Natalia Arancibia Gajardo es, antes que todo hija, madre y esposa. Actualmente ocupa el cargo de directora del Complejo Educacional Maipú (CEM), ubicado en El Olimpo 1313, una institución con una sólida trayectoria de 45 años en la comuna y que ofrece educación a estudiantes desde Pre kínder hasta IV año medio.
Su carrera profesional motivada por el compromiso con la educación de calidad y el deseo de contribuir al desarrollo integral de los estudiantes comenzó como profesora de Lenguaje y Comunicación en el mismo establecimiento en marzo de 2014, y desde entonces se ha desempeñado en diferentes áreas, como coordinación en enseñanza media, Jefa de UTP y subdirectora hasta 2022, cuando asumió la dirección.
Quien también cuenta con un Magíster en Evaluación y Currículum, además de un Diplomado en Formación de Directores de Excelencia obtenido gracias a una beca CPEIP en 2021, habló con La Voz de Maipú para contarnos acerca del este destacado proyecto educativo que, sin duda, ha marcado vidas maipucinas por décadas. Te invitamos a leer su entrevista.

Sobre el CEM y su historia, ¿qué valores y principios guiaron el nacimiento de este colegio, y se mantienen hasta hoy?
El Complejo Educacional Maipú se fundamenta en valores esenciales como el respeto, la honestidad, la responsabilidad y la solidaridad. Estos principios guían nuestra labor educativa y crean un ambiente propicio para el aprendizaje y el desarrollo integral de nuestros estudiantes.
Además, reconocemos la relevancia del papel que desempeñan los padres en este proceso, ya que fue gracias a la dedicación y el compromiso de la familia Ravello Casanueva con la educación que se gestó nuestra institución. Este vínculo entre la familia y la escuela es crucial para fomentar un entorno educativo enriquecedor y colaborativo, donde todos los actores involucrados trabajen en conjunto por el bienestar y el futuro de los jóvenes.

¿Cómo describiría el sello formativo del CEM hoy? ¿Qué es lo que lo hace distinto respecto de otros proyectos educativos en Maipú?
En el ámbito de la Educación Inicial, adoptamos un enfoque curricular que prioriza el aprendizaje a través del juego, reconociendo la relevancia de compartir experiencias significativas. Este enfoque lúdico no solo fomenta la curiosidad y la creatividad de los niños, sino que también resalta la importancia de las emociones en el proceso educativo.
Para nosotros, es esencial que nuestros educadores desarrollen habilidades en mentalización, lo que les permite ofrecer una contención emocional adecuada a los niños y niñas. De esta manera, nuestro compromiso se centra en el bienestar emocional y el aprendizaje, elementos que son fundamentales para el desarrollo integral de los más pequeños, asegurando que cada niño no sólo adquiera conocimientos, sino que también se sienta apoyado y valorado en su entorno educativo.
¿Cómo se refleja la idea de “formar con pasión y propósito” o de manera “integral” en el trabajo diario con estudiantes?
La idea de formar con pasión y propósito, así como de manera integral, se manifiesta en el trabajo diario con los estudiantes a través de un enfoque educativo que va más allá de la mera transmisión de conocimientos. Este enfoque implica la creación de un ambiente de aprendizaje en el que se fomente la curiosidad y el interés genuino por el saber, promoviendo así un compromiso activo por parte de los alumnos.
Los educadores, docentes y asistentes de la educación, al integrar diversas metodologías y recursos, buscan atender las necesidades individuales de cada estudiante, reconociendo sus talentos y potencialidades. Además, se enfatiza la importancia de desarrollar habilidades socioemocionales, que son fundamentales para el crecimiento personal y académico. De esta manera, se construye una experiencia educativa que no solo se centra en el contenido curricular, sino que también considera el desarrollo integral de la persona, preparándolo para enfrentar los desafíos del mundo actual con una visión crítica y creativa.
¿Cómo describiría el vínculo que tienen con las familias?
El vínculo entre la escuela y las familias del CEM es fundamental y único, en nuestro caso es un lazo para el desarrollo integral de nuestros estudiantes, es un puente de comunicación y colaboración que beneficia tanto a los alumnos como a la comunidad educativa en su conjunto. Este lazo se manifiesta a través de las diversas actividades que fomentan la participación activa de los padres en el proceso educativo, tales como reuniones, talleres y eventos escolares.
La interacción constante entre docentes y familias permite un intercambio de información valiosa sobre el progreso académico y emocional de los estudiantes, lo que a su vez facilita la identificación de necesidades específicas y la implementación de estrategias adecuadas para abordarlas.
Además, al involucrar a las familias en la vida escolar, se promueve un sentido de pertenencia, identidad y compromiso que fortalece la cultura educativa, creando un ambiente propicio para el aprendizaje y el desarrollo personal de los niños, niñas y jóvenes, contribuyendo a la formación de una comunidad más unida y solidaria.
