Egresado de la Pontificia Universidad Católica de Chile con los grados de Licenciado en Letras, mención Lingüística y Literatura Hispánica, además de un Magíster en Letras, José Baroja es un autor chileno que actualmente reside en Zapopan, México.
Especializado en cuentos, quien además se ha dedicado a hacer clases, vivió toda su adolescencia en Maipú, lugar que él reconoce fue clave para cultivar su gusto por la lectura. «Debe haber sido el tiempo en que más pude leer por mero gusto de descubrir ‘cosas nuevas’; incluso me saltaba clases, escondido en una hermosísima biblioteca, donde descubrí textos que, quizá, de otro modo, hubiera visto con ojos enjuiciadores de adolescente por estar en el listado del colegio», reconoce.
Con publicaciones en Chile, México, Argentina y España, el escritor ha publicado más de 70 cuentos, un libro de poemas, varios prólogos, siete ensayos académicos y un estudio literario acerca de la Monja Alférez.
Autor de «El Hombre del Terrón de Azúcar», algunas de sus obras fueron recientemente incorporadas a la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, una de las más relevantes a nivel continental e hispanohablante, así como a la Biblioteca Nacional de Chile.

En Valdivia nace un escritor
Nacido en la ciudad de Valdivia en 1983, José Baroja creció en un departamento rodeado de libros, siendo la curiosidad lo primero que lo impulsó a agarrar algún cuento para leer.
«Cuando comenzaron [sus padres] su vida matrimonial, lo primero que hubo en el pequeño departamento que arrendaban, fueron cajas con libros, una cama y una cuna. Exageraciones más, exageraciones menos, esta anécdota siempre me ha hecho afirmar que tuve la fortuna de nacer en un hogar donde los libros han ocupado siempre un lugar central», cuenta José.
El poeta español Gustavo Adolfo Bécquer fue su primer figura literaria a seguir, ocasionando que José intentara emularlo. Justamente una obra del sevillano, titulado «Rimas y Leyendas», se transformó en su primer libro, el cual fue obsequiado por su madre.
«Ese texto, me daría la bienvenida a un mundo enorme de autoras y autores, en el que descubriría primero a Baudelaire, simbolista que me marcará de múltiples formas con sus Les fleurs du mal, para luego en medio de un desfile interminable de voces, entre las que destaco a María Luisa Bombal, a Cervantes, a Jorge Luis Borges, a Adolfo Bioy Casares, a Julio Cortázar, a Elena Garro, a Arthur Rimbaud, a Oscar Wilde, a Manuel Rojas, a Mary Shelley», comenta.

Cultivando el gusto por la lectura: Maipú y la adolescencia
Un entorno familiar tranquilo fomentó la lectura y escritura en José Baroja, quien se mudaría a Maipú a principios de la década de los noventa, lugar desde el que formaría su estilo y narraría sus primeras obras inspiradas en «Madame Bovary», «Crimen y Castigo», «Hijo de ladrón», «Las flores del mal», entre otras.
«Más allá de cuestiones propias de la vida misma, sí que pude crecer y desarrollarme dentro de un espacio seguro y lleno de cariño en una comuna que estaba en pleno crecimiento (Avenida Pajaritos ni se parecía a lo que es hoy); no lo idealizo, pero sí que fue una bonita etapa«, rememora.
Vivió en Avenida Nueva San Martín con Tres Poniente, mientras que la educación básica la realizó en el Colegio Alcázar y Luis Gandarillas, ya en la enseñanza media continuaría estudiando en el Colegio Internacional Alba y el Oxford College.
El autor señala que durante los exámenes la profesora Priscilla Ortega, del Colegio Internacional Alba, le permitía escribir cuentos en lugar de responder únicamente lo solicitado en la prueba.
«De la básica, recuerdo mis salidas del colegio escuchando a Los Prisioneros y a Los Tres, mis fallidas cimarras al lugar de los videojuegos que estaba casi en la esquina de Chacabuco y Pajaritos, donde el director del Colegio Luis Gandarillas nos atrapó un par de veces. Al final de cuentas, cientos de memorias viven en quienes conocimos un Maipú que cambiaría drástica y aceleradamente con la llegada del Transantiago, del Metro, con la ampliación de la Avenida. Un Maipú nostálgico para muchas y muchos hoy», comenta José Baroja.

