Nadie está a salvo de las adicciones. Se trata de un mal común y constante en la historia que no siempre ha sido reconocido como tal. En la actualidad existe mucha información y control sobre sustancias o actitudes que pueden llegar a generar una adicción y estos son algunos de los mejores métodos para combatirlas.
Se podría decir que no existe un producto o una actividad perjudicial de por sí que genere adicción de forma espontánea, es necesaria una implicación del individuo en este sentido que, por diversas razones, puede llegar a perder el control en el consumo generando problemas para su salud y su vida.
Cabe preguntarse si los gobiernos pueden hacer algo como instituciones protectoras para ayudar a sus poblaciones a luchar contra las adicciones. Se trata de una gran responsabilidad que no debe recaer sobre un único Estado sino que debe ser compartida entre instituciones y ciudadanos.
Herramientas disponibles
La información completa, sencilla y veraz suele ser la mejor de las herramientas disponibles para brindar a los ciudadanos una oportunidad de luchar con eficacia contra las adicciones. Esto es así porque el desconocimiento de las consecuencias perjudiciales de sustancias o actividades se combina con la falsa información y creencias erróneas para dar lugar a individuos más propensos a caer en estas situaciones de descontrol.
La legislación es otra de las opciones más potentes con las que cuenta un gobierno para proteger a sus ciudadanos. La legalización o ilegalización de ciertas sustancias, las restricciones en el consumo, la lucha de la ley contra el tráfico ilegal de sustancias o la limitación horaria en la publicidad de ciertos productos y servicios son esenciales para alejar los riesgos de los individuos más débiles.
Este es el caso de los menores que pueden verse muy influenciados por la presión social ejercida por sus iguales, por la publicidad, por el ejemplo negativo de ciertos personajes conocidos o por contenidos disponibles en medios de comunicación y redes sociales. El control ordenado y estudiado de estos contenidos es indispensable para lograr esta protección del menor que resulta fundamental.
Otras Alternativas
Los gobiernos también pueden elaborar ciertos planes de actuación encaminados a evitar el consumo y a ofrecer alternativas más saludables. De este modo, la promoción de medidas de protección ambiental y estructural se fundamenta en la organización inteligente de los entornos para reducir los factores de riesgo.
No menos importante resulta la elaboración de planes para el ocio saludable con un especial foco dirigido a la población más joven. Este método consigue interesar a un porcentaje muy elevado de jóvenes en actividades de carácter saludable que priorizan el desarrollo intelectual o de habilidades, así como deportivo. Que los menores encuentren alternativas interesantes de ocio y entretenimiento fácilmente accesibles y de gran interés será la forma perfecta para apartarlos de los factores de riesgo más evidentes. Desde el consumo descontrolado de alcohol y drogas, hasta la adicción al juego o la comida, estas actitudes suelen estar relacionadas con problemas personales o con un mal entendimiento de la diversión.
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