Elías Vargas cuyo seudónimo es Kraken es un escritor maipucino de poesía decadentista y narrativa de ficción y de terror. Él se define asimismo como un poeta simbolista que conoció la poesía y la escritura de forma autodidacta a los dieciséis años cuando comenzó a escribir sus primeros poemas y cuentos influenciados por autores como el Marqués de Sade, Hermman Hesse y bandas de música heavy metal, aunque él ha reafirmado con los años que sus referentes más obligados siempre fueron Ezra Pound, Paul Celan y Emil Cioran. Ha publicado hasta la fecha dos libros de poesías decadentista y existencialista “Dalias Blancas Para el Malvado” y “Procesión fúnebre”.
«Procesión fúnebre» explora la poesía oscura. ¿Qué te inspira a escribir sobre temas tan profundos y sombríos?
Pesadillas, demonios, espectros y traumas personales y colectivos básicamente. La misma decadencia en la que está la sociedad y el mundo actual son una gran fuente de inspiración donde hacen aflorar las más dantescas pesadillas, y bueno, me alimento de eso y lo transformo en poesía. Siempre he creído que de esta realidad en la que vivimos como seres humanos podemos sacar muchas ideas frescas para temáticas sombrías. En pocas palabras mi poesía es el reflejo de lo que el hombre ha hecho con su espacio vital y con su mundo.
¿Cómo equilibras lo personal con lo universal en tu poesía? ¿Hay experiencias de vida que consideras fundamentales para la creación de ‘Procesión fúnebre’?
En cuanto a la primera pregunta, no ha sido difícil el equilibrio entre lo universal y lo personal en mi poesía, es más, son dos facetas que van muy de la mano. Siempre suelo inspirarme en aspectos de la vida como la política, la psicopatología criminal, el esoterismo y los secretos que engloba la muerte. Todo aquello siempre me ha llamado la atención y lo he aplicado muy de lleno en mis poemas. Y claro que sí hay experiencias de vida claves para la creación de Procesión, hay muchas. “Al otro lado del Silencio” es un ejemplo de ello. Este poema lo recite para el funeral de mi padre, por tanto, desde ese momento cobró un simbolismo elegíaco para mí. También están otros más intensos como “Asesinemos a los Ángeles” o “La grieta de tu Maldito corazón “ que nacieron de un negacionismo casi fanático al amor luego de estas típicas penas y desilusiones que uno sufre en el amor en alguna etapa de su vida. Y bueno por otro lado también está “David contra Goliath” una visión un tanto decadentista y pesimista de lo que es la guerra y “Campos de la Muerte” un poema crudo de principio a fin que habla sobre la inocencia infantil robada por los comunistas del jemer rojo en la dictadura de Pol Pot en Camboya. Como ves estos dos últimos poemas más que experiencias de vida son visiones y posturas que de alguna manera también le dan sentido a Procesión fúnebre.
El título de tu libro evoca una imagen muy fuerte. ¿Qué simboliza la «Procesión fúnebre» para ti, y cómo se refleja en tus poemas?

La procesión fúnebre para mi simboliza el fin de una etapa, el fin de una vida, el entierro ritual de tus viejos miedos. Simboliza en pocas palabras el renacer desde la muerte a un nuevo ciclo, a una vida nueva, eso es la procesión fúnebre. Y se ve muy reflejado en mis poemas desde el intento vitalista o esperanzador en el cual convergen los finales de casi todos los poemas de esta obra. Muchos parten en la cima de la desesperación y al borde del colapso pero a medida que los vas leyendo te das cuenta que hay una intención o amago positivista por tratar de doblegar el destino incierto que nos envuelve como raza humana.
Al haber sido parte de talleres literarios en Maipú, ¿cómo crees que estos espacios han influido en tu desarrollo como poeta?
Me han influido mucho, me he enriquecido de los saberes de muchos de mis compañeros y profesores. El hecho de haber formado parte de talleres me enseñó a descubrir una inmensidad de libros y géneros en los que uno como escritor puede trabajar, escribir y por supuesto inspirarse en lo que más conoce y apasiona. Estos espacios me influyeron incluso en la forma de autodescubrirme como escritor y desde esa base focalizar mi estilo literario, de esa forma creo que eso te da cierto grado de autenticidad que es lo importante.
Actualmente estás trabajando en una nueva obra. ¿Puedes darnos una idea de cómo será y en qué se diferencia de tu trabajo anterior?
Estoy trabajando en dos obras. Una es una obra poética de extensión más bien breve en formato fanzine y la segunda es un poemario de extensión más largo titulado “La Enfermedad del Paraíso”, cuya temática central vendría siendo el esoterismo y el amor. Algo nunca antes visto en mis anteriores trabajos, pero con un lenguaje simbolista y críptico que no matara la esencia de “Dalias blancas” o “Procesión fúnebre”, sin duda. Con esta obra que vendrá al mundo a comienzos del próximo año terminaría mi trilogía Simbolista que es como autodenomino a mis tres poemarios.
Elías Vargas, bajo su seudónimo Kraken, nos ofrece una poesía que nace de lo profundo y lo oscuro, donde la decadencia del mundo se transforma en versos llenos de simbolismo. Con una habilidad única para entrelazar lo personal y lo universal, sus poemas nos invitan a explorar los rincones más sombríos del ser humano, siempre con un destello de esperanza. Su próximo trabajo promete llevarnos aún más lejos, explorando temas como el amor y el esoterismo, sin perder esa esencia que lo caracteriza. Leer a Kraken es enfrentarse a una poética poderosa que no deja indiferente, y que invita a reflexionar sobre nuestra propia existencia y los demonios que nos rodean.
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