Es domingo, son las 9 de la noche, pero está cálido, no hace frío. Aún queda fin de semana que se puede aprovechar, además, es primero de marzo, así que un respiro antes de comenzar el año, no estaría mal. Una familia, que pudo ser la tuya, salió a disfrutar del Parque 3 Poniente, pero uno de sus integrantes no volvió. Muchos factores jugaron, pero la investigación avanza a paso lento en tiempos de pandemia.
José Matamala es padre de familia. De una feliz familia: tiene una esposa y tres hijas. Es el regalón en una casa donde las mujeres se toman cada rincón. Una familia, como dirían los medios de comunicación, “promedio” en Chile, de esas que viven con lo justo, endeudados, pero que disfrutan de lo que tienen. Una de esas familias donde algunas cosas alcanzan justo, pero que les sobra amor.
El estallido social que comenzó el 18 de octubre tocó a la familia Matamala – San Martín. Se sintieron llamados. Como muchos de sus vecinos, participaron en más de alguna ocasión de los cazarolazos, de manifestaciones, de alguna conversación sobre política comprando en el almacén de la esquina.
Hola, Valeria
Han pasado 47 días desde que José Matamala fue atropellado por un Transantiago, en momentos confusos, pero con decenas de testigos y cámaras mirando.
Es 16 de abril y son las 21 horas. Paso por la ciclovía de Avenida Sur, intersección con 3 Poniente: veo a una familia prendiendo velas, al lado de una grutita que se ve grande e imponente. A sus costados lienzos que dicen “Justicia para José Matamala”.
Me detengo y saludo; con temor y desconfianza me saluda Valeria San Martín, viuda de José Matamala. Más desconfianza le doy cuando le explico que soy periodista. Y entiendo su desconfianza, en tiempos que los medios tradicionales están siendo cuestionados, ella alberga rabia porque esos medios cubrieron la muerte de su esposo, desde el punto de vista de Carabineros, sin consultar a la familia.
Le digo que soy de La Voz de Maipú y ella accede a conversar. En medio de todo el dolor que significó la muerte de José, reconoce que La Voz fue el único medio que publicó el accidente desde el punto de vista de la familia y no de Carabineros, ni del chofer del Transantiago, como los medios tradicionales.
En esa misma esquina, que 47 días atrás fue testigo de la muerte de su esposo, comenzamos a conversar.
Primero de Marzo 2020
Ese primero de marzo, la familia Matamala – San Martín salió a eso de las 21 horas desde su casa. Su esposa Valeria San Martín, junto a su hija, sus cuñados y por supuesto, su esposo. Iban aprovechar lo que quedaba de domingo para manifestarse por un Chile un poco más justo.
Se dirigieron desde su casa, ubicada en Borgoño con 3 Poniente, hasta Nueva San Martín con 3 Poniente, puesto que sabían que se estaba desarrollando un cacerolazo, “había gente con familia, gente con coches, hasta ese momento todo bien”, recuerda mirándome fijamente Valeria San Martín.
El caos empieza en el retorno a su casa. “Carabineros nos comenzó a seguir. Comienza a tirar lacrimógenas. Ese día las lacrimógenas eran demasiado fuertes… demasiado, demasiado fuertes”, recuerda Valeria. En medio del humo el retorno a casa se hizo más difícil y lento. En medio del humo de las lacrimógenas, comenzó a gestarse la muerte de José Matamala. Porque su muerte fue una suma de hechos aciagos: humo, carabineros, un bus y el semáforo de Av. Sur con 3 Poniente que llevaba varios días sin funcionar.
“Aquí, donde están los matorrales, -Valeria me apunta a solo unos metros- se escondieron los Carabineros. Nosotros nos paramos aquí para cruzar -me apunta la intersección- y en lo que mi esposo va a cruzar viene el Transantiago lo agarró… de la esquina hasta aquí, donde está la grutita”, sus ojos se llenan de lágrimas, y me mira de forma profunda, como buscando una explicación.
