En Chile, la salud bucal enfrenta una de sus peores crisis: el 99,4% de los adultos mayores entre 65 y 74 años ha presentado caries, según cifras recientes del Ministerio de Salud. El número sin duda resulta alarmante, y refleja no solo una alta prevalencia de esta enfermedad prevenible, sino también una deuda histórica en políticas públicas, educación y acceso a la atención odontológica.
La situación no sorprende a los profesionales del área, quienes a diario reciben pacientes con un historial de abandono dental que muchas veces comenzó en la infancia. Para Bárbara Cáceres, odontóloga general, mención en Rehabilitación Oral de Amor Saúde Maipú, este problema es estructural y debe enfrentarse desde los primeros años de vida.
“La gran mayoría de los adultos mayores y de los pacientes que llegan en general tienen lesiones de caries, enfermedades periodontales avanzadas, mal cuidadas, que se pudieron haber advertido antes. Esto no se genera de un día para el otro”, comenta la odontóloga, quien agrega que esta situación, en su experiencia, suele afectar bastante a las mujeres en relación a su autoestima.
La caries comienzan en la infancia… y nunca se van
El informe del Minsal también indica que a los 6 años, más del 70% de los niños en Chile ya ha tenido caries, y a los 12 años la cifra supera el 60%. Esto refleja que los problemas de salud oral no se corrigen, sino que se arrastran a lo largo de la vida.
“Pasa mucho que no se suele llevar a los niños cuando aún no le salen dientes, pero eso es lo que hay que hacer para evitar lesiones de caries o enfermedades como gingivitis desde tan temprano. Además, es una oportunidad para educar. Cuando uno ve a un bebé, le enseña a la mamá a intentar lavarle los dientes. Sabemos que es difícil, pero es súper importante que se haga desde la primera infancia para evitar problemas al futuro”, comentó al respecto la profesional de Amor Saúde.
Tal como señala Cáceres, las enfermedades bucales que no se previenen ni se tratan desde la primera infancia pueden tener un impacto negativo acumulativo y severo en la salud general de una persona a lo largo de su vida.
La salud bucal y la diabetes, por ejemplo están estrechamente relacionadas en un vínculo bidireccional, lo que significa que una afecta a la otra.
“La boca no está separada del cuerpo, y se ha estudiado cómo la diabetes está directamente relacionada con la enfermedad periodontal por el tipo de bacterias que se presentan. La diabetes, por su parte, es un aumento del azúcar en sangre que genera una resistencia a la insulina y, qué pasa con eso, uno no puede cicatrizar bien las heridas, entonces, si hay una infección, el cuerpo es más propenso a generar infecciones y la enfermedad periodontal tiene su origen en las bacterias. Si uno no se trata una cosa, nunca se va a regular la otra”, explica la odontóloga.
Más prevención, más educación y más acceso
La salud bucal, históricamente relegada frente a otras áreas médicas, exige un enfoque integral. Cáceres insiste en que los controles dentales deben comenzar incluso antes de que aparezcan los primeros dientes permanentes, y monitorearlo cada 6 meses.
“Desde que aparece el primer diente, entonces, se debe comenzar con una rutina de cuidado. Muchos padres creen que los dientes de leche no importan, pero son fundamentales para la salud futura de los niños. Hay que considerar, además, que hay algunos casos que necesitan de una visita más frecuente, como niños con problemas de motricidad. Lo mismo con los adultos mayores”, indica la odontóloga.
Retomando el tema de los adultos mayores, Cáceres recordó que la caída de piezas dentales que ocurre con frecuencia durante la etapa de la vejez no es lo normal.
“En las cifras del Minsal, después de los 80 años disminuye el indicador sobre la prevalencia de caries, pero es porque ya no le quedan dientes a los pacientes, y eso es porque toda la vida tuvieron un mal control, por eso es tan importante que las personas tomen conciencia y acudan a controlar su salud bucal”, apuntó.
En este sentido, Amor Saúde Maipú se ha propuesto ofrecer una atención accesible, empática y de calidad, con especial foco en la prevención en todas las etapas de la vida.
“Nuestro objetivo es que las personas no vengan solo cuando hay dolor, sino que adopten una rutina de cuidado y revisiones regulares. Porque cuidar la boca es también cuidar la dignidad, la autoestima y la salud integral. Cada paciente es único y acá estaremos disponibles con los distintos profesionales para atenderlos”, concluye Bárbara Cáceres.
AmorSaúde se ubica en Av. Esquina Blanca 045, Maipú.
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