Enrique Bassaletti, candidato Republicano a la alcaldía de Maipú: “Creo que tengo una ventaja competitiva grandísima”

La sorpresiva carta del Partido Republicano para la segunda comuna más poblada del país habló con La Voz de Maipú.
Enrique Bassaletti
Avatar de Barbara Espinoza
agosto 10, 2024

El exgeneral de Carabineros y hoy candidato del Partido Republicano a la alcaldía de Maipú, Enrique Bassaletti, llega puntual a dar la que será su primera entrevista a un medio local. Pide un café antes entrar a una extensa conversación donde aborda su ingreso al bando de José Antonio Kast, sus propuestas para la comuna, su opinión sobre Tomás Vodanovic, su experiencia en El Salvador y, en definitiva, su foco que estará puesto en la seguridad.

Sin esquivar tema alguno, el candidato al que se le ha visto en algunos barrios junto al diputado Agustín Romero, se refiere a los cuestionamientos sobre su rol en el estallido social, al enfrentamiento con Contraloría, al caso Chiletabacos, y más. Dice ser un hombre de cifras, de las que permiten análisis claros y objetivos sobre la realidad, y así como pone sobre la mesa la necesidad de mediciones para tomar decisiones eficientes en una gestión, cuestiona algunos números que se entregaron durante el estallido. Incluso esboza sus impresiones sobre el caso de quien hoy es senadora, Fabiola Campillay.

Bassaletti, la carta sorpresa de la tienda republicana en Maipú que promete un fairplay con proyectos e ideas, y no una campaña de ataques personales, que asegura no haber buscado esta oportunidad, pero que la aceptó con mucho entusiasmo, convencido de poder hacer las cosas mejor, habló con La Voz de Maipú. Te invitamos a leer la entrevista completa.

Bassaletti: de General de Carabineros a Candidato

Mientras fue carabinero, cuenta que le tocó participar y asesorar a las policías de Ecuador, Haití, Paraguay y Argentina. Participó en la creación del documento titulado Cien Medidas de Seguridad para Chile presentadas por el Grupo Horizontal, vinculado a Evópoli (en esos encuentros reconoce: “siempre estuve bien cerca de José Antonio Kast”),  y ahora último, se alcanzó a desempeñar como jefe de Seguridad en la Municipalidad de La Reina, donde estaba cómodo.

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Ha dicho en algunos espacios que el ser candidato a alcalde por Maipú es algo que no buscó, ¿cómo ha sido este aterrizaje en la política?

Es un cambio sustancial en mi vida, en lo que era y en lo que estaba haciendo. Estuve 35 años en Carabineros, y durante ese tiempo tuve un desarrollo bastante importante en materia de seguridad pública estratégica, por decirlo de alguna manera. Después estudié ingeniería y realicé algunos postítulos en econometría y en renovación de proyectos, lo que me llevó, poco a poco, a construir una visión más técnica de la seguridad, que consolidé después, cuando ya me retiré.

¿Esto parte entonces en ese tipo de encuentros, que se empiezan a conocer con Kast, intercambiar miradas?

Sí, yo diría, con humildad, que estaba dentro de un circuito bastante selecto, donde la opinión y los análisis que realizaba tenían una importancia considerable. Como te mencioné, desde la investigación y lo académico, estuve 23 años como profesor en la Academia de Ciencias Policiales, impartiendo materias diversas, pero principalmente enfocadas en la planificación estratégica en materia de seguridad pública.

Usted estaba ejerciendo como Director de Seguridad en la Municipalidad de La Reina cuando comenzaron las llamadas.

Era Director de Seguridad, y también me tocó subrogar durante bastante tiempo al administrador municipal, que, como sabes, es de alguna manera el gerente general, ya que se encarga de la gestión de la municipalidad en todos sus frentes y unidades.

Mi incursión en la Municipalidad de La Reina me dio una visión distinta de la que había tenido antes respecto a la gestión de las políticas públicas a nivel local. Y eso me apasionó. Sentí que, más allá de todas las discusiones políticas a gran nivel, finalmente, es gratificante estar al servicio de soluciones pragmáticas para el vecino, llevarle soluciones concretas.

Y en eso estaba cuando el líder de los republicanos lo invitó a El Salvador, Hungría e Inglaterra.

Me pareció muy atractivo, así que pedí vacaciones rápidamente y fui con él. Comenzó a insinuar que, según su opinión y la de la gente republicana, yo tenía ciertas condiciones que podrían ser útiles para la política. En ese momento le respondí: “Mira, yo estoy en el mundo de la asesoría”. A principios de julio, recibí una llamada de su parte, en la que me invitaba a conversar sobre esta posibilidad. Yo estaba en una zona de confort increíble. Ya me había jubilado de Carabineros, tenía un puesto importante como director de la Municipalidad de La Reina, lo que además me daba una plataforma para actuar en la Asociación Chilena de Municipalidades. Estaba tranquilo.

