Javier Ignacio Mardones (31), más conocido como Jimsind, es un artista y dibujante maipucino quien recientemente ganó el concurso de fan art de ¡Hey, Arnold! organizado por ChileMonos.
El pasado 15 de abril, la organización que promueve, fomenta y desarrolla la animación chilena y latinoamericana al mundo, publicó el anuncio del concurso a través de sus redes sociales.
Bajo la consigna «dibuja a Arnold en tu propio estilo visitando Chile o tu país en Latinoamérica» ChileMonos lanzaba una oportunidad para que cientos de artistas de la región pudieran mostrar su trabajo en el 14° Festival ChileMonos. Además, el propio Craig Bartlett, creador de la serie, haría de juez para seleccionar a los ganadores.
Es acá cuando aparece Javier, quien entre más de 170 postulantes de 9 países de Latinoamérica, se destacó y logró el primer puesto con un estilo muy diferente a las propuestas que se presentaron.
«Me gustaba ver Arnold, porque era lo que había también. Estoy hablando de los principios de los 2000, donde no había internet, entonces uno tenía que ver lo que daban en la tele y una de esas cosas era Arnold. Dentro de todos los monitos que había, era de mis favoritos. Entonces ahí dije, ya, voy a participar, total, no pierdo nada», cuenta Jimsind.
El pasado 21 de mayo la organización entregó a los ganadores, dándole el primer lugar al maipucino, quien hizo un dibujo sin colores, además del negro y blanco, con muchas referencias a la serie y el trazo único que Jimsind le aplica a todas sus obras. El propio Craig Bartlett, quien visitó nuestro país recientemente, señaló: «Lamento mucho no poder incluir a más ganadores. Hay mucho arte excelente y fue muy difícil eliminar algunas piezas de la mención».

«Lo primero que hice fue basarme en los parámetros que pedía el concurso y como la convocatoria no era exclusiva para gente de Chile o de Santiago, había que relacionarlo a algo de acá», cuenta el artista.
«Ahí me puse a pensar, primero en una situación puntual de la serie, que en este caso fue el capítulo del «Chico del Pórtico», y ahí me puse a buscar edificios que tuvieran pórticos en Santiago, idealmente algo más patrimonial», agregó.
El Palacio Bellas Artes, el protagonista del capítulo, el propio Arnold, el cerdo Abner y otros detalles fueron los que mezcló Javier para su obra. «los detalles de la misma fachada del museo, que en la foto que elegí de referencia no las veía bien, las usé para agregar otras cosas de la serie, y ahí le agregué los personajes disfrazados y eso», explica.
Pese a que actualmente reside en la comuna de Santiago, Jimsind se encontraba en Maipú cuando se enteró de la premiación. «Había salido a andar en bici, y de repente me empezaron a llegar notificaciones de Instagram», narra.
«Andaba como por Tres Ponientes y saco mi teléfono para cambiar la música o algo y veo que varios amigos comienzan a mencionarme en la publicación. Al rato después, lo vi de nuevo, y me había llegado además un correo», cuenta Jimsind.
«Al rato que lo vi, le conté a todo el mundo. Igual me sentí raro porque nunca había ganado nada. Tampoco es que participara en muchas cosas, pero igual fue bacán. Además que tenía una particularidad este concurso, que Craig Bartlett iba a ver el dibujo y eso fue igual bacán porque él lo eligió», expresa.
Con el primer lugar, Javier Mardones se ganó una entrada doble para el 14º Festival Internacional de Animación de Chilemonos y una impresión de su dibujo con la firma de Craig Bartlett.
Javier Mardones: un maipucino inspirado por Iron Maiden y las teselaciones de M. C. Escher
Nacido y criado en la comuna, Javier Mardones comenzó desde niño a cultivar su afición por el dibujo. Primero fueron los dibujos animados, luego el entorno y después la música los que acompañó con una actividad que, según él, «requiere de tranquilidad y estar muy concentrado para hacer».
«A mí me gusta decir que mi gusto por el dibujo nunca empezó. ¿Por qué? Porque dibujar es algo que una persona deja de hacer. Todos cuando son chicos dibujan, a todos les gusta, a todos les hacen pintar, dibujar y uno en un momento lo deja de hacer nomás», comenta el maipucino.
Eddie de Iron Maiden y el artista Maurits Cornelis Escher fueron las primeras inspiraciones para comenzar a formar un estilo para dibujar. Cursando enseñanza media en el colegio Peter College, institución donde estuvo toda su etapa estudiantil, Jimsind comienza a dejar de lado los dibujos de las cosas que a él le gustan para comenzar a formar su propia estética.

