En sectores cercanos a la autopista Américo Vespucio Sur, en el barrio Riesco-Central y especialmente en las inmediaciones de Plaza Kennedy, vecinos expresan que viven con un miedo permanente. Robos violentos, portonazos, alunizajes e incluso marcajes misteriosos en viviendas que luego son asaltadas están formando parte de su día a día.
“Nos están estudiando. No puede ser que entren a una casa un día, y a la siguiente semana, a otra en la misma cuadra. Esto está orquestado”, afirmó una vecina al programa Buenos Días a Todos (TVN), quien ha visto a su pasaje sufrir tres robos en menos de un mes.
De acuerdo con lo que cubrió el matinal, los testimonios abundan y el patrón se repite: bandas organizadas operan con rapidez, usan vehículos para forzar portones, entran y salen por autopistas y, según relatan los afectados, hasta cambian las patentes en plena vía pública.
Casas marcadas: la señal de una criminalidad planificada
Sin duda lo que más inquieta a los residentes es la aparición de extrañas marcas en los muros de algunas viviendas. Para expertos, se trata de un lenguaje utilizado por grupos delictuales para coordinar ataques. “Estas señales no son al azar, forman parte de una estructura organizada y sostenida en el tiempo”, explicó uno de los panelistas.

Fabiola, una de las vecinas afectadas, detalla: “Estamos todos asustados. Nadie sale, nos encerramos temprano, seguimos las alarmas comunitarias y los grupos de WhatsApp todo el día. Algunos ni siquiera van a comprar el pan”.
Desde comunidad aseguran que han solicitado más patrullaje, cámaras de seguridad y cambios en la infraestructura vial que impidan el fácil escape de los delincuentes, pero nada ha llegado.
“Hace más de un año y medio pedimos que la entrada de Primo de Rivera fuera unidireccional. Estuvimos con tránsito viendo soluciones por más de una hora… y aún estamos esperando”, lamenta Fabiola.
“Nos sentimos pasados a llevar. No hay detenciones, no hay vigilancia real. Esta situación es invivible”, concluye.
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