Las consecuencias de permanecer mucho tiempo en casa

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Hoy Chile vive una de las crisis sanitarias más graves del último tiempo y eso trae consigo que sus habitantes tomen las prevenciones necesarias, como quedarse en sus hogares. 

Paralelamente, esto puede provocar problemas emocionales y físicos, así como trastornos de ansiedad, del  sueño, alimenticios y depresivos que pueden ser solucionados.

Para entender mejor este fenómeno, La Voz de Maipú conversó con Andrés y Christopher, dos vecinos que reformaron sus rutinas diarias para evitar ser contagiados con el Covid-19.

Andrés es profesor de educación física y, además, está haciendo un magister en la Universidad Mayor. 

Por la contingencia, prepara su trabajo con guías y videoconferencias (con la autorización de los padres de los alumnos) y le hacen clases online. 

Pero las cuarentenas desde su casa le han traído problemas.

 “Pese a tener todas las comodidades, se manifiesta el estrés. Este encierro nos priva hasta de ir al lugar más cercano”, reconoce.

Christopher es otra de las personas que está trabajando a distancia, pero con horarios reducidos. Él es Consultor de Ventas en Maipú y ocupa la plataforma Zoom para recibir las capacitaciones que le da su empresa. Actualmente vive con su pareja, su hijo y sus suegros. 

“Más que el hecho de trabajar en casa, me estresa más el hecho de no poder salir a la calle. Me di cuenta que trabajar y hacer las labores del hogar al mismo tiempo es desgastante”, asevera.

Una nueva forma de vivir 

La psicóloga y docente de la Universidad de Valparaíso, Paula Solervicens, reconoce que nadie está preparado emocionalmente para esta crisis sanitaria. 

Según ella, las consecuencias de estar encerrado son variadas y dependen de la edad, salud, condiciones económicas y de las obligaciones de cada persona. 

Bajo la misma línea, aclara que “por trabajar y cuidar a los hijos, puede aparecer la ansiedad y problemas para dormir”.

Esto cansa físicamente y emocionalmente. Las personas pueden padecer cambios de ánimo por no lograr lo que habían planificado durante un determinado día”, agrega.

Además, acentúa que la cuarentena puede ser positiva y negativa dependiendo la convivencia familiar. 

La profesional asegura que “si mantienen relaciones sanas, puede ser una experiencia positiva; pero si es violenta, claramente va a haber un factor de riesgo de estrés”.

Para evitar dichos problemas, Solervicens recomienda que en esta nueva modalidad de vivir debe haber momentos de dispersión.

“Es importante mantener el contacto virtual y telefónico con otros. El acceso a internet es un gran recurso que nos mantiene vinculados. Las videollamadas crea la sensación de cercanía. Además, hacer actividades, como leer, ver películas, hacer ejercicio, meditar o hacer un arreglo en la casa”, agrega

“Para evitar los encierros, se debe mirar por la ventana, escuchar música y generar espacios agradables. Hay que darle el significado de que esto no es un castigo, más bien, es una protección para mí y los más vulnerables como los adultos mayores”, concluye.

Mientras tanto…

Esteban trata de distraerse del encierro haciendo ejercicio físico en su casa. Su intención es volver a su rutina diaria siempre, es decir, impartir clases de educación física en el colegio donde trabaja e ir a su universidad a terminar su magíster, pero la expansión de la pandemia le traba sus ideas.

“Actualmente no puedo monitorear si mis alumnos están haciendo las actividades, el aprendizaje se genera en el ambiente”, aclara.

Por otro lado, Christopher busca la dispersión con juegos de mesa y con su antigua consola de video. 

Quiere que esta crisis termine para volver a su rutina diaria y, por supuesto, salir de paseo con su hijo a un parque.

Si esto se extiende como lo han dicho, me terminaré agobiando”, reconoce.

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