El turismo recíproco entre chilenos y argentinos es una constante desde hace ya varias décadas. Ciudadanos a uno y otro lado de la Cordillera deciden pasar sus días libres en el país vecino, aprovechando tanto para conocer los atractivos locales como para comprar diversas cosas.
Dependiendo la situación económica de cada una de las naciones hay momentos en los que es más común ver chilenos en Argentina o argentinos en Chile pero, independientemente de la coyuntura, Coyhaique está siempre entre los principales sitios que visitan los argentinos de la Patagonia.
Dada la habitualidad de la ruta entre Comodoro Rivadavia y esta localidad del sur de nuestro país, conviene preguntarse por qué Coyhaique es tan frecuentado por turistas argentinos, qué detalles encuentran en la ciudad que les hace regresar a ella una y otra vez en los días de descanso.
A continuación, una guía turística en la que analizamos los mayores puntos de interés que hallan quienes viajan a Coyhaique, recorriendo los casi 500 kilómetros que la separan de Comodoro. Poniéndolo en perspectiva, es poco más de la distancia entre Comodoro y Puerto Madryn. Básicamente, los comodorenses están a igual distancia del Atlántico que del Pacífico.
Coyhaique, ¿por qué los argentinos la prefieren?
Cercanía a pesar de la frontera
La primera pista sobre este favoritismo de los argentinos por la capital de la Región de Aysén ya fue mencionada y tiene que ver con lo relativamente fácil que es llegar hasta el sur de Chile por la ruta. Hay dos caminos, uno completamente pavimentado y otro con un tramo de ripio en buen estado.
El primero de los recorridos pasa por las localidades de Caleta Olivia, Pico Truncado, Las Heras y Los Antiguos hasta toparse con la ciudad chilena de Chile Chico, y se ven las Capillas de Mármol a los lados del camino, siendo ésta una formación natural de las más maravillosas de nuestra geografía más austral. En ese caso son más de 800 kilómetros, pero bellísimos.
La segunda opción es la más elegida porque, como fue citado, no supera los 500 kilómetros. Hablamos de una alternativa que transcurre por Balmaceda, bordeando Sarmiento y Río Mayo. Debe atravesarse el Paso Internacional Huemules que es el único habilitado tras la pandemia.
La propuesta gastronómica
Una vez en Coyhaique, son muchas las muestras culturales que encantan a los vecinos argentinos. Una de las más notables el hábito de comer asado al palo, una preparación típica de la ciudad, símbolo indudable de su cocina y un pedido generalizado entre los turistas de la Argentina.
Ésta no es la única propuesta gastronómica pero sí la más importante, al punto de que algunos viajeros visitan la localidad únicamente con el objetivo de disfrutar de esta carne asada.
Contacto con la naturaleza
La Reserva Nacional Coyhaique es un parque nacional a solamente diez minutos de la localidad, ideal para la práctica de deportes como el trekking o el disfrute del turismo de aventura. Últimamente, son muchos los que desean ascender el Cerro Cinchao.
No menos perfecta para los amantes de lo natural es la Reserva Nacional Río Simpson, ya a una media hora desde el centro de la ciudad. Los senderos de esta reserva son más cortos y familiares. Pueden realizarse incluso las personas sin una gran condición atlética por su bajísima complejidad.
El Monumento Dos Lagunas es otro parque recomendable para los extranjeros, un área silvestre apta para el trekking y el turismo aventura, y completa así una generosa oferta de biodiversidad.
Historia en los museos
Buena parte de la historia de la localidad y la zona en general se resume en el Museo Regional. Abierto de martes a domingo y gratuito para cualquiera que quiera conocer, en su interior hay información sobre los primeros pobladores y su forma de vida hasta hace varias décadas.
También se recaban elementos antiguos de ciencias como geología y paleontología, recordando siempre que los tickets deben adquirirse con tiempo, especialmente durante fines de semanas.
Localidades cercanas
Si bien Coyhaique es la capital de la Región de Aysén, los atractivos no terminan en esta ciudad. Son diez las comunes a su alrededor que valen la pena, sobre todo para quien ya la ha visitado.
Sin ir más lejos, aparece Puerto Aysén como la segunda ciudad más grande de la región, con una laguna como la de San Rafael que suele estar entre las incluidas en los paquetes de plataformas turísticas como Despegar. Ésta es famosa porque en ella desemboca el glaciar homónimo. Normalmente, se realiza una travesía de día entero saliendo desde Puerto Chacabuco.
No menos llamativos son el balneario Bahía Acantilada y el sector Los Palos, más que nada para aquellos que se consideren fanáticos de deportes como el kayak o las cabalgatas. En la ruralidad tiende a acompañarse cualquiera de los paseos con cordero al palo, otra comida tradicional.
Las cervecerías artesanales son otra constante del lugar, y la mayoría de los argentinos valoran mucho el sentarse a disfrutar de una “birra” producida con materias primas del sur de Chile.
Turismo de contemplación, la última moda
Si hay una tendencia a la que los argentinos se sumaron, igual que otros extranjeros, es la de hacer “turismo de contemplación”, ese relacionado con apreciar los entornos naturales que rodean paradores y puntos de avistaje específicamente diseñados para dar las mejores vistas.
En este sentido, hay que evaluar cuál es la mejor época para viajar a Chile, porque evidentemente los paisajes cambian según el momento del calendario en el que se lleve a cabo la visita.
Analizar antes las condiciones del clima y el aspecto que pueden tener algunas de las panorámicas más increíbles del sur de Chile es indispensable para que la escapada cumpla las expectativas.
Dicho esto, son pocos los turistas argentinos que después de adentrarse en estas localidades no regresan a su país planeando unas próximas vacaciones en las que conocer más el sur chileno.
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