Y la verdad es que los argumentos que me da José Antonio y también Arturo [Squella] respecto a que yo tendría determinadas características que hacían viable una candidatura, particularmente orientada a poder recuperar el tema de la seguridad en Maipú, que creo es uno de los dolores más grandes que tiene la comuna, me convencieron.

En algunas entrevistas ha dicho que reconoce en Vodanovic a un rival fuerte, ¿qué opinión tiene del alcalde de Maipú y que cosas le critica?

En general soy un tipo respetuoso y mis códigos quizás colisionan un poco con la mirada que tiene el ciudadano común de los políticos. El que busca favorecerse, el que anda buscando un cargo. En verdad que, ya te digo, eso lo tenía resuelto. Yo tengo una buena evaluación de la persona de Tomás Vodanovic, yo creo que es un tipo serio, admirable, por eso digo que es difícil. Sería muy distinto competir con un gallo medio sinvergüenza.

Y en Maipú sabemos de sinvergüenzas

Los seres humanos tenemos luces y sombras. Yo, por lo que aprecio, Vodanovic es un tipo real, buen contrincante. Porque eso te obliga a ir a atacar la gestión o más que atacar, identificar cuáles son las propuestas distintas, cuáles son los elementos diferenciadores. Porque yo también soy un buen tipo, soy un gallo honrado. Tengo un background académico que puede resultar súper competitivo.

¿Y qué criticaría, entonces, de la gestión actual?

Quizás, y por razones forzadas, se ha centrado demasiado en atacar la administración anterior y en destacar todo lo mal que se pudo haber hecho, como los problemas de recursos financieros que tuvo que recuperar, entre otros. Probablemente, esto ha dejado de lado ciertas necesidades y capacidades de mejora que son bastante evidentes. Para mí, son aún más evidentes ahora que he recorrido todos los días la comuna en diferentes lugares. Además, tengo la comparación con otras comunas en las que me ha tocado asesorar. Siento que hay una brecha significativa que no puede esperar mucho tiempo.

Concretamente, además, como soy un tipo formado en la ingeniería, lo que puede tener virtudes y defectos, más allá de lo que yo sienta, crea o me digan, reviso indicadores, datos. Indicadores de control de gestión en los diferentes ámbitos de la administración de una municipalidad.

No quiero emitir juicios de valor, porque sería súper incongruente con lo que estoy diciendo, pero hay que medirlo. ¿Qué hacen los funcionarios de Maipú? ¿En qué ocupan? ¿Cuáles son las cuadrillas que estaban disponibles, por ejemplo, para estas emergencias que se vivieron? ¿Las cuadrillas que estaban disponibles eran las suficientes? ¿Dónde está el espacio para mejorar? 

Así que más que atacar la figura del alcalde, o ser odioso en eso, lo que yo quiero hacer es una cuestión más propositiva. Tener un buen diagnóstico con indicadores. Tengo muchas ganas de que esta candidatura sea con fairplay, y yo creo que tengo una ventaja competitiva grandísima.

Probidad, Chiletabacos y Estallido Social

Basseletti se despedió de Carabineros siendo Director Nacional de Apoyo a las Operaciones. Un cargo que maneja una billetera enorme. “1.200 millones de millones de pesos”, comenta y dice que si bien el dinero era enorme, también lo eran las necesidades de Carabineros. Había a su juicio necesidades “tecnológicas, logísticas, de equipamiento, de proceso”.

Agrega que le ha tocado ver ineficiencia a la hora de gastar los recursos. “Fui capaz de eficientar el presupuesto de Carabinero, porque también no pasa en el sector de la municipalidad, porque tiene un nivel de administración descentralizado, pero las instituciones del Estado tienen un presupuesto que es anual y que si no se ejecuta en un determinado plazo se tiene que devolver al Erario Nacional y eso era una muy mala noticia. Te estás quejando que quieres mejorar la tecnología y tal, pero resulta que al año se devolvían 50, 60 mil millones de pesos por diferentes razones porque la institución no alcanzaba a ejecutarla”.

Uno de los puntos que ha puesto sobre la mesa es la probidad.

Así es. La probidad no es tan solo no llevarse la plata para la casa, sino que también tiene que ver con gastarla bien, con que los recursos públicos que se adjudiquen a través de una licitación o de un trato directo o de un convenio realmente redituen lo que tienen que redituar.

Aquí uno ha escuchado hartas promesas, que vamos a terminar con los pitutos, por ejemplo, y me imagino que la evidencia es más que suficiente con lo que le pasó al Presidente. Él lo dijo con bombo y platillo, y después te encontraste con otra cosa. Yo creo que también eso puede ser algo bien distintivo, porque no en vano no soy un tipo joven, tampoco soy tan viejo, pero tengo una carrera demostrable respecto a lo que es mi honorabilidad.

