Todos vivimos lo que fue el estallido social, a nadie le voy a contar lo que pasó.
La pregunta es ¿qué pasará, porqué todo demuestra que el enojo sigue ahí guardado?.
Especialmente cuando vemos que un joven adolescente es empujado por un funcionario policial a la rivera del río, uno ahí se da cuenta de que ha pasado un año pero no tanto.
Pero, ¿qué tanto ha pasado desde el 18 de octubre de 2019?
Según el recuento del Instituto Nacional de Derechos Humanos, la gente civil herida en hospitales alcanzó las 3.583 personas al 30 de diciembre.
359 de esos heridos presentaban diversos grados de trauma ocular.
Y sobre todo la muerte de 34 personas entre octubre de 2019 y marzo de 2020 producto de las manifestaciones.
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¿Y para qué? Los principales objetivos alcanzados son los siguientes:
Nueva agenda social con proyectos para aumento de pensiones básicas y solidarias, ingreso mínimo garantizado y algunas reformas de salud. Además del retiro del 10% y ad portas de un segundo retiro de otro 10% de las AFP.
Aumento de penas y delitos para vandalismo, encapuchados y disturbios.
¿Será suficiente para calmar a nuestra sociedad enojada? Hasta ahora parece que no, y Carabineros no ayuda mucho a esto, como tampoco lo hace el Gobierno, y las energías siguen creciendo cada vez más mientras pasan los días para el 18 de octubre.
Necesitamos una señal fuerte, un gesto, «un cambio de mano» como se dice popularmente. Algo tan grande como para calmar una energía que se nos viene encima a toda velocidad.
Pero el panorama no es bueno y la rabia sigue creciendo.
Algo lamentable porque todos sabemos que las segundas partes son generalmente malas.
¿Cuántos 18 de octubre debemos tener para hacer entender lo que Chile necesita?
Y tú, ¿qué opinas?
