Esta semana se dio a conocer la prohibición de funcionamiento del local de comida Santo Lomito, en Maipú, tras las casi cien personas que terminaron intoxicadas luego de consumir distintos tipos de alimentos desde hace al menos dos semanas.
Luego de la serie de denuncias que recibió la Seremi de Salud Metropolitana, las autoridades sanitarias llegaron hasta el negocio y constataron no solo la falta de higiene, sino también que la mayonesa envasada que usaban la mezclaban con huevos no pasteurizados.
Leer también: Clausuran local de comida en Maipú por masiva intoxicación de salmonella
Camilo Suazo fue uno de los afectados. El día miércoles 11 de noviembre se acercó junto a su pareja a Santo Lomito y compraron churrascos sin imaginar lo que significaría. Al día siguiente comenzaron los síntomas. “Vi las redes sociales y empecé a ver que en las publicaciones de Santo Lomito había gente expresando que también estaban enfermos”, señaló a La Voz de Maipú.
De manera espontánea comenzó a contactar a otras personas que estaban en una situación similar y que llevaban más días que él y su pareja intoxicados e incluso algunos hospitalizados.
El registro de afectados que ha levantado el vecino, al jueves 19 de este mes, va en más de 80 personas, lo cual contrasta con la lista de solo 53 casos que tendría contemplado el dueño del local, con quien ha tenido contacto directo.
“Él nos ha dicho que quiere pagarle a cada una de las vecinas y vecinos afectados, algo que supuestamente comenzaría a hacer desde este jueves”, explicó Camilo, quien por estos días ya se ha sentido bastante mejor y mantiene tratamiento con antibióticos y probióticos. Pero no es la misma suerte que han corrido otros.
La familia completa
“Yo andaba en una reunión y a mi marido con uno de mis hijos se les ocurrió pedir unos sandwich”, comienza relatando Nadia Veas. El único que presentó malestares inmediatos fue su esposo, pero como él había comido más de un pan, pensaron que los vómitos se debieron a eso, a “comer demasiado”.
Al igual que la mayoría de los casos, los síntomas en el resto de la familia (la mujer y sus dos hijos, de 11 y 17 años) iniciaron a la mañana siguiente. “Estábamos en la calle y de repente me empecé a sentir mal. Empecé a tiritar, sentía frío y nos devolvimos a casa”, continúa contando Nadia. “En el trayecto mi hijo comenzó a decir que también se sentía mal y ya en la casa los tres vomitamos”.
“Era un dolor de cuerpo insoportable. Fui a la posta y lo primero que pensaron fue que era coronavirus, así que me hicieron PCR y me mandaron para la casa. Ya cuando iba de vuelta justo me habla una amiga y me dice ‘Nadia, ¿no habrás comprado en el Santo Lomito?’“, cuenta la mujer, quien hasta ese momento no se le había pasado por la mente que estaba así por lo que había comido el día anterior.
Tras enterarse de la situación, mientras los malestares aumentaban, volvió a ir al centro médico y días más tarde al Hospital El Carmen, donde finalmente la dejaron hospitalizada hasta que le hicieron los debidos exámenes. “Ya ahí todos los doctores decían que era Salmonella”, recuerda.
Luego del alta, llegó a casa y notó que sus hijos no habían mejorado, así que también los volvió a llevar e ingresó solo su hijo mayor, que era el caso más grave, ya que sus heces contenían sangre. “Estuvieron a punto de operarlo de apendicitis por la inflamación. Nunca pensé que esto podría llegar a ser así“, relata la vecina aún afectada y cansada por la situación.
“Ha sido una experiencia súper tensa. Se me pasó por la mente la idea de llevar a mi hijo a un particular para que todo fuera más rápido, pero si quedo encalillada y este señor no paga, ¿Qué hago?“, agregó.
La otra posibilidad: Hepatitis A
Otra de las posibilidades que existe al ingerir alimentos o agua contaminada es contraer Hepatitis tipo A, un virus que causa inflamación y afecta principalmente al hígado.
Así fue para Cristian Acuña, hasta el momento el único confirmado con esta afección. “La pesadilla empezó el 9 de este mes. Yo nunca como basura, pero ese día justo estaba antojado y compré un churrasco“, cuenta el vecino.
Fiebre, diarrea, náuseas y dolor muscular. Sobre todo dolor muscular es lo que más destaca Cristian, quien dice estar acostumbrado a los dolores por su trabajo con maquinaria pesada, pero ese día fue distinto al punto de no poder levantarse.
“Avisé en el trabajo y me dijeron que fuera al médico, que no me expusiera yo y el grupo, porque todos pensaron que era covid. Yo visito a mucha gente y con todas las medidas, pero ‘uno nunca sabe’, pensé”, relata el afectado.
Tras la visita al doctor, le recetaron Viadil, Sumadol y Paracetamol que no sirvieron de nada sino al contrario, siguió empeorando. En eso, al igual que el caso de Nadia, una amiga le habló y le preguntó si había consumido en Santo Lomito.
“Apenas recibí el PCR negativo, partí de nuevo al médico con todos los antecedentes. Me hice los exámenes correspondientes y el martes me entregaron el resultado: Hepatitis tipo A“, agregó.
Sin duda esta situación ha acarreado más que simples gastos médicos para cada una de las personas que terminó intoxicada. El daño y los riesgos a la salud, los dolores y los días laborales o de estudio perdidos son consecuencias que aún están viviendo varios maipucinos.
De momento, el dueño de Santo Lomito asegura que pagará todo a quienes corresponda, lo cual, de acuerdo con la información que ha mediado Camilo, prometió comenzar a gestionar a partir de la próxima semana.
De todas formas, una de las cosas que ha llamado la atención entre los vecinos del sector es la ausencia del letrero de clausura a los pocos días desde que fue puesto por la misma Seremi de Salud, Paula Labra.
Desde la institución aseguran que luego de la instrucción de cierre, si “el dueño o administrador del local subsana las deficiencias, limpia y cumple con los requisitos, se puede levantar la prohibición“, lo cual puede ocurrir incluso al día siguiente.
De todas formas, esto no significa que el sumario sanitario se haya levantado, por lo que aún se espera la sentencia y la multa de hasta $50 millones que podría conllevar por la cantidad de afectados.
Deja una respuesta