Usted afirma que lo de Chiletabacos fue mentira.

Eso fue un invento. Es cosa de ver el informe que hizo la Contraloría General de República. Yo creo que hay una operación para desacreditarme desde la izquierda más arraigada. Cuando yo era prácticamente el vocero de Carabineros, se habló de la sala de tortura de Baquedano y una sartada de cosas más, y fui muy duro en defender las posiciones institucionales con argumentos, con evidencia, y que hoy día hacen sentido, pero en esa época no.

Cuando salió el tema de Chiletabacos yo me preguntaba, ¿por qué alguien me tiene que tener tanta odiosidad que inventa todo este chiste? Porque es tan grotesco, tan fácil de demostrar que es verdadero o falso. Pero la Contraloría se demoró dos años en demostrarlo también.

Cuando sale esa noticia, el subsecretario del Interior de la época muy discretamente me dice ‘oye, general, ¿usted tiene sus boletas, tiene su actividad comercial anterior?’, y yo le dije ‘mira, vamos a hacer otra cosa, aquí esta mi rut, aquí está mi Clave Única, tú encarga a quien sea que revise. Yo puedo transar cualquier cosa, pero que jueguen con mi honor…

Lo que aprendí de esa lección es que yo jamás me metería, no sé, con el alcalde o con un político a escudriñar cuestiones pencas, falsas, grotescas, solamente para desacreditarlo. Yo encuentro que es un pecado feo, que no estoy dispuesto a hacer. No me gustó que lo hicieran conmigo.

De todas formas hubo cosas que usted mencionó y que generaron un gran revuelo, que fue comparar lo que a su juicio se debía hacer durante el estallido con un tratamiento de cáncer, donde podían “morir células buenas y células malas”, ¿sigue pensando lo mismo?

Ni un milímetro de cambio respecto a lo pensado. Uno en la vida tiene que ser  consecuente y hacerse cargo de lo que piensa, lo que dice y lo que hace. Yo podría acomodarlo, si bien puedo reconocer que el ejemplo pudo haber sido malo, de hecho mi papá murió de cáncer…

Y salió pidiendo disculpas…

Claro, pero por eso, por los enfermos con cáncer. Yo no estaba dispuesto a dar excusas, ni lo voy a hacer ahora, respecto a algo que sigo pensando. Sería el rey de los inconsecuentes. Pero que quede claro: ¿a qué me refería con eso? Tiene que ver con las externalidades negativas que produce el uso de la fuerza. El uso de la fuerza sí produce externalidades negativas, ¿qué más negativo puede ser que incluso la otra persona muera?

Cuando hay un asalto a un banco o un ataque a Carabineros que pone en riesgo la vida de un agente público, ¿dónde debería estar la balanza? ¿A favor de qué lado? No lo digo yo. El Estado debe contar con las fuerzas necesarias para mantener el Estado de Derecho, como en ese momento. Y claro, es probable, como tiene que haber ocurrido en muchos casos, de que al hacer uso, incluso de un chorro de agua, para no ponerlo en la perspectiva de un arma de fuego, pero un chorro de agua frente a alguien mal parado, que se resbale, se caiga, se pegue en la cabeza y se muera. Eso es un efecto no deseado, pero está dentro de lo que puede pasar. 

Una persona que haya recibido perdigones en un grupo que está vandalizando una estación de metro o que está vandalizando un supermercado y han llegado las fuerzas públicas y ha usado esos elementos que el Estado le ha entregado, pudo haber producido ese efecto. Uno espera que no sea alguien inocente.

Pero hubo muchos casos de gente que perdió los ojos…

Claro, pero ahí yo tengo un problema con eso. 

Sería interesante que lo desarrollara…

El problema que tengo con eso es que siempre escucho hablar de cantidad y cantidad. ¿Y por qué esto es importante? Porque, ya te dije, yo por mi formación, lo que no se mide es música. Entonces, ¿en cuántos casos? Y te voy a poner un ejemplo re concreto. Si tú tomas hoy día el informe que hizo, por ejemplo, Amnistía Internacional cuando vino, que fue algo que el Presidente Piñera pidió, a ellos le bastaba con el relato que podían dar personas lesionadas o heridas para dar por cierto que había una violación a un derecho humano en esa ocasión. Hablaban de 400.

Ese número, cuando se pidió por Transparencia al Instituto de Derechos Humanos, ¿cuál es el contenido? 23 personas. Hay que ir a revisar esas 23 personas, si hubo un abuso, si hubo un exceso del uso de la fuerza, por qué alguien usó esas armas para torturar o producir represalias, ¿porque tenía rabia? ¿porque yo soy carabinero y te voy a castigar?

