo y dialogar con la ciudadanía y que las tomas de decisiones también la gente pueda participar, que podamos hacer consultas, plebiscitos, o lo que sea.

Doris, ¿Cómo ves tú que representa tu candidatura a la convención constitucional a diferencia de otras?

Efectivamente es el movimiento social que en esta en esta candidatura. Un movimiento social que ha ayudado a pujar los cambios. Que no está haciendo digamos turismo político y electoral. Que acá además venimos de los sectores populares, que lamentablemente, por mucho que se hable de las fuerzas transformadoras, el mundo popular estaba invisibilizado.

Sobre todo, se utilizaba mucho como slogan, como: “no, representamos el amor popular, el cambio”, pero sin contar con la fuerza necesaria de estas organizaciones que hemos nacido desde el territorio y que yo creo que eso marca una diferencia.

Pero también el trabajo y la trayectoria que hemos llevado como Ukamau, que tiene que ver con los espacios de democratización de la ciudad de hoy día para nosotros es un eje fundamental. Y eso es lo que queremos transformar, el derecho a vivir dignamente. Y eso es lo que encarna y lo que da distinción de esta candidatura, que no es un slogan, no es una bonita frase, sino que encarna efectivamente la lucha popular.

En concreto ¿cuáles son tus principales propuestas para la nueva constitución?

Establecer derechos fundamentales que, en eso no es sólo los derechos sociales, sino que también económicos y políticos, que hoy día no se están entregando.

La constitución actual tiene un problema de distribución del poder, entonces la nueva constitución tiene que entregar más poder a las comunidades, a las organizaciones, a los territorios, y en ese mismo sentido avanzar en espacios democráticos.

La institucionalidad también tiene que modificarse. Sobre todo la crisis de gobernabilidad que estamos viviendo. Tenemos que avanzar hacia un sistema semi presidencial con una unicameral. Donde ese parlamento unicameral, las organizaciones o la ciudadanía también pueda presentar proyectos populares de ley.

Que las decisiones no recaigan sólo en una persona, que lamentablemente en estos momentos ha tomado pésimas decisiones como el presidente actual Sebastián Piñera.

Pero, por otro lado, los derechos tan fundamentales como el derecho al trabajo digno, a la sindicalización, a la negociación por rama, al salario universal como mínimo, pero también como máximo.

Acá en este país mucho se habla de acabar con la pobreza, pero no se habla de acabar con la riqueza porque para acabar con la extrema pobreza, tienes que acabar con la extrema riqueza. Entonces acá la hiper concentración de la riqueza es la que ha permitido los dolores y penas que hoy día sufrimos como pueblo trabajador.

También ahí también se enmarca el derecho a pensiones dignas con un nuevo sistema de pensiones, donde estén los tres actores importantes en esto: el Estado, los trabajadores y digamos los empleadores.

El derecho al agua, el derecho al medio ambiente, los derechos de las mujeres a decidir, pero también el derecho y el reconocimiento al trabajo doméstico.

En este cambio a la constitución, y por supuesto el derecho a la vivienda, que no es la caricatura que le vamos a entregar casa a todo el mundo, sino que pensar en nuevas formas, y adecuadas para que todas y todos puedan vivir dignamente y tengan derecho a un hogar.

Vamos a lograrlo, pero eso insisto que sigue dependiendo también de la participación de la gente. Este 15 y 16 de mayo va a ser el hito que va a marcar un precedente y va a marcar un cambio también para nuestro país.

Bueno, queda claro el derecho a la vivienda digna es el sello de tu candidatura y lucha social. Si tuvieras ahora el lápiz y el papel para escribir la constitución ¿cómo redactarías ese derecho, ese principio?

Que todas y todos tienen derecho a vivir dignamente, a desarrollarse humanamente y a tener las mismas oportunidades. En ese mismo sentido, a través del derecho a la vivienda y a la ciudad, van a tener acceso a una educación de calidad, a un trabajo digno, a pensiones, adecuadas, y por supuesto, a la dignidad que se necesita hoy día en nuestro país, que van a tener dignidad para vivir y felicidad también.

¿Cómo va a ser el vínculo con las otras instituciones? ¿Cómo evalúas tú que va a ser e ese vínculo entre los diferentes organismos públicos?

Efectivamente hay que coordinarse entre las distintas instituciones. Por más que uno piense distinto o por los matices que se tengan, tiene que existir.

Yo que siento que quizás con el ejecutivo no va a ser la mejor de las relaciones. Quienes estemos la Convención vamos a tener este ímpetu transformador que al gobierno no le va a gustar.

En la gobernación regional seguramente vamos a poder dialogar mucho mejor, porque ahí va a haber una mujer va a pasar a la segunda vuelta y después va a ganar: la Karina Oliva. Y ella también ha bregado por hacer de la Región Metropolitana un espacio más seguro, una ciudad distinta, una ciudad menos segregada. Y yo creo que vamos a ir en ese mismo rumbo.

En un ejercicio de discusión práctico y que ayude a entregar las garantías y los derechos a la gente, a la ciudadanía en este 2021. Y entregar certezas también, que yo creo que eso va a ser fundamental para recobrar la confianza de la gente en estos procesos electorales que en algún momento también fueron tan alejados del sentir popular.

Buenos, sabemos que los grupos más conservadores no se van a quedar de brazos cruzados y van a hacer resistencia tanto externa como dentro de la convención. ¿Qué cualidades crees que tienes tú que pueda hacer frente a esta resistencia a las transformaciones sociales?

Yo creo que he tenido una capacidad de diálogo super grande (ríe). Y eso no significa que lleguemos a la discusión que está ahora, así como “no que te entregai’ a lo’ acuerdo’ mínimo’ y pasaste a ser amarilla y te vendiste y todo eso”.

Sino que nos ha tocado, y en mi caso como en algún momento como liderar también el proceso de La Maestranza. Me tocó dialogar con diferentes actores, tanto de la Cámara Chilena de la Construcción, como ministros, subsecretarios, encargados de algunos servicios de vivienda en los que éramos diametralmente distintos dentro del pensamiento.

Pero con una propuesta clara, con argumentos, efectivamente logramos levantar un, en este caso un barrio, un proyecto de ciudad, no sólo de vivienda, sino que un proyecto de ciudad distinto y que lo hicimos posible y se hizo con la oposición de la mayoría de las instituciones.

Entonces ahí hay una prueba de que sí estamos o estoy en este caso capacitada para emprender esta pelea ideológica, pero también de argumentos para avanzar hacia una constitución democrática.

¿Cómo sueñas que va a estar redactada la nueva constitución? ¿Cómo va a quedar redactada?

Yo estoy segura que vamos a lograr instalar en la nueva constitución el derecho a la vivienda y a la ciudad como un eje importante y de garantías para la gente. Vamos a tener   que dar la pelea.

Pero en el derecho a la ciudad, particularmente, es donde queremos que no sólo se hable de infraestructura y servicios, sino que también de los derechos que te mencionaba antes: derecho al trabajo, derecho a la educación, a la salud, a pensiones, a medio ambiente.

La ciudad lo abarca todo y ahí es, digamos que me imagino que no va a ser fácil, pero que efectivamente lo vamos a lograr. Vamos a hacer que la democratización de la ciudad sea un hecho concreto en la constitución para que el resto de las instituciones y la ciudadanía pueda llevarlo a la práctica. Hacerlo un ejercicio cotidiano.

Si bien tenemos el ejemplo de lucha de UKAMAU, todavía hay miles de familias que siguen en situación de allegados ¿Qué pasa con estas personas que necesitan soluciones ahora? ¿qué pueden hacer ellos?

Lo que tenemos que seguir haciendo es mantener los niveles de organización. No confiar en estas ideas de que la postulación o la obtención de vivienda es una tarea individual, sino al contrario, es una tarea colectiva que ayuda a mejorar la calidad de vida.

En general, este último gobierno ha estado haciendo un llamado a postulaciones a la vivienda de manera individual y virtual. Lo que no entrega ninguna garantía de obtener verdaderamente la vivienda. La entrega de subsidios en muchos casos no se concretiza con la entrega de una vivienda, sino que sigue siendo un “boucher” con el que tu casi vas a cobrar una vivienda que el mercado te ofrece. Que muchas veces es pequeña, que está mal ubicada, que no tiene las condiciones mínimas.

Y por eso la solución no puede seguir siendo individual, sino que tiene que ser colectiva. A través de los comités de vivienda que dentro de la normativa que existe, te puede entregar mayores garantías de dónde vas a vivir. Tener junto a tus vecinos y vecinas la posibilidad de construir un espacio más colectivo, más seguro, más participativo, y también crear las redes necesarias de colaboración y de solidaridad en la comunidad,

Y sobre todo con esta crisis sanitaria que hemos venido viviendo y una crisis económica que ha profundizado la necesidad. Y que ha hecho crecer las ocupaciones irregulares, las tomas, porque no hay condiciones ni siquiera para pagar arriendos. Entonces queremos que esto sea lo más rápido posible, pero también el llamado de ellos a seguir pensando y resolviendo esto de manera colectiva, no individual.

Me gustaría que me contaras como una experiencia que te haya marcado dentro de estos… bueno tu conoces muchas de las familias que están ahora en el Barrio La Maestranza.

Todas (ríe).

Bueno, todas. ¿En particular hay una experiencia que te haya marcado así tanto de en lo humano, y qué sabes que vas a pensar en eso cuando estés en la convención?

A mí las 424 familias del Barrio Maestranza, que fueron personas que lucharon durante muchos años, que no aparecieron de un momento a otro, que acá no vino alguien y a última hora obtuvo una vivienda, sino que fue un proceso colectivo de trabajo y de mucho esfuerzo. Todas me marcaron mucho, porque todas tenían realidades distintas, problemáticas.

Pero hay una vecina en particular que después de la entrega de las viviendas me dijo algo que todavía me sigue dando vueltas y me emociona. Bueno ella vive en un segundo piso en uno de los edificios, y yo llegué a su casa un día y le dije “¿cómo esta vecina?”, y me dijo “super bien, estoy feliz, estoy con mi nieta y ella no se quiere ir de la casa”. “¡Ah!” le dije yo. Y salió su nieta del departamento. “¿Y cómo está?” y le pregunté: “bien tía”, me dijo, “estamos felices”. Y la niña volvió a entrar al departamento, y la vecina me dice: “y esta cabra, esta cabra no se quiere ir” me dijo, “Está tan feliz, porque tiene baño y ahora se puede bañar. Y no se sigue bañando en la pieza donde vivíamos por presa con un balde”.

Entonces eso te marca siempre. Y uno que vivió de allegada que también, sabe lo que significa. Y que ella me haya dicho eso me doy absolutamente por pagada del trabajo que hicimos. Ojalá nunca nadie más nos vuelva a decir que primera vez que puede utilizar un baño, una ducha caliente.

Bueno, para cerrar ¿por qué la gente debe votar Doris González este 15 y 16 de mayo?

Porque la trayectoria que tengo y que tenemos nos avala. Porque de verdad queremos transformar y hemos trabajado durante años por aquello. Porque no podemos desaprovechar la oportunidad que tenemos para escribir una constitución que garantice derechos. Que sea democrática, que esté de cara a la gente y porque somos la transformación.

Somos aquellas mujeres que nos politizamos en el barrio y en la población, y que vamos a entregar las garantías ciertas de que Chile va a ser distinto. Y, además, voy liderando la lista del Apruebo Dignidad.

Así que el llamado es a votar con consciencia, informados, pero sobre todo votar por aquellas y aquellos que hemos estado luchando por que este país sea distinto. No seguir entregando a otras y a otros esa posibilidad, que no cumplieron, que no lo hicieron, que no tuvieron la voluntad y que no la tienen. Nosotras sí. Doris González sí.

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