A cuatro meses de los incendios que afectaron amplios sectores de Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana, y que cobraron la vida de más de un centenar de vecinos, además de la pérdida de 6 mil viviendas, vecinos del sector Lomas Latorre, localizados en Achupallas, levantaron una propuesta de vivienda y habitabilidad ante la lentitud de la atención de la emergencia, la descoordinación de las autoridades y la urgencia de una solución habitacional definitiva.
El proceso ha sido encabezado por Reconstruyendo Pueblo, organización que nació en el marco de la catástrofe y que ha agrupado tanto a pobladores como a profesionales del ámbito de la vivienda y la salud, y que busca aportar a la elaboración de una propuesta que contenga medidas de corto y mediano plazo para responder a la urgencia de los vecinos.
La idea, según relatan los propios pobladores, surge porque tras perderlo todo en los incendios aparecen múltiples necesidades y la respuesta de las instituciones, junto con el plan de reconstrucción, no considera la realidad del sector. Si bien diversos funcionarios efectuaron catastros, esta información no se materializó en nada concreto que atienda a las particularidades y dificultades geográficas que presenta la zona.
De acuerdo con lo que afirman desde la agrupación, Reconstruyendo Pueblo realizó un catastro junto a vecinos en el que se evidenció que sólo un 54% de los encuestados habían podido iniciar un proyecto de autoconstrucción por medios propios, o que a inicios de mayo aún había familias viviendo en carpas esperando una vivienda de emergencia. Además, se develó que de los beneficiarios de la vivienda de emergencia, un 60% presentaba problemas de instalación, no contaban con los estándares mínimos declarados o aún no recibían el kit de habitabilidad.
Producto del catastro y en reuniones sostenidas semana a semana entre los vecinos, se impulsó la necesidad de resolver con urgencia la instalación de viviendas de emergencia y el reparo de aquellas que han presentado fallas, y que tiene a los vecinos con el temor de no resistir las lluvias o el frío del invierno.
Además, han contemplado la necesidad de levantar un proyecto original e integral de reconstrucción adaptado a las características geográficas del sector, que por las condiciones de altura y de suelo y los efectos de los incendios en los terrenos, requiere de medidas focalizadas para evitar tragedias de otra naturaleza en futuro.
“El sector de Lomas Latorre lleva décadas abandonado por parte del Estado. Y el incendio no hizo más que profundizar ese abandono. La mayor política pública que se efectuó en el sector fue la instalación de casetas sanitarias en los años 90, producto de la organización y la lucha de los vecinos del sector, y desde esa fecha solo han existido promesas de los gobiernos, pero ningún proyecto de mejoramiento se ha concretado”, señala Mónica Ibaceta, dirigenta de Reconstruyendo Pueblo.
Además, señala que ese abandono se evidencia “en las numerosas calles que aún no están pavimentadas, la falta de muros de contención, cortafuegos y salidas de emergencia en un sector propenso a desastres, así como también en las necesidades que los niños plantean de contar con plazas, canchas y una forma segura de desplazarse para poder llegar a sus escuelas”.
A raíz de lo anterior, es que la propuesta impulsada por los vