A Manuel Silva lo conocí el año 2004. Hace 20 años, con un pucho en la boca, jugamos un partido de ping pong en el comando del concejal Mauricio Ovalle. Militante DC, Silva -en esos años- era un “operador político”. Antes de que la palabra adquiriera un tenor mal visto, Silva armaba operaciones, buscaba atajos y animaba los actos del concejal.
Después se pelearon. Pero esa es otra historia. Porque la vida de Manuel Silva estuvo llena de peleas, discusiones y afectos. Criado en un sector de Maipú llamado “el infiernillo”, Silva fue dirigente deportivo.
Es más. Ahora que lo pienso bien, a Silva lo conocí en el Estadio Bueras. Debo haber tenido unos 10 años y jugué un par de partidos en Colodir, una escuela de fútbol de la que Silva era dirigente.
Porque Silva fue dirigente, tuvo fonda, hizo tours a Mendoza con vecinas y vecinos de Maipú. Fue también locutor radial y dirigente social. Tuvo varias facetas. En ninguna pasó desapercibido.
Lo recuerdo con Armando Hidalgo en la Radio Maipú. Ahí hacía el “Cambalache” un programa que mezclaba tango, conversaciones y entrevistas. Un par de veces fui a hablar de La Voz de Maipú, y siempre me sacó una risa.
Silva no perdía lo campechano y tenía siempre una buena historia que contar. “La responsabilidad en política se asume, no se delega”, lo escuché decir más de una vez. Y es que Silva era un animal político de otra época.
En sus últimos años tuvo cercanía con Freddy Campusano y cultivó una bonita amistad con Camilo Montalbán, de Radio Eme, quien falleció el 2022.
Manuel Silva, sus últimos años
En sus últimos años Silva hizo radio desde su casa y emprendió un negocio familiar. Junto con el ocaso de la DC en Maipú, tomó postura crítica ante el gobierno comunal del Frente Amplio en Maipú.
Se atrincheró en facebook. Desde ahí realizó denuncias y discutió con varios (me incluyo en el listado de personas con las que discutió).
Silva falleció hace algunas horas en el Hospital El Carmen de Maipú. Desde hace algunos años arrastraba problemas de salud. Le sobreviven sus hijas e hijo. Su esposa, “La Chayito” falleció hace algunos años atrás.
Revisando mi archivo fotográfico, descubrí que durante 20 años le hice fotos en los reporteos o animando el acto de la Teletón en Maipú.
Desde este diario le enviamos las condolencias a la familia.