Tú revisas la tipología de los delitos de apremio ilegítimo que fueron modificados en el año 2016, creo, y se incorporaron a nuestra legislación, tiene que ver con eso. Tiene que haber un dolo. Tiene que haber, demostrablemente, una intención de un agente del Estado para producir esa tortura, si fuera tortura. ¿Y qué es tortura? Es tomar a una persona y producirle daño físico, psicológico para que confiese, para castigarla. ¿Quién podría defender eso? Yo jamás lo defendí.

Pero hay antecedentes de uniformados que se excedieron…

Yo fui muy riguroso cuando sí teníamos antecedentes de carabineros que se habían salido de madre y habían hecho uso de una fuerza de manera desmedida. Bueno, esos carabineros fueron sometidos a procedimientos por una parte administrativo y dado cuenta al Ministerio Público. Yo al menos eso lo hice siempre. Pero meter en un solo paquete todo eso, hablar de que hubo un desborde, era lo que me parecía, y hoy me parece con mayor razón, bastante injusto, porque es un juicio de valor. Y lo sostenían, y nunca he escuchado una disculpa. Tenemos una ministra de Estado y una presidenta de la Cámara de Diputados, ¿o se nos olvidó eso, que había un supuesto centro de tortura en Baquedano?, pero la gente lo creyó…

Y por eso es que existen los juicios que tienen que ser justos, tienen que tener el derecho a la defensa, y no tiene que haber ninguna duda razonable de que tú cometiste ese ilícito. Porque, bueno, yo no soy abogado, pero uno al final aprende por osmosis, que existen diferentes maneras en las que tú puedes ser culpable. De manera dolosa o de manera culposa. O puedes ser inocente. Si yo tengo una discusión con alguien porque me falta el respeto, me pega, yo me defiendo, lo empujo, se cae, se muere, ¿es un homicidio? Seguramente para algunos sí.

Por una parte, el Estado, si piensa que tengo responsabilidad, tendrá que demostrar que hubo un dolo, al menos eventual. Es decir, yo fui responsable, cometí un acto que no podía menos que sospechar que le voy a costar la vida a esa otra persona. Y por tanto soy culpable de homicidio, y me van a condenar por homicidio. 

Pero también, por otra parte, fue un hecho fortuito. Este gallo más encima, es más, está protegido porque la eximente de responsabilidad penal te da la oportunidad de defenderte de un tercero. Y que la consecuencia sea cualquiera. Y ahí está el ejemplo mío con el tema de las células buenas y malas. Efectivamente hay situaciones en las cuales se producen efectos no deseados, pero hay que estudiar, ¿por qué? ¿Qué lo causó? ¿Cuál fue la motivación? ¿Y si es dolosa? ¿Y si es penal?

¿Y usted reconoce que hubo algún caso de esa categoría durante el Estallido Social? 

En mi administración, bajo mi zona, hubo un par de incidentes que son claramente excesos de fuerza. Me acuerdo unos motoristas, por ejemplo, a unos voladores en Peñalolén, que después eso más encima desencadenó toda una reacción en contra de los carabineros de Peñalolén. Y claro, ahí hubo un exceso. No torturaron a nadie, pero usaron una fuerza desmedida. Y fueron eliminados de la institución y fueron puestos a disposición de la justicia y los juicios siguen.

Hay otro caso también en la comuna de La Florida, donde un grupo de carabineros le pegó a otro joven. Son los casos que yo me recuerdo.

Hubo mucho de mi gestión, con mis mandos siguientes, en términos de entender que había un riesgo muy grande que si se pasaba de madre el uso de las fuerzas iban a tener consecuencias jurídicas. Y yo no quería lamentar que mis subalternos tuvieran, o yo mismo, responsabilidades penales, en mi caso, por omisión, como lo intentaron por ahí algunas denuncias también, de nuevo. De lesa humanidad, incluso.

Hay un caso que es muy, muy icónico, que es con la senadora Campillay y el capitán Maturana, lo que pasó en San Bernardo. Es un caso de estudio. Uno no tiene más que respetar los veredictos de la justicia, pero fue un juicio bastante irregular desde el punto de vista que, por ejemplo, se dejaron pruebas afuera que podían implicar la duda razonable de que esas lesiones que tiene la senadora no fueran atribuibles a esa bomba lacrimógena que disparó el capitán, sino que fueron con un objeto contundente, que eran unas piedras.

Si usted revisa el juicio, el tribunal excluyó la prueba porque no se recogió en el momento por parte de la PDI. Y eso te deja un sinsabor. Pero supongamos que fue efectivamente el disparo que hizo ese capitán, de nuevo. Te digo, yo no soy juez, y soy un tipo que cree en el Estado de Derecho. Bueno, ahí hubo un juicio, hubo una condena que tendrá que verse en otras instancias si se puede anular, pero no se pudo comprobar un hecho que es clave, que es el dolo. O sea, un carabinero a 53 metros de un grupo de personas que dispare ese tipo de armamento, que yo lo conozco bien, no es un rifle, no tienes como hacer puntería. 

Entonces, a mi me pareció tan brutal que él haya sido condenado por homicidio frustrado, con resultados de lesiones gravísimas, porque supone que el tipo se puso en la hipótesis: ‘esta persona, por cualquier razón, la voy a castigar y la voy a castigar apuntándole y disparándole’. Es un caso súper técnico, pero hay un juicio y hubo un resultado que implicó una condena para el suboficial y que está cumpliendo.

¿Por qué hablé de estos casos? Por los principios que están detrás, eso. Las críticas que había en ese momento de Human Rights Watch, de Amnistia Internacional y de algunos sectores de la extrema izquierda, hoy día los que están en el Gobierno, por ejemplo, era que realmente Carabineros se había vuelto loco y desatado para castigar, para violar, para asesinar al pueblo y esa cuestión, yo decía, ‘Dios mío’.

Yo estuve 35 años en esto, o sea, yo no podría poner la mano al fuego que no haya un tipo leso, un carabinero, no sé, como lo han habido, que participan incluso en delitos o que golpean a una mujer, lo que tú quieras, eso está dentro de las probabilidades de una organización tan grande que tiene 60.000 personas, yo puedo entender eso, pero que te digan que tú sistemáticamente, o sea, que te organizaste…

El Salvador, ¿modelo a seguir?

Bassaletti tuvo la oportunidad de conocer presencialmente, junto a Kast, el plan de Bukele para controlar la violencia y también estuvieron en Hungría, país gobernado por Viktor Orbán, líder del partido Fidesz de tendencia nacionalista y conservadora, quien ha implementado política migratorias consideradas de las más duras en la Unión Europea.

Ya lo mencionábamos antes, hizo este viaje a El Salvador, y lo vinculo directamente con lo que estábamos hablando, porque de alguna manera se relaciona con la visión que pueda tener sobre violaciones a los derechos humanos, ¿qué les pareció lo observado? ¿visualizan medidas aplicables aquí en Chile?

No. Se planteaba conocer in situ, entrevistarse con las diferentes autoridades y conocer el detalle, conocer datos, por nosotros mismos, no por lo que te dicen otras personas. Lo que no se ve, no existe, porque hay que ir allá, hay que sentarse con el ministro de Justicia, que es un tipo que fue fiscal 20 años; con el ministro de defensa, que es un marino; con diferentes autoridades, y básicamente conocer de ellos, que te cuenten el relato y la historia documentadamente del país que tenían, con la crisis que tenían que es incomparable con Chile.

Déjame decirte, primero, que ese es prácticamente un país que está rumbo a un Estado fallido. Si me quieres llevar de vuelta a los temas médicos, estás hablando de un paciente que se te va a morir.

Con toda la crisis que hemos tenido en Chile, estamos muy distantes, no sé si eso durará siempre, pero hoy día, evidentemente, no es el caso que tenía El Salvador en esa época. Cuando uno se da cuenta que hay un plan, un plan que tiene 6 etapas, y que es un plan que se articula cuando el Presidente actual tenía mayoría de oposición… El Salvador tiene un sistema unicameral y ellos, frente a esa debacle, sacaron una ley que puede ser controvertida aquí, que fue tipificar como delito muy gravoso, con 20 años de cárcel hasta 40, el hecho de que se compruebe que una persona pertenezca a una mara.

Nosotros recorrimos, hablamos con personas comunes y corrientes, me acuerdo que fuimos a la biblioteca un día conversando con familias y tú, ¿qué recogés de ahí? que había un Estado paralelo en las poblaciones, bandas que cobraban los ‘impuestos’, ¿qué impuestos? extorsiones, y si no, las consecuencias eran una mutilación, un castigo, una violación de derechos humanos de la que nadie se preocupaba. Y eso tenía un efecto, como te digo, casi de Estado fallido en la población que lo llevó a un extremo, es cierto, yo no estoy justificando, estoy contando el relato de lo que vi, ¿y me preguntas si eso es aplicable en Chile?

Es que da la impresión de que lo que hicieron fue ir a observar ideas para importarlas.

Sí, pero eso es una impresión, por eso es que hay que medirla, así que yo agradezco la entrevista, porque eso me permite explicar. Ellos tomaron esa decisión drástica, dura, difícil de entender seguramente para organismos que lo ven con mucha crítica, pero la tomaron. Y eso llevó, primero, a sacar de circulación a una cantidad importante de estas bandas criminales solo con el antecedente que tenían que comprobar que hayan pertenecido a estas maras.

Ahora, si además se comprobaba que tenían una participación culpable en crímenes, en violaciones, torturas, secuestros -estoy pensando en todas las cosas que me tocó ver en las fichas-, eso era desde los 20 años y podía terminar en 150 años, como conocí a algunos tipos ahí, que estaban condenados.

En el caso concreto de uno que tuvimos a la vista, había participado con otros en el secuestro de seis concriptos del Ejército. Los habían torturado durante un mes, les habían cercenado parte de su cuerpo, se los habían mandado a la familia y después los mataron, los partieron en partes y los enterraron. Ese juicio llevó a que fueran condenados a, no sé, 100 años de cárcel.

Aquí no existe eso, en Chile, y uno analiza al principio, ¿qué es lo que buscaban ellos con estas medidas súper extremas? Porque, te vuelvo a repetir, probablemente en Chile jamás tengamos una expresión de esa naturaleza, es decir, que el Congreso pase una ley que condene con una pena de 20 años a una persona solo por el hecho de pertenecer al Tren de Aragua, por ejemplo. Pero ellos lo justifican en el hecho de que se terminó con una tasa de homicidios que llegó a ser 100 homicidios por cada 100.000 habitantes. En el caso de la región de toda América el promedio es 17 y Chile tiene hoy día, con la crisis que tenemos, casi 7 puntos. Tenemos 6,6 o 6,7 homicidios por cada 100.000 habitantes, aunque habíamos tenido 3 sí. Entonces, ellos lograron con eso muy rápido devolverle la vida a los habitantes al punto que hoy día la gente puede salir a la calle, puede hacer su comercio.

Cuando uno lo mira aquí de lejos, tú me haces estas preguntas, pero cuando estás allá, no digo que se llega a justificar, pero sí a comprender. Ese plan, como decía, que tenía 6 etapas, la primera de recuperación, que era una medida de shock, porque, ¿qué más podían hacer? piensa tú que ese país, si tu analizas la historia, tuvo guerrilla, tiene dos presidentes presos, o sea, un nivel de corrupción… y ahora, cuando observas caso por caso, te encuentras con ciertos decriterios, yo creo que es legítimo evaluarlo.

Uno es súper respetuoso de los otros países, nosotros no fuimos con la lógica de ir, tomar y copiar, pero sí levantar los principios que hay detrás y adaptarlo a la realidad chilena, esa es otra cosa. Y mira que se han levantado bien, porque el Presidente Boric, por suerte anunció… no yo, no Kast, sino que el Presidente Boric, la construcción de una cárcel de alta seguridad para determinados criminales.

Obviamente que esas medidas de shock, controvertidas, que podríamos discutir la legitimidad desde el punto de vista de los derechos de esos reclusos, yo estoy de acuerdo. A nadie se le ocurrió ir y mirar un modelo y aplicarlo acá, esa es la caricatura simple, burlona, política, pero sí el ejercicio intelectual era conozcámoslo, recojamos aquellas cosas que como conceptos sean útiles.

“Lo que hay que hacer es brutal”

Hace unas semanas, cuando el anuncio de la candidatura de Bassaletti aún era reciente, en entrevista con el programa “Semana RE” del propio Partido Republicano, el ex uniformado señaló lo siguiente:

Volviendo a Maipú, usted ha declarado sobre el tema de seguridad que no es que venga usted con la fórmula perfecta

No, no la hay. 

Citando sus palabras, recientemente afirmó que, en Maipú, “lo que hay que hacer es brutal”, ¿a qué se refiere con eso?

Hay que tener cuidado con las palabras, porque todo se puede mal interpretar… 

Es que además, el propio partido ha hecho circular esa cuña…

No, brutal tiene que ver con que hay que tomar medidas disruptivas, hay que hacer cosas distintas si no queremos seguir con los mismos resultados. Esto no lo digo yo, lo dijo Einstein hace mucho rato.

En materia de seguridad, se ha hablado de Calles sin Violencia, calles seguras, que se va a hacer una gestión con Carabineros para que hayan otros carabineros dispuestos a ir a ciertos barrios, ¿en serio? ¿me estás diciendo que eso va a marcar la diferencia en la seguridad?

Los problemas son mucho más serios y tienen que ver con… primero, el desligarse de responsabilidad. Decir ‘yo soy alcalde, entonces, no tengo nada que ver con las policías, yo no las mando. Tampoco tengo que ver con el Ministerio Público, porque las fiscalías son autónomas, y no tengo nada que ver con los jueces, ¿en serio? o sea, ¿no existe la posibilidad de un alcalde con carácter, con decisión, con conocimiento y que sea un líder que realmente conozca estas cosas pueda empujar esa acción?.

Tenemos el Consejo de Seguridad Comunal y tenemos las reuniones STOP que se realizan mensualmente, y soy testigo, y además participé de la creación de esa política pública, entre paréntesis, ¿y por qué lo hicimos? Fue precisamente para darle gobernanza al alcalde. Está bien, no tiene una línea vinculante ni con las dotaciones policiales ni con la operación que ellos hagan, pero si tiene una línea en la cual podrá pedir cuentas y decir, ¿cuáles son los resultados de este mes? ¿cuántos detenidos por robo hay? oiga fiscal, y estos detenidos por robo, ¿qué pasó? ¿por qué no quedaron en prisión preventiva?

Yendo a lo concreto, ¿qué es brutal? Brutal significa hacerse cargo de manera decidida, haciendo todas las acciones que están en el ámbito de tus competencias. No son pocas: aquí hay una Dirección de Seguridad, hay recursos, etc.

¿Qué acciones concretas propondría, por ejemplo, para abordar el problema de los campamentos?

En La Reina me encantó lo que hizo el alcalde Palacios. Es una comuna con muy poco espacio disponible para transformarlo en vivienda y por mucho tiempo se trató de buscar con el Ejército un convenio, el que tuvo sus razones para decir que no, el alcalde puso un recurso de protección, en fin, la decisión que se toma finalmente es con un espacio que está al frente de la Municipalidad, que tenía una tremenda cancha.

Obviamente era útil a los efectos del deporte, pero el alcalde fue disruptivo, enfrentando la mirada de los suyos. Se trata de un sector de alta plusvalía, y habló con SERVIU e hicieron un convenio, ¿me cachai? Hoy ese proyecto de alto estándar, de más de 300 soluciones habitacionales, se está terminando. No fue fácil, pero se logró, ¿cuántas familias en Maipú quisieran tener su solución habitacional?

Si tú me preguntas, ¿usted tiene una propuesta? Lo tendré que estudiar en su momento, pero sí te puedo asegurar algo, voy a ser una piedra en el zapato en los ministerios que correspondan para que hagan lo que tienen que hacer. No seré vinculante, pero en vez de ir a hacer cuestiones a programas encachaitos, o a los matinales a hacerme el simpático… De repente hay que ponerse rojo, eso es ser brutal, es realmente ponerte del lado de los vecinos, cueste lo que cueste.

Ha mencionado también el tema de los basurales, ¿qué haría ahí?

Es que yo estoy impresionado con el tema de la basura. Estoy ingratamente impresionado. Creo que hay que ser justos, no estoy diciendo que esta administración es indolente y no ha hecho nada, si estoy seguro que ha hecho y seguirá haciendo todos los esfuerzos racionales, el tema es quién lo hace mejor, eso es todo.

¿Quién tiene la capacidad? Esto es como cualquier empresa, entre comillas. En una empresa privada es más fácil, porque al final si tú estás postulando a un puesto de gerente, nadie te elige por simpático, sino por quién lo ha hecho más bien, quién tiene el mejor plan, quién tiene el conocimiento, quién tiene los contactos.

En materia política es más complejo, porque juega mucho el factor, digamos, ‘quién te conoce más’. ¿Quién conocía al alcalde Vodanovic antes que fuera alcalde? Es una buena historia, y a mí me pareció una buena historia en verdad, es casi imposible que yo me exprese mal de él. Un chico que es de una familia de bien, que tiene una sensibilidad social, que estudia su carrera, que hace un postgrado en Georgetown y va y vive en una población y recoge el… Está el descueve, yo creo que él es una tremenda persona en ese sentido.

¿Pero cómo se miden los resultados? con indicadores. Eso es todo. Y si el tipo lo ha hecho el descueve, y yo estoy súper equivocado y no hay mucho que pueda aportar, bueno, voy a perderdor. Pero creo tener las herramientas, la convicción, la decisión… además, como yo me metí solito en este lío de la política, también está en juego mi honor. Yo no estoy experimentando, no estoy haciendo cálculos que si saco tantos votos. Yo no sé ese futuro, así como no pensaba dedicarme a ser alcalde. Bueno, pero estoy en esta historia y también pretendo darle honor a estos cargos. Seguramente como lo hace el alcalde, si no estoy diciendo lo contrario. Pero que va a partir por un fairplay, porque parte con esta conversación. De generar, al final, propuestas concretas, darle solución a los vecinos y no con promesas vacías. 

Porque al final alguien me preguntaba, oye, ¿y tú vas a sacar cantando esa toma de los haitianos? Lo más probable es que eso no vaya a ocurrir.

Creo que eso es algo que la gente va a estar preguntando con frecuencia…

Seguramente, pero le voy a decir que voy a hacer todo lo que esté en mis manos, voy a golpear todas las puertas para buscar la solución. Además, no puedo asumir que toda esa población son delincuentes, son traficantes. Hay familias, hay niños, yo he estado allá, no tengo ningún problema con ellos.