Valeria maneja los vídeos de seguridad de esa noche. Me los muestra, veo muchas personas, entre ellas, como una mujer se salva casi por “milagro” del Transantiago y me imagino que esto pudo llegar a ser una tragedia más grande. La escena me recuerda a esos atentados con furgonetas que atropellan gente en Europa. Pero no es Barcelona, es Maipú. Y no hay -en estricto rigor- terroristas. Hay carabineros, humo y un chofer de bus que no respetó límites.
“La brigada de la Cruz Roja, ellos fueron quienes socorrieron a mi esposo. Media hora se demoró en llegar la ambulancia. Yo les gritaba a los Carabineros que por favor nos ayudaran a salvar a mi esposo y no, al contrario, siguieron tiraron lacrimógenas”, me dice Valeria.
“Después del atropello, mi marido tenía signos vitales. Lo que me dijeron fue que si la ambulancia hubiera llegado a tiempo, él hubiera quedado vegetal. Debido a las lacrimógenas le dio un paro respiratorio y eso es lo que perjudicó a que mi esposo falleciera más rápido. Aceleraron más las circunstancias”, me explica.
Finalmente, José Matamala llegó a la Urgencia del Hospital El Carmen sin signos vitales.
En el Transantiago
Según testificó el chofer del Transantiago en el sitio web de TVN, “ve a un grupo de encapuchados que le lanza piedras, palos y se abalanzan contra el bus. Trata de hacer una maniobra evasiva, siente que le golpean algunos de ellos y prosigue su marcha. Él, preocupado por sus 10 o 12 pasajeros que llevaba, sale raudo del lugar”
Posterior al accidente, el chofer se entrega voluntariamente a la 25ª Comisaría, donde quedó en calidad de detenido.
“No había caos. No quisieron asaltar al bus. El bus paró donde está el almacén y fueron dos cabros a pedirle el extintor, el tipo cerró la micro y allí apretó chala para acá. Incluso, aquí en el poste de la esquina, había un letrero que decía semáforo malo y no lo respetó. Se dio a la fuga hasta la plaza”, me dice Valeria. Lo que ella cuenta es una versión ratificada por varios testigos de esa noche.
Esa noche, reporteros de LVDM fueron a la 25ª Comisaría de Maipú, donde encontraron el bus del Transantiago sin otro indicio del accidente que el parabrisa roto, por el impacto de José Matamala, lo que nos permitió confirmar que no existió un ataque a la máquina.
El chofer en su testimonio asegura que iba con 10 o 12 pasajeros en su interior, sin embargo, Valeria tuvo contacto con uno de los pasajeros, que se devolvió esa noche a prestar declaraciones a la 25ª Comisaría de Maipú y afirma que solo eran 3 los pasajeros.
Investigación
Valeria San Martín se quedó hasta las 5.30 de la madrugada del 2 de marzo, prestando declaraciones en la 25 Comisaría de Maipú.
El chofer del Transantiago fue formalizado el 02 de marzo –al día siguiente de ocurrido el atropello- por cuasidelito de homicidio, y se encuentra con arresto domiciliario y con arraigo nacional. Igualmente, Valeria me comenta que lo ha visto en el parque o yendo a comprar.
La Fiscalía inició una investigación por Cuasidelito de Homicidio y que actualmente, “es una causa absolutamente vigente,, encontrándose a la espera del informe de la Sección de Investigaciones Tránsito (SIAT) de Carabineros, que realizó los primeros trabajos en el sitio del suceso, junto con Labocar y OS-9”, indica a LVDM el fiscal adjunto de Maipú, Alejandro Vidal.
El atropello
Accedimos a un video que da cuenta de la velocidad del bus, y cómo no respetó que había gente en el lugar.
Nota: Video puede herir sensibilidades.
Deja una respuesta