Considerando que llevan 40 años en la comuna, ¿cómo define el vínculo que tiene el CEM con su comunidad/entorno? ¿ha evolucionado esto en el tiempo?
A lo largo de sus 40 años de historia, el CEM ha construido un fuerte y significativo vínculo con la comunidad de Maipú, posicionándose como una institución educativa emblemática de la comuna. Este lazo no solo se basa en el tiempo, sino en el compromiso constante con la formación de generaciones de estudiantes que hoy son representantes destacados en diversas áreas, tanto a nivel local como nacional. El colegio ha participado activamente en iniciativas sociales, culturales y educativas del entorno, promoviendo una relación de colaboración y cercanía con las familias, organizaciones y actores comunitarios.
Con el paso del tiempo, este vínculo ha evolucionado desde una relación meramente institucional hacia una conexión mucho más profunda y recíproca. El CEM no solo influye en su entorno, sino que también se deja influenciar por las necesidades, aspiraciones y valores de la comunidad. Esta interacción ha contribuido a que el colegio reciba reconocimientos significativos por su aporte a la educación y al desarrollo local, reforzando su rol como un actor clave en el crecimiento de Maipú. Así, el CEM no solo educa, sino que también es parte activa del tejido social y cultural de la comuna.
¿Qué desafíos enfrenta hoy el colegio y cómo los están abordando?
El colegio enfrenta en la actualidad una serie de desafíos significativos que requieren atención y estrategias efectivas para su resolución. Entre estos retos se encuentran la adaptación a las nuevas tecnologías educativas, la necesidad de atender la diversidad de estilos de aprendizaje de los estudiantes y la gestión de la salud mental en un contexto post-pandemia.
El vínculo del CEM con la comunidad se ha ido fortaleciendo y transformando a lo largo de estos 45 años. Desde sus inicios, el centro no solo se pensó como un espacio educativo y cultural, sino como un punto de encuentro para las familias, un lugar donde la comunidad pudiera sentirse parte de algo más grande.
Para abordar estos problemas, la institución ha implementado programas de formación continua para el personal docente, con el fin de que se familiaricen con herramientas digitales que faciliten la enseñanza. Además, se están desarrollando iniciativas que promueven la inclusión y el apoyo emocional, tales como talleres y sesiones de orientación, que buscan crear un ambiente escolar más comprensivo y solidario.
Estas acciones reflejan un compromiso por parte del colegio para no solo superar los obstáculos actuales, sino también para preparar a los estudiantes para un futuro en constante cambio.
Hoy podemos decir que el CEM es parte del tejido social de la comuna. Ha acompañado a generaciones, ha sido testigo de sus transformaciones, y en muchos casos, ha sido un motor de cambio positivo. Este vínculo ha evolucionado desde lo institucional hacia lo afectivo, convirtiéndonos en un referente local y un espacio al que se recurre no solo por lo educativo, sino también por contención, identidad y pertenencia.
¿Qué sueñan para el futuro del CEM?
El futuro del CEM nos apasiona enormemente, es un tema que despierta grandes aspiraciones en la comunidad educativa. Deseamos un espacio donde la innovación y la creatividad se entrelazan, promoviendo un ambiente de aprendizaje dinámico y enriquecedor. Visualizamos un enfoque inclusivo que garantice que todos los estudiantes, independientemente de sus habilidades, tengan la oportunidad de brillar, de crecer y de creer en sí mismos.
Además, anhelamos la colaboración entre docentes, padres y alumnos, ya que es fundamental para construir un entorno escolar armonioso que fomente el respeto, la diversidad y el trabajo colaborativo y en equipo. En este contexto, esperamos que el colegio no solo forme académicamente a sus estudiantes, sino que también los prepare para ser ciudadanos responsables y comprometidos con su comunidad y personas íntegras desarrolladas socioemocionalmente.
¿Qué le gustaría que las familias de Maipú supieran sobre esta institución que las motivara a matricular a sus hijos en un establecimiento de estas características?
Es fundamental destacar la calidad educativa y humana que se ofrece, la cual se basa en un enfoque integral que no solo se centra en el rendimiento académico, sino también en el desarrollo personal y social de nuestros estudiantes. Además, la institución cuenta con un equipo profesional docente y técnico altamente calificado y comprometido, que se dedica a fomentar un ambiente de aprendizaje inclusivo y estimulante.
También es relevante mencionar las diversas actividades extracurriculares que se implementan, las cuales permiten a los estudiantes explorar sus intereses y talentos, promoviendo así una formación integral. Por último, la cercanía y el apoyo que se brinda a las familias a través de una comunicación constante y efectiva son aspectos que contribuyen a crear un sentido de identidad, comunidad y pertenencia, lo que puede ser un factor decisivo para las familias al momento de elegir el lugar adecuado para la educación de sus hijos e hijas.
Si quieres más información acerca de esta institución, puedes escribir a contactocem@soceduc.cl, llamar a +56 22 531 1500 o +56 22 531 1440, o bien acercarte al establecimiento ubicado en El Olimpo 1313, Maipú.
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