En horas de la tarde de este miércoles, Jorge Salvo se quitó la vida. Mientras muchos regresaban a sus hogares, Metro de Santiago informó sobre un nuevo incidente que suspendió repentinamente el servició de 5 estaciones de la Línea 5.
«Por persona en la vía», señalaba el mensaje de la empresa en redes sociales. Se trataba del joven maipucino que fue víctima de trauma ocular el 17 de enero de 2020, época en la que aún se realizaban manifestaciones en el marco del estallido social.
En el primer aniversario de «la revuelta» iniciada aquel 18 de octubre de 2019, La Voz de Maipú tuvo la oportunidad de conversar con Jorge y conocer en detalle su historia, qué fue lo que pasó aquel día y todo lo que vino después.
“Tuve un gran apoyo que fue la gente de la UTO (Unidad de Trauma Ocular de la posta donde se atendió), que fue la misma persona que me operó. Estuve con tratamiento psicológico, todavía sigo con terapia ocupacional. Tuvieron que suspender mi tratamiento psicológico por el tema del covid”, era solo parte de lo que nos contaba el vecino, padre de una niña.
“Yo me levanto en las mañanas, me lavo la cara y veo que no tiene ojo. Es una costumbre que hago día a día. Me pusieron una prótesis en la UTO, pero igual cuando no tengo la prótesis que es prácticamente idéntica al ojo derecho, me veo y no veo que soy yo. No me veo a mí. No es mi cara, transformaron mi cara. La amputaron”.
Indolencia, humillación, dolor, negligencia, secuelas, pero por sobre todo abandono del Estado. En nombre de La Voz de Maipú le damos nuestras más profundas condolencias a la familia.
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