México y la consolidación de José Baroja como autor internacional
Luego de terminar sus estudios de enseñanza media y universitarios, donde vivió una mudanza desde Maipú a Lebu, región del Biobío, José comenzó a hacer clases en el Colegio Altamira de Peñalolén, para posteriormente ejercer como docente en 3 universidades y 2 institutos profesionales del país.
«Siempre ejercí mis otros oficios y profesiones, después de todo, el campo cultural latinoamericano no es lo suficientemente amigable para profesionalizarte de la nada, a no ser que traigas de por sí un respaldo económico. No digo que venga de familia pobre, sin embargo, tampoco provengo de una familia que las tuviera todo fácil. Sí, me dediqué a otras profesiones u oficios por necesidad, como la mayoría; afortunadamente, todo ello abonó a mis letras. Vivimos para escribirlo», explica.
«Mis primeros cuentos son burdos intentos de parecerme a autores y autoras que me marcaron: son horribles. Desde El hombre del Terrón de Azúcar y otros cuentos pienso que encontré mi voz y mi voz conectó con la tradición fantástica latinoamericana de manera natural, de ahí que me anotaran como un autor neofantástico», agrega el maipucino.
El escritor reconoce que su estilo se fue definiendo con el paso del tiempo y con una búsqueda consciente por separarse de aquellos autores que lo marcaron. Igualmente, se fue alejando de las novelas, obras mucho más extensas y que, según José Baroja, están llenas de «paja molida».
«Amo el cuento desde que conocí ‘Las mil y una noches’. Además comparto las opiniones de Cortázar, de Borges, de Poe, de Quiroga acerca de este género literario: un golpe de efecto, directo al lector o lectora. En mis palabras, el cuento es una forma propia para este siglo; una forma literaria que debe ser revindicado frente a toda la “paja molida” con la que a veces rellenan extensísimas novelas con tal de cobrar más en una librería», señala José Baroja.
Su primer libro «El Hombre del Terrón de Azúcar», fue publicado en 2015 gracias a la organización del concurso literario Gonzalo Rojas Pizarro. Este escrito lo impulsó al mercado internacional y le abrió las puertas al país donde hoy vive.
Antes de mudarse a Zapopan, ciudad ubicada en Jalisco, México, el cuentista destaca sus publicaciones en Ediciones Escaparate (Concepción), Edición Cartonera (Valdivia); en Ediciones Equinoxio (Mendoza); en Grupo Ígneo (Lima); en Ediciones Oblicuas (Barcelona); en TerraIgnota Ediciones (Barcelona) y en México, Minilibros de Sonora (San Luis Río Colorado).
«Lo primero que recuerdo cuando mencionas la palabra “editorial” son los rechazos que recibí: numerosos. No obstante, ello también fue uno de mis primeros aprendizajes: no claudicar, porque si tú trabajo es destacable, tarde o temprano encontrarás un espacio», reflexiona José Baroja.
El IX Encuentro Internacional de Investigadores de Lengua y Literatura y el XII Festival Internacional de Literatura «Palabras en el Mundo» fueron sus primeros acercamientos con el país norteamericano.
Permaneció durante una semana en Chiapas, ciudad donde se organizaron los festivales anterior mencionados, en la que pudo presentar su trabajo «El curioso caso de la sombra que murió como un recuerdo y otros cuentos» en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara.
«Aunque suene irracional, algo en mi interior me dijo que mi camino estaba dirigido hacia estas tierras, por lo que después de viajar un poco más, finalmente decidí hacerle caso a ese presentimiento y arriesgarme a un cambio radical«, cuenta.

Actualidad y residencia en México
Desde 2018 a la fecha, José Baroja ha vivido en México, lugar en el que ha publicado sus últimas obras y donde su vida dio un giro. «Mi corazonada encontró su explicación en la escritora Leyda Mariscal. Me enamoré de inmediato de ella, al tiempo que comprendí que nuestro camino ya no se separaría», comenta el escritor.
«No me cansaré de decirlo: mi mayor hito en México es, tras conocer a mi esposa, haber tenido que enfrentar convicciones que creía inamovibles. Ciertamente, quien me conoció hace cinco, diez o veinte años no podría reconocerme de la cantidad de escupos al cielo que me han regresado. Verdaderamente, he encontrado acá en México, junto a la escritora Leyda Mariscal, el amor y, en consecuencia, una tranquilidad y una paz inesperada«, complementa.
A pesar de que es un país mucho más grande que Chile, el autor nacional señala que México no tiene un mundo editorial tan fuerte como se podría suponer en una nación con un aproximado de 130 millones de habitantes.
«El mundo editorial, contrario a lo que creemos allá en Chile, en especial después de pandemia, no es tan abierto o generoso, ni en precios ni en oportunidades. Si bien, acá está una de las ferias más grandes del mundo, lo cierto es que los índices de comprensión lectora están bajísimos y el acceso a los libros, con algunas excepciones, en general, económicamente a la par de lo que sucede en Chile. Además, México no es ajeno a los recortes que ha sufrido el mundo de la cultura en muchos de nuestros países. Sinceramente, ya con varios años acá, no veo gran diferencia con la realidad chilena», explica José Baroja.
A pesar de esto, parece que el maipucino encontró su lugar en el mundo, aunque su felicidad no le ha hecho separarse de las comunas del país que lo vio nacer y crecer, lugares donde espera consolidar su escritura que hoy triunfa afuera, pero que aún no ha tenido el impacto esperado en Chile.
«Ya tengo residencia permanente, lo que en ningún sentido significa que renuncié a mi nacionalidad como chileno, menos como maipucino o valdiviano; sólo implica más tranquilidad a la hora de ejercer mi oficio y profesión en el país. Espero que me lean, en especial allá en mi querido Maipú; que busquen y consigan mis libros y que, de ese modo, apoyen el trabajo que como artistas realizamos», comenta.
Además de la reciente inclusión de sus obras en la Biblioteca Nacional de Chile y de «El Hombre del Terrón de Azúcar y Otros Cuentos» y «Un Hijo de Perra y Otros Cuentos» en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, el maipucino es desde 2024 el locutor de «La Otra Historia», programa radial que se centra en la difusión de las artes y letras, con un toque de fútbol y rock and pop.
Tras un 2024 dedicado a participar en revistas y ferias, José Baroja continúa haciendo clases en el Colegio Alemán de Guadalajara, además de estar preparando un nuevo libro de cuentos para publicar. Actualmente, todas sus obras se pueden encontrar en publicaciones de la Revista Interpretextos de Colima, Revista Guardarraya de Barcelona, Revista Verbo (Des)nudo de Chile o Campos de Plumas de Ciudad de México
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