«Cuando estaba como en séptimo básico, tuve que hacer un trabajo de matemática y tenía que investigar sobre algo que se llama las teselaciones. Las teselaciones son figuras que se ponen en un plano y que se juntan todas con todas sin dejar espacios vacíos. Lo más básico es la cerámica que son cuadrados, uno al lado del otro. Entonces, Escher hizo esto, pero a niveles absurdos, con cosas demasiado rebuscadas y demasiados detalles», cuenta.
«Cuando estaba en la media, como que tuve esta especie de transición entre dibujar las cosas que me gustaban e ideas propias. Ya cuando salí del colegio, ahí empecé a buscar referentes como artistas, pintores, dibujantes», añade Javier Mardones.
Fueron sus gustos musicales, mezclados con las figuras e imaginarios imposibles de Escher los que moldearon al maipucino hasta su salida de cuarto medio, pero no fue en Maipú, Cerrillos (comuna donde estudió) ni Santiago, el lugar que cambiaría su vida para dedicarla al dibujo y la venta de sus productos.

Ferias, carreras y el nacimiento de Jimsind
Tras su etapa escolar, Javier Mardones pasó a estudiar dibujo arquitectónico en el Duoc UC de Maipú, carrera de la que se tituló en 2015. Al año siguiente, entro a diseño gráfico en la misma casa de estudios, pero antes de titularse por segunda vez en 2019, a mediados de 2014, el maipucino tuvo una experiencia que marcaría el principio de Jimsind.
Fue en una feria realizada por la Universidad Técnica Federico Santa María en Valparaíso, que el artista presentó sus primeros dibujos. Un amigo cercano al dibujante lo invitó a presentar sus, en ese momento, pocos diseños.

«Yo dibujaba nomás, porque en ese momento tenía como esta mentalidad de que uno no puede vivir del arte. De que tengo que estudiar algo que me dé plata, algo que sea estable y tener el arte como hobbie. Entonces, fui a esta feria, caché que era lo que tenía, que eran como siete diseños en láminas tamaño carta en un papel muy malo y muy barato. Al año siguiente, postulé a un par de ferias más y como en 2016, más o menos, empecé a ir más seguido a ferias», cuenta Javier.
El crecimiento del artista maipucino fue paulatino, haciéndose un espacio en Maipú y otras comunas de la Región Metropolitana a través de posturas en estaciones de Metro y ferias comunales.
Actualmente, Jimsind cuenta con más de 11.900 seguidores en Instagram, donde ofrece su gran variedad de productos. Las poleras, polerones, láminas, imanes, aros, rompecabezas, entre otros, son parte de su repertorio. Además, ha participado en el diseño de portadas para bandas musicales.
«Cuando entré a diseño aprendí a aterrizar más la idea y argumentarla. antes dibujaba conceptos nomás, ahora todos mis diseños tienen un propósito, un trasfondo», explica.
Con el blanco y negro como colores, el espacio y los paisajes son la marca que se pueden visualizar en la mayoría de sus dibujos. «Actualmente yo creo que mi estilo es más como una representación de lo que está adentro. Como de cosas que quizás se reprimieron toda la vida y que empiezan a aflorar y a tomarse más en serio. En un principio ibas sacando ideas nomás, ahora ya es más serio, con ideas más aterrizadas», comentó el maipucino.
El poder aplicar sus dibujos a todo tipo de productos le abrió un abanico de oportunidades que hoy lo han llevado incluso al mundo del tatuaje, servicio que realiza desde hace tres años y que sigue la lógica de hacer u ofrecer productos que «sean de utilidad para quien los compra».
«Estoy en búsqueda de hacer cosas más funcionales. Por eso estoy haciendo accesorios. Collares, aros, anillos, expansiones, cosas que se puedan usar. Porque puedes comprar una lámina y la metes en una carpeta que después la guardaste junto con unos libros y se te perdió. Las poleras, polerones, bolsitos o rompecabezas, son cosas que tienen más usos que una lámina que vas a estar pegada», explica.

Este 2025, Jimsind buscará continuar con su crecimiento. «Este año quiero establecer lo que ya tengo en algo más serio, como ya pude llegar a una tienda, espero poder lograr eso en otras, ya que he tenido una demanda física y psicológica muy demandante», reflexiona.
Con un mensaje positivo, el dibujante aspira a seguir viendo artistas de la comuna destacando a todo nivel, para Jimsind «si de verdad sienten que quieren hacerlo y les gusta realmente, hay que hacerlo. Yo no lo pensé mucho», finaliza
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