En materia de movilidad, en Chile existe una gran deuda con las personas en situación de discapacidad o que presentan movilidad reducida en mayor o menor medida. Muestra de esto es que varias de las aceras en el país están en mal estado o no existen.
Considerando esta realidad, llama la atención la reciente propuesta para cambiar la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), del Ministerio de Vivienda (Minvu), en la que, si bien las ciclovías continuarían localizadas en las calles de una vía, habría mayor flexibilidad a la hora de ubicar una ciclovía en una vereda o espacio público, con el argumento de que sería por seguridad o continuidad.
Felipe Ulloa, experto en desarrollo e infraestructura, ex asesor del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones para los Gobiernos de Sebastián Piñera y posteriormente de Michelle Bachelet, dice que “toda norma que signifique reducir espacios en las veredas y que atente contra la movilidad de las personas con capacidades diferentes, que necesitan caminar más lento, usen muletas o sillas de ruedas, es una norma excluyente”.
A lo que Matías Poblete, presidente de la Fundación Chilena para la Discapacidad (FCHD), añade que “el hecho de que exista hoy una ordenanza que vaya a restar espacio a las veredas, significa retroceder en lo poco y nada que se ha avanzado en este ámbito”.
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Subir el estándar de los espacios públicos
Si bien en Santiago hay avances en este ámbito, aún falta mucho por hacer en regiones, donde existen deficiencias en la planificación urbana, con veredas inexistentes o de mala calidad.
“Las sillas de ruedas ocupan un espacio mayor a la de una persona que se desplaza caminando”, indica Poblete, quien hace un llamado a que se detenga esta implementación y se resguarde el desplazamiento autónomo y seguro de las personas en situación de discapacidad.
Ante esto, Ulloa señala que es clave pensar la ciudad desde la movilidad de las personas con movilidad reducida. “Quienes usan sillas de ruedas, muletas o bastones u otros necesitan redefinir las áreas caminables de la ciudad para que todos podamos usarlas. Debemos dejar de construir poblaciones y villas sin veredas, como muchas que existen. Eso subiría el estándar de los espacios públicos caminables para la ciudadanía”, dice el experto.
Finalmente, es importante que la nueva Constitución aborde este tema, ya que alrededor de 3 millones de personas en Chile presentan alguna condición de discapacidad. Para Ulloa, es claro que “se debe asegurar la posibilidad de la movilidad de todas las personas, para que así puedan cumplir con todas sus expectativas de vida”.
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