La maipucina Daniela Quiñones (32 años), fue premiada en la 5° edición de «Mujeres que Inspiran», galardón que entrega Banco de Chile a 30 líderes femeninas que están transformando el país y sus entornos.
Egresada de la Universidad de Chile como bióloga ambiental, la científica tiene un magíster en educación en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación y actualmente está cursando un doctorado en Ciencias Aplicadas en la Universidad Autónoma de Chile.
Quien hoy reside en el Barrio Clotario Blest de Maipú, ha tenido una gran carrera en la ciencia y la educación gracias a sus propios proyectos, pero también a «Ingeniosas», fundación sin fines de lucro dedicada a inspirar y fomentar el interés por la ciencia y la tecnología en niñas y adolescentes de Chile y Latinoamérica.
«Mi vida, siempre ha estado ligada la ciencia y la educación», comenta Daniela Quiñones.
Talagante, Maipú y sus inicios en la ciencia
Ha vivido prácticamente toda su vida en Maipú, aunque sus orígenes también se relacionan a Talagante, ciudad desde donde nace su curiosidad científica. «Mi abuelo era agricultor y yo cuando era chica, como todo era campo, siempre me dedicaba a explorar con mis primos en los canales y todo era: ¿por qué?», cuenta.
«Siempre tuve esa curiosidad», explica la maipucina, quien vivió en el barrio Templo Votivo y Villa Los Héroes durante gran parte de su vida. Desde quinto básico, asistió al Colegio Polivalente Camilo Henríquez para luego dar el salto a su etapa universitaria.
«En mi familia fui la primera en estudiar en la universidad, por lo que fue difícil porque yo iba a ciegas. Mi modelo más cercano era mi profesor de biología», narra Daniela Quiñones.
Tras un inicio complicado en su carrera, la perseverancia y un periodo de nivelación le permitieron egresar en 2019, camino que acompañó con ayudantías en preuniversitarios de la comuna.
«Entré a la universidad, pero fue difícil. Me daba cuenta que había compañeros que tenían mucha mejor preparación y noté esa brecha hasta el tercer año. Ahí vinieron muchos cuestionamientos, porque yo estudiaba, pero necesitaba nivelarme. A partir del tercer año, luego de porfiar mucho, me di cuenta de que sí me gustaba esto», explica la maipucina.
«Hice ayudantías, acá en Maipú hice clases durante tres años en el preuniversitario social Víctor Jara. Eso me ayudó a enviar el mensaje de que a mi también me costó, pero que se puede», agrega.
Doctorado e Ingeniosas: mezclando la ciencia con la educación
En la actualidad, Daniela Quiñones se encuentra realizando su doctorado con un proyecto innovador en el mundo agrícola: la confección de un fertilizante a base de desechos de la industria forestal y agrícola. «Todo ese aserrín que botan y también los desechos de la industria agrícola, como la paja del trigo, yo lo uso para hacer un fertilizante que libere los nutrientes en el suelo de forma lenta», cuenta.

Dentro de los beneficios de esta invención, está el costo de fabricación y la forma en que son liberados los nutrientes en los cultivos. «Los fertilizantes sintéticos liberan toda la carga de los nutrientes de una sola vez y eso igual puede afectar y generar problemas ambientales. Yo lo estoy probando en cultivos de tomate y por ahora ha salido todo bien. Es por eso, que yo creo que los resultados que he mostrado han llamado la atención y por eso han sido reconocidos, porque también es mucho más barato que las opciones sintéticas», explica.
Al mismo tiempo, participa activamente de Ingeniosas, una fundación en la que se dedica a la parte de educación. «Yo veo qué talleres vamos a hacer, cómo los vamos a hacer, incluirle la parte pedagógica, en Ingeniosas buscamos que más mujeres entren en la ciencia», señala.

Bajo el formato de Bootcamp, que son campamentos que duran entre 3 y 10 sesiones presenciales, se les muestra a niñas y adolescentes diferentes ramas de la ciencia, todo con el objetivo de incentivar la ciencia en ellas.
«La idea de nosotros es siempre llevar modelos de rol, invitamos a mujeres a que cuenten su historia, que le cuenten a las niñas qué es lo que hacen, cómo llegaron hasta donde están y les ponemos un componente de «hacer cosas», por eso nos gusta que sea presencial», comenta la maipucina.
Han logrado realizar sus Bootcamp a nivel nacional e internacional, donde han podido llevar Ingeniosas a Lima, Buenos Aires o Bogotá. «Trabajamos con niñas porque sabemos que a esa edad podemos generar un cambio en ellas y que comiencen a creer que ellas pueden», cuenta Daniela.

