La Villa Joaquín Olivares está en el sector de Rinconada de Maipú. Estos días la villa fue noticia gracias a un reportaje de la periodista Verónica Moscoso para 24 horas, quien expuso la dramática situación que viven las vecinas.
Un problema que es doble: por un lado las tiene soportando un basural lleno de ratones, por otro lado tienen que mirar como un empresario destruye ilegalmente el medioambiente y contamina el agua que beben a pasos de sus casas.
Pero no siempre fue así.
La Villa se creó el año 1981 en un terreno de 15.000 m2. El nombre de la villa es en memoria de uno de los primeros areneros del sector, que a su vez fue era el Presidente del sindicato de los pozos areneros de Lo Errazuriz.
Tal como explica el profesor e historiador maipucino, Camilo Montalbán, la actual Villa Joaquín Olivares fue conocida como la Población de Los Areneros, justamente por las faenas de extracción de áridos que realizaban algunas familias en ese sector de la comuna (Archivos de Radio Eme).
Parte de los problemas comenzaron cuando en los años 90 fueron forzados a convivir con el campamento La Isla, que se instaló justo al frente de su población. Un grupo de más de 100 familias que fueron erradicados en diciembre del año pasado tras 20 años.
Una buena noticia para todos, si no fuera porque el campamento dejó tras de sí un verdadero basural, junto a conexiones de baño al aire libre, maderas, clavos y todo el material que dio vida por años al campamento.
A la basura se suman perros abandonados, moscas, plaga de ratones y un olor insoportable, que impacta directamente a la Villa Joaquín Olivares.
Un riesgo sanitario inminente del que nadie se hace cargo y que tiene a las vecinas del sector al borde del colapso.
Hilda Calquín es vecina de la villa. Hace años viene luchando por encontrar soluciones a estos problemas.
Hilda es una mujer audaz y aplicada. Ha estudiado minuciosamente el caso por años, tiene una montaña documentos e incluso se consiguió un drone para grabar el sector desde la alturas.
La casa de Hilda está justo al frente de esta montaña de basura y su opinión es categórica:
«Yo considero que esto no es una calidad de vida digna para nada. De ninguna manera alguien puede vivir en esta situación. Entonces la molestia va ahí, porque siempre todo es a medias».
Su lucha la ha llevado a tocar todas las puertas posibles buscando una solución. Una estas últimas son los medios de comunicación, entre ellos La Voz de Maipú y la periodista de TVN, Verónica Moscoso
En la nota que TVN transmitió el jueves pasado luego de varios retrasos, Moscoso logró hablar con actores claves en todo esta maraña.
Uno de ellos es Carlos Gonzalez, jefe del Departamento de Campamento del SERVIU, quien declaró que “el campamento está ubicado en un terreno que es de un privado. El propietario del terreno se tiene que hacer cargo de la limpieza«.
Misma postura tienen desde la Municipalidad de Maipú. El Director de Desarrollo Comunitario, Álex Gómez, reconoce que “no tienen injerencia sobre un terreno privado” y que “le corresponde al propietario hacer la limpieza de su predio”.
Es decir, hasta nuevo aviso, la basura seguirá en la puerta de la casa de las vecinas, a la espera que un privado decida tomar cartas en el asunto.
Pero, por decepcionante que esto suene, la basura es uno de los tantos problemas que deben enfrentar.
El señor de los áridos en Maipú
Felix Luis Santander Letelier es el nombre del empresario que lucra ilegalmente extrayendo áridos en Maipú. Su domicilio aparece registrado en el exclusivo barrio de El Golf en Las Condes.
A kilómetros de su residencia está la faena que administra en Maipú. Su empresa se llama María Luisa SpA y se ubica en Camino a Rinconada 5447. Suponemos que la empresa fue nombrada por la madre del empresario, la señora María Luisa Letelier.
Siguiendo el legado familiar, la representante legal de la empresa es su hija, Valeria Santander Meesohn
Mientras Santander vive en la comodidad de uno de los barrios más caros de Chile, durante el día maneja una faena ilegal que destruye el medioambiente y la calidad de vida de vecinos en Maipú.
