En el mundo del arreglo doméstico, pocas herramientas son tan esenciales como el destornillador. Esta pieza fundamental, que se puede encontrar en cualquier caja de herramientas, tiene más variedades de las que muchas personas imaginan. Saber para qué sirve cada tipo de destornillador no solo te facilitará el trabajo, sino que además puede prevenir daños en los materiales o en la herramienta misma. Por eso, antes de ir a la ferretería a comprar «el primero que veas», vale la pena conocer qué modelo se adapta mejor a tus necesidades.
El destornillador más común es el de punta plana, también llamado de paleta. Este sirve para tornillos con una única ranura recta y es ideal para tareas sencillas, como armar muebles o apretar tornillos en electrodomésticos. Sin embargo, hay que tener cuidado: si se aplica demasiada fuerza o no encaja bien en la ranura, puede barrer el tornillo o dañar la punta. Por eso, es importante usar uno del tamaño adecuado.
Otro tipo ampliamente utilizado es el destornillador Phillips, fácilmente reconocible por su forma de cruz. Este tipo fue diseñado para que la fuerza aplicada se distribuya de mejor manera y evitar que el destornillador se deslice. Se encuentra en muchos dispositivos electrónicos, automóviles y electrodomésticos. A diferencia del de paleta, su encaje más profundo proporciona mayor estabilidad. En conjunto, los Phillips y los de punta plana son básicos para cualquier hogar.
Existen también destornilladores de estrella tipo Torx, que tienen una forma similar a una flor de seis puntas. Son muy utilizados en la industria automotriz, equipos de computación y ciertos electrodomésticos, ya que permiten aplicar más torque sin dañar la cabeza del tornillo. Este tipo no es tan común en los kits domésticos, pero si tienes aparatos más complejos en la casa, no está de más tener uno a mano.
En paralelo, los destornilladores Allen o de hexágono interno, funcionan con tornillos de forma hexagonal que se encuentran usualmente en bicicletas, muebles o aparatos que requieren montaje. Muchos juegos de herramientas ya incluyen llaves Allen, pero también existen versiones con mango, en forma de destornillador, que hacen más fácil el trabajo cuando el espacio lo permite.
Otro modelo que ha ganado popularidad es el destornillador de precisión. Como su nombre lo indica, está diseñado para trabajos detallados y delicados, como arreglar relojes, lentes o dispositivos electrónicos pequeños. Tienen un tamaño mucho menor y requieren más cuidado, pero son indispensables si se trabaja con objetos frágiles o de tamaño reducido.
Además de las diferentes puntas, hoy en día muchas personas optan por destornilladores con cabezales intercambiables, que permiten cambiar la punta según la necesidad del momento. Esto resulta práctico, sobre todo si el espacio es limitado y no se quiere tener una herramienta para cada tipo de tornillo.
En cualquier caso, es recomendable elegir herramientas de buena calidad, ya que las más económicas suelen desgastarse rápidamente, lo que termina dificultando las reparaciones. Visitar una ferretería especializada puede ayudarte a elegir un kit duradero y versátil, especialmente si te estás iniciando en el mundo del “hágalo usted mismo”.
Tener los destornilladores correctos no solo facilita el trabajo, sino que también evita errores comunes, como dañar la cabeza del tornillo, el material donde se inserta o incluso lesionarse por un mal uso. Al conocer para qué sirve cada tipo, puedes ahorrar tiempo y prolongar la vida útil de tus herramientas y aparatos.
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