Indignada. Así se encuentra Valeria Fuentes, vecina de La Farfana, quien acusa a un mecánico de su mismo sector de haberla amenazado con un arma al querer recuperar el dinero que pagó por un arreglo que, en palabras de la afectada, «fue una estafa».
La versión de Valeria indica que Julio Gómez se acercó a ella un día diciéndole que tenía las molduras que le faltaban a su auto y que podía repararlas por que él era mecánico de Mercedes Benz; además le indicó que trabajaba desarmando autos y comprando autos chocados.
El ofrecimiento de Gómez se encontró con la necesidad de Valeria quien buscaba arreglar el vehículo para ponerlo en venta, así que le llevó el auto a su casa, ubicada en la calle El Ingenio, en Maipú.
Para comenzar, pagó la mitad de lo acordado, con la esperanza de recibir el vehículo remozado en 10 días. Sin embargo, el tiempo pasaba y -siempre según la versión de Valeria- el auto no volvía a su propietaria. Lo que habían, en cambio, eran excusas y pedidas de más tiempo. Además, el precio iba subiendo y llegó a sumar $320.000 en transferencias. «Encontraba más detalles y siempre me estaba pidiendo más plata. Que tenía que comprar unos broches, o la pintura, o lavarlo», dice Valeria.
El auto, dice la afectada, solo tenía «detallitos que reparar», pero los 10 días se transformaron en cinco semanas.
Un día, por fin Valeria recibiría el auto. Se hizo acompañar de su marido y acordaron retirarlo en un lavado de autos que «está al lado de la casona, en el zanjón. Ahí terminó de lavar y sacó el auto a la calle. Se bajó y yo empecé a decirle ‘¿qué onda? ¿qué hiciste?’, le pregunté ‘donde están los arreglos’».
La versión de afectada es que el supuesto mecánico «la tapó en excusas»: «es que estuve enfermo, no tuve tiempo. Puras excusas». El marido de Valeria Fuentes lo increpó. «Le dijo que me había estafado por verme sola y que era un miserable». Ese día, Julio les habría prometido que les transferiría la diferencia, por los servicios no ejecutados.
Acordaron que recibirían en unos días la transferencia, pero llegado el día acordado, Valeria Fuentes le habría escrito para recordarle el compromiso y Julio, según relata, había cambiado de parecer. Ahí se inició una discusión que el acusado zanjó con un: «Váyase a la chucha, nos vemos en el tribunal, vaya a la PDI no más».
Fue en medio de ese tira y afloja que el mecánico, al indicarle Valeria que irían a buscar la plata a su casa, les envió un video donde aparece con un arma.
«Si, no te preocupí (SIC), no hay problema, aquí te estamos esperando», dice mientras empuña el arma. «Qué te creí (SIC) que vení a amenazarme vieja ¿adonde la viste?. Así que ándate con cuidadito que te puede salir la vaina más cara que el sable jovencita. Así que ten cuidado con las estupideces, mira que ya la otra vez tu marido me agarró y me trató mal, así que no les voy a volver a aguantar», dice el sujeto en el video que llegó a esta redacción.
Aparecen más casos del mecánico de La Farfana
Pero Valeria y su esposo no serían los únicos afectados. Tras la publicación en redes sociales, aparecieron otros vecinos que aseguran haber pasado malas experiencias con el mismo mecánico de La Farfana.
Uno de ellos, que prefiere mantener su nombre bajo reserva, indica un modus operandi similar al relatado por Valeria Fuentes. «Me abordó en una calle camino a la Farfana, fue amable. Yo tenía un auto, un sail con problemas en el parachoques trasero. El me dio su dirección, y fui a su casa y llegamos a un arreglo. El me cobraba 800 mil pesos por el arreglo más 300 o 400 mil pesos por los repuestos.
Para comenzar los trabajos el vecino asegura que le pasó los primeros 400 mil pesos, acordando que el monto restante se pagaría una vez completado el trabajo. Con el correr de los días Julio Gómez habría comenzado a pedir más dinero para repuestos.
«Yo confié», dice el vecino. «Una vez a la semana me iba pidiendo plata. La cosa es que yo después iba a ver el auto, veía que no había tanto avance, pero suponía que no tenía tanto tiempo. El auto había que pintarlo pero no había avances. Un día fui y tenía el auto tapado con plásticos, como si estuviera listo para ser pintado. Así que volví a confiar. Pasaban los días y las semanas. A las 3 semanas me dice que viene semana santa, que necesita más tiempo».
Un día el vecino fue nuevamente a ver su auto. Lo encontró afuera, sin señales de avance. «No tenía la puerta, ni el capot. Le pido el auto y le digo que me lo voy a llevar. Ese día me encontré con unas personas que me contaron que les tenía el auto como hace tres meses y que le habían pagado casi 3 millones. Ahí me enteré que esta persona siempre hace lo mismo», acusa.
Cabe señalar que la justicia ha condenado a talleres mecánicos en Chile por malos arreglos.
El mecánico de la Farfana se defiende
Consultamos a Julio Gómez por el caso de Valeria. «Esto es un servicio que a la persona no le pareció, no le gustó. Ellos se cambiaron (de mecánico) pero antes de eso se fueron reclamando, amenazando. Afortunadamente no pasó a mayores», indicó.
«Me amenazó con matones, que iban a venir acá. Si tu estás amenazando con matones, no vas a ir por un tacita de azúcar. Cuando uno hace algo tiene que esperar el vuelto», dice al ser preguntado por el video del arma.
Además indicó que «Ella está con todo el derecho de usar las vías legales que correspondan. No amenazar de que viene con matones, eso no se hace. Yo le entregué su auto impecable, andando bien, con todas sus piezas. No pagaron la totalidad. El presupuesto que ella dice que me pasó no es nada. No me pasó ni la mitad. Afortunadamente más allá no pasó. Si está disconforme o hay otras personas que están disconforme tienen que usar la vía legal».
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Sobre los otros casos indica que «siempre van a haber personas disconformes. Se llevan el carro, no pagan la diferencia. Siempre van a haber personas disconformes», expresa.
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