Uno no puede dejar de conmoverse con esos niños. Pero por lo mismo, yo creo que es un abuso hacerse el tonto y dejar que vivan ahí, que hagan sus necesidades sin que haya una alcantarilla, ¿nos seguimos haciendo los locos? Yo creo que hay acciones, de hecho he estado estudiando algunas re concretas, si me va bien, en el sentido de poder, primero, relocalizar a esas personas. Tampoco vas a hacer una bolsa con ellos, ¿los va a tirar dónde?

Otro de mis aspectos es que a mí me gusta mucho la sensatez. Creo que, al final del día, los chilenos no son lesos. Y la sensatez se impone por sobre la publicidad. La gente de repente se deja llevar por canto de sirena, pero el chileno es bien zorro. Podemos tener hartos defectos, pero tenemos una virtud, que es ser pillo. Y eso conlleva, primero, a no hacer promesas que no vas a poder cumplir, porque ya estamos aburridos de eso.

También, cada uno tiene su propia mirada respecto a lo que ha pasado en los últimos 30 o 40 años. Por lo tanto, el desafío es, primero, que la gente confíe en mi. Y eso te lleva a tener un discurso de sinceridad. Segundo, tener un plan, un plan de verdad, que sea viable, que se pueda concretar, que se haga cargo de los liderazgos. Yo sostengo que el liderazgo de un alcalde es inmenso, y a través de ese carácter, de esa voluntad, de ese conocimiento, se van generando equipos de trabajo poderosos. Porque el alcalde solo no puede hacer nada, ni yo. Yo si vengo solo aquí, capaz que me vaya pésimo.

Podemos hacer una transformación importante y recuperar a los habitantes de Maipú lo que habían tenido por décadas y que se perdió. Yo no digo que en manos del alcalde actual sea una decadencia. No vivo en Maipú, pero sí conozco Maipú de toda mi vida. Mi mamá era súper católica, veníamos al Templo. Teníamos familia acá, y este Maipú está mucho peor del que yo conocí.

Los habitantes lo ven expresado en la delincuencia, en tener que encerrarse en sus casas, tener todo lleno de cámaras. Los comercios a las 20 horas se cierran, es impresionante, y no es justo, como tampoco es justo que estén los basurales, los mismos hoyos de siempre, y aunque nadie lo va a solucionar en un día, se puede tener un plan que tenga metas cuantificables.

Para terminar, lo escucho hablar y parece distanciarse de ciertas formas típicas de los republicanos, que se preocupan mucho de atacar al otro, ¿qué podría decir al respecto?

A lo mejor es muy patúo, pero siento puedo ser un agente de cambio en la política chilena, la que ha estado reservada por los políticos. Parece un juego de palabras, pero yo no soy un político, naturalmente. Yo fui un servidor público, tengo harta sensibilidad. No soy Sor Teresa de Los Andes tampoco, pero sí sé que es mucho mejor tener miradas propositivas que antagónicas, rudas.

También puedo comprender, porque yo también quiero decir que si a mí alguien, yo no soy un tipo agresivo, pero si usted me quiere a mí agredir, yo también me voy a defender. Y bajo esa lógica, más que el partido, yo creo que a la política chilena en general se le tiene evaluada de una manera bien negativa. Es cuestión de agarrar cualquier encuesta y mirar cómo están evaluados los políticos en general. Y yo pienso que esta es una buena oportunidad de contribuir desde el Partido Republicano, porque es quien me ha dado la oportunidad, y que además coincide, en general, con el modelo de la visión de la vida.

Yo soy un tipo, no puedo negarlo, más conservador, pero con la mente lo suficientemente amplia para discutir con una persona de extrema izquierda. No tengo ningún problema, pero con respeto. Y bueno, si no son respetuosos conmigo, ahí yo paro.

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3 respuestas a «Enrique Bassaletti, candidato Republicano a la alcaldía de Maipú: “Creo que tengo una ventaja competitiva grandísima”»

  1. Avatar de Arturo
    Arturo

    Un tipo inmoral, que defiende lo indefendible: las violaciones a los Derechos Humanos en el Estallido Social. Todos sabemos cómo actuó carabineros. Hay videos y experiencias previas que nos demuestran su actuar. Como escoltada, miserablemente, a manifestantes de derecha en sus marchas. Impresentable.

    1. Avatar de Alejandro
      Alejandro

      Sigue con la tontera del estallido…gracias a esa porqueria hasta el dia de hoy seguimos pagando, ya que los carabineros practicamente les cortaron las manos y quuenes aprovecharon? Los delncuentes que nos siguen atormentado y ademas cuantas fuentes de trabajo se perdieron.

  2. Avatar de Luis Fres
    Luis Fres

    Enrique Bassaletti es un servidor publico brillante, le va a mejorar la calidad a los habitantes de Maipu. Un lujo, generara crecimiento y desarrollo.

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