Según lo investigado por Hilda, el señor Santander no posee patente comercial, no paga el impuesto por la extracción de los áridos, tampoco paga por usar terrenos de bienes nacionales y uso público.
Es más. Sumadas a todas estas irregularidades que ocurren a 5 minutos en auto de la Municipalidad de Maipú, la faena irregular no tiene ninguna medida de seguridad en la extracción de los áridos. Ni para la gente que vive en el sector, ni para los niños que que circulan, ni mucho menos para los trabajadores que ahí laboran.
Además, la faena ilegal significa la constante entrada y salida de camiones a toda hora del día y la noche, deteriorando gravemente la calidad de vida de los vecinos.
Todo esto sin contar el daño ambiental que genera esta extracción ilegal de áridos, que poco a poco ha ido destruyendo las áreas verdes del sector de Rinconada a medida que avanzan las palas mecánicas extrayendo arena.
El lucrativo negocio de Santander ha llegado incluso a intervenir el cauce del Río Mapocho, el cual es usado para lavar el material y como desagüe de la faena.
Los vecinos además acusan que la faena ha afectado la napas subterráneas, contaminando el agua que abastece su consumo domiciliario.
Sobre el tema del agua, el concejal del PEV (ex frente amplio), Gonzalo Ponce, denunció públicamente que hay “pruebas de afectación del agua al pinchar las napas del sector para provecho de la faena, nos parece una pésima señal que la administración municipal aún no cumpla su compromiso, adquirido hace meses en concejo de impulsar las iniciativas legales ante tribunales ambientales”.
Mauricio Fuenzalida, encargado de la Unidad de Residuos Sólidos Urbanos de la SEREMI Metropolitana del Ministerio de Salud, también fue abordado por Moscoso.
El profesional del MINSAL confirma el diagnóstico pero agrega un elemento: “es una faena de extracción de áridos, pero junto con eso él [Félix Santander] ha recibido residuos y básicamente para recibir residuos se requiere de una autorización sanitaria que él no tiene”.
Es decir, también se trataría de un vertedero ilegal.
Una municipalidad sin dientes
La situación es irrisoria: la faena ha sido multado 17 veces por la Municipalidad de Maipú y clausurada en dos ocasiones.
Ha recibido infracciones por intervenir el Río Mapocho y destruir la infraestructura destinada a proteger a los vecinos en caso de crecida de ríos.
Pero inconcebiblemente sigue funcionando. A pesar de haber sido clausurada por primera vez hace más de 10 años.
En efecto, los vecinos han logrado que la faena se clausure en dos oportunidades, el año 2008 y el 2015. Pero su dueño mantiene las faenas, a pesar de todas las infracciones y clausuras.
Hilda se pregunta: “¿si está clausurado por qué sigue funcionando activamente? Es es lo que yo no logro entender”.
En el reportaje se vuelve a consultar al DIDECO de Maipú, esta vez para que de alguna explicación de esta barbaridad ambiental y administrativa.
“Nosotros como municipio hemos oficiado varias veces a la SEREMI de Salud para que venga a fiscalizar la extracción de áridos. Está pendiente una denuncia por daño ambiental que estamos trabajando con el equipo juŕidico”, fue la justificación que dio el profesional.
Mientras sigue “pendiente” la demanda, el profesional de la Municipalidad de Maipú reconoce la faena se ha clausurado dos veces.
Es decir, la segunda municipalidad más poblada de Chile no puede evitar que un empresario realice un actividad ilegal, dañando seriamente el medioambiente.
La resistencia y capacidad de seguir buscando soluciones de manera pacífica de los vecinos es admirable, pero no eterna. Ya están evaluando acciones legales a seguir, siendo asesorados por abogados en los pasos a seguir, buscando instancias judiciales superiores.
Mientras las autoridades se siguen peloteando el problema, los vecinos de la Villa Joaquín Olivares siguen estoicos conviviendo con un basural y una faena ilegal que destruye el medioambiente en la puerta de sus casas.
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