Daniela Quiñones elegida como una de las 30 «Mujeres Que Inspiran» por el Banco de Chile
A principio de mayo, Banco de Chile reconoció a 30 mujeres de 16 comunas de seis regiones del país, entre ellas, Daniela Quiñones. Las premiadas recibirán capacitaciones, mentorías y acompañamientos, además de un aporte de $3 millones de pesos para impulsar sus diversas iniciativas.
Fueron sus proyectos y aportes científicos y educacionales los que la ayudaron a ser considerada como una de las líderes femeninas que están transformando el país y sus entornos.
«Es bonito ganar este premio porque nos dan un incentivo para continuar creciendo como científicas, como mujeres y como profesionales. Yo tenía pensado dedicar el premio a estudios, especializarme quizás en educación científica, pero como queda tiempo para recibirlo, prefiero pensarlo bien porque también lo podría utilizar para mejorar mi equipo de trabajo», comenta la científica.
Junto con este reconocimiento, en 2024 la maipucina también fue galardonada en la cuarta edición de 25 Mujeres en la Ciencia de la empresa 3M. Igualmente, logró el primer lugar en el concurso «Historias de la Ciencia Chilena» de la multinacional MERC.
A finales de 2024, fue elegida uno de los «Cien Jóvenes Líderes» de El Mercurio a finales de 2024. Este año, la Biblioteca Nacional del Congreso confeccionó una tabla periódica de las científicas chilenas históricas, donde aparecen 118 referentes, entre ellas Daniela Quiñones.
«Estar mencionada ahí junto a mujeres que son pioneras en ciencia o en medicina en todo Chile fue muy significativo», señala la científica.
La importancia de las mujeres en el mundo de la ciencia
Con una visión crítica pero optimista, Daniela Quiñones reconoce las oportunidades que entregan este tipo de instancias para poder crecer a nivel profesional en una disciplina que ha tenido un sesgo masculino a lo largo de la historia.
«Estos premios para mujeres son necesarios, sobre todo en el área científica y tecnológica, donde en Chile todavía el porcentaje de mujeres que se dedica a la ciencia es bajo en relación a los hombres. El potenciar a las mujeres puede generar que una niña diga: -oye, a lo mejor yo igual puedo ser de ciencia-, según el último informe de ONU Mujeres, del 100% de personas que se dedican a la investigación, solo 34% son mujeres y eso igual es poco», expresa.
La variedad de proyectos y áreas científicas que se han reflejado en esta quinta edición de «Mujeres que Inspiran» han hecho reflexionar a la científica maipucina sobre el impacto que pueden generar las ganadoras de este premio.
«He visto proyectos que tienen que ver con textiles, la misma chica de la aplicación para personas con complicaciones del Espectro Autista, la que quiere ser la primera astronauta chilena, mi misma compañera de Ingeniosas. Es bonito, porque siento que cada una lleva muy en el corazón lo que hace, siento que todos los proyectos tienen ese cariño que no es algo sin alma, todas le tenemos mucho cariño a lo que hacemos y que nacen de una necesidad», argumenta Daniela Quiñones.
«Así como otras mujeres ya fueron pioneras en un mundo de puros hombres, siento que yo también le puedo cimentar el paso a las chicas que vienen después y que ellas tomen la tarea de seguir potenciar para buscar un equilibrio que es necesario. La ciencia en Chile es súper complicada, cuesta conseguir financiamiento, es mucha competencia para ganar fondos públicos, es muy agotador, pero estos premios son una muestra de que uno va bien», agrega.
Dentro de los próximos objetivos de Daniela Quiñones, está el terminar su doctorado en Ciencias Aplicadas en la Universidad Autónoma de Chile. Además, aspira a poder liderar futuros proyectos, personales y junto a Ingeniosas, en un futuro.
«Creo que es importante compartir esto con las niñas de Maipú, porque desde acá también se pueden lograr cosas», concluye la maipucina.
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