El parque de Tres Ponientes es uno de los mayores pulmones verde del sector poniente de Maipú. El parque empieza en el río Zanjón de la Aguada hasta ferrocarril. Este sector verde de la comuna vive alrededor personas de estratos medios que disfrutan este hermoso lugar.

No obstante, en estos últimos años en algunas zonas del parque ha sufrido múltiples modificaciones involuntarias, por el hecho que dentro de estas áreas verdes han instalado múltiples asentamientos ilegales de personas.

Las precarias viviendas como carpas se concentran en todo el parque, pero especialmente entre avenida rinconada hasta Av. Nueva San Martín. Según varios vecinos y trabajadores del parque, estas casas lo habitan personas que tienen serios problemas con las drogas y el alcohol.

Lamentablemente en estos lugares existe un serio problema de higiene por los olores que salen de este lugar, prostitución, y, además, estos asentamientos coinciden con el aumento de sensación de inseguridad que vive la comuna en estos lugares ya mencionados.

Además, en el mismo parque ha aumentado las fiestas nocturnas que se concentran principalmente entre Av. Sur con Nueva San Martín. Al parecer esta realidad ha llegado a quedarse en el parque de Tres Poniente. ¿Qué podemos hacer al respecto para devolverle la tranquilidad al parque?

Algunos han propuesto cerrar el parque con rejas y ponerle horarios de entrada. Otros instan a mayor fiscalización de la municipalidad y de Carabineros para evitar estos asentamientos. Otros que ayuden a estas personas para que pueden cambiar sus vidas.

Nosotros creemos que la única forma de hacer algo al respecto es que exista voluntad de la municipalidad y la comunidad para cambiar esta realidad. Nos damos cuenta de que, sin voluntad, esta realidad seguirá ahí.

Esto nos lleva a preguntarnos qué es la voluntad.

En este caso específico la voluntad se define la fuerza que nos lleva a poder cambiar la realidad del otro. ¿Cómo podemos efectuar esta fuerza? Aplicando la sabiduría judía de ponernos en el lugar del otro, por medio de escuchándonos unos a los otros.

Es decir, que tanto la comunidad como la municipalidad escuchemos a estas personas que viven en precariedad y viceversa.

Esto nos llevaría a llegar un acuerdo para encontrar una solución que nos favorezca a todos.

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