La educación parvularia, también conocida como educación preescolar, resulta ser la base fundamental en la formación integral de los niños y niñas, y es que este período educativo antes de los 6 años es crucial en el desarrollo cognitivo, emocional, social y físico de los pequeños.
Esto último ha sido valorado y reconocido recién en las últimas décadas, donde se ha podido notar un aumento en las políticas públicas enfocadas en potenciar el ingreso de los infantes desde temprana edad y no solo por la necesidad de acceso al mundo laboral de sus respectivas madres o padres ante la necesidad de mejorar la situación económica del hogar, sino por los amplios beneficios.
Ernesto Treviño, director del Centro UC para la Transformación Educativa, CENTRE, ha señalado en varias oportunidades que “cuando los niños y niñas pasan por la educación parvularia entran en una mejor trayectoria escolar y de vida positiva. Aumentan sus prácticas de autorregulación, lo que está vinculado con el desarrollo de habilidades de pensamiento más complejas”.
“Investigaciones demuestran que se genera mayor tolerancia a la frustración, más facilidad para relacionarse con otros, elementos que le ayudan a insertarse, convivir y funcionar mejor en escuela y sociedad, aunque no necesariamente se ve una relación significativa en exámenes estandarizados”, añade en la misma línea.
En cuanto a la edad en la que se recomienda que un pequeño se integre en un programa educacional preescolar, el experto indica que a partir de los 3 años, “ya que en los primeros dos años es muy importante el apego materno”.
En Maipú tenemos la exitosa experiencia de CEMAR KIDS y CEM KIDS, ambas escuelas de párvulos, adscritas a Régimen Gratuito, pertenecientes a la Fundación SOCEDHUCA, las que se encuentran matriculando todo el año.
Cristina Sierra Turra, directora de uno de los establecimientos, comenta que “la educación parvularia ha avanzado enormemente en el desarrollo de los niños y las niñas, con ella se logran establecer las bases para que se favorezcan las capacidades de adaptación con el medio y por supuesto con la organización de nuevos aprendizajes basados en la exploración a través del juego el conocimiento y regularización de sus emociones”.
“Lo que nos destaca como CEMAR KIDS es nuestro potente trabajo basado en el modelo sociocognitivo, donde los niños y niñas son protagonistas de sus aprendizajes. Nos enorgullece el trabajo de cuidado del medio Ambiente donde hemos sido distinguidos con la Excelencia Medioambiental. Además contamos con un hermoso trabajo de Psicomotricidad que permite que los estudiantes puedan experimentar en un espacio propicio el desarrollo de sus potencialidades motrices y sin duda el contar con un robusto Plan Socioemocional que abarca a la comunidad escolar completa, logra que podamos contar con un espacio educativo sano y saludable”, añade Cristina.
Sin duda uno de los principales desafíos que enfrentan como institución, aunque también se podría decir que como país, es llegar a la obligatoriedad de este nivel comprendiendo su importancia y relevancia, junto con lograr una asistencia regular a clases, según comenta la directora.
“La educación parvularia contribuye a reducir brechas. Es donde se forjan las bases para los futuros aprendizajes y no solo en el conocimiento, sino que también en el trabajo de autonomía que le permitirá adquirir la confianza necesaria para el futuro, además del potente trabajo de socialización”, apunta la autoridad.
Así, si tuviéramos que enumerar los principales beneficios, encontramos 5:
- Favorece el desarrollo integral de los niños en aspectos cognitivos, sociales, emocionales y físicos.
- Contribuye a una mejor trayectoria escolar y de vida, fomentando la autorregulación y habilidades de pensamiento complejas.
- Promueve habilidades sociales como la tolerancia a la frustración, la facilidad para relacionarse y la inserción exitosa en la escuela y sociedad.
- Ayuda a forjar capacidades de adaptación, organización de aprendizajes, regulación emocional, confianza y autoestima.
- Estimula el desarrollo cerebral máximo a través de estímulos de calidad y un entorno afectivo y respetuoso.
Tanto desde el CEM KIDS como de CEMAR KIDS aprovechan de dejar la invitación a no dejar pasar más tiempo e integrar a los hijos e hijas a la educación parvularia. En su caso, ofrecen un espacio donde se fomenta el trato respetuoso, inclusivo, con participación democrática y colaborativa, siempre preocupados por planificar acciones y actividades que fortalezcan las prácticas inclusivas como el trabajo socioemocional en el aula.
“Con las familias tenemos un trabajo muy cohesionado donde la participación de ellas es fundamental para el cumplimiento de nuestras actividades, es así como contamos con escuelas de Crianza Afectiva y espacios de comunicación permanente con entrevistas semanales. Los niños y niñas disfrutan de su escuela, responden entusiasmadamente a las actividades propuestas por sus tías, ya que ellos son parte de la planificación de ellas, lo que logra un potente sentido de pertenencia que trasciende al año siguiente cuando ya no están con nosotras como lo es en el caso de los Kínder”, sentencia Cristina.
Para conocer más sobre el proyecto educativo gratuito, puedes ingresar a la plataforma oficial en www.cemarkids.cl o acercarte presencialmente a Avenida La Galaxia 2377, Maipú. También puedes escribir a info@cemarkids.cl.
En el caso de CEM KIDS, ubicado en El Olimpo 1313, Maipú, se puede escribir directamente a contactocem@soceduc.cl o también acudir personalmente. Su página web es www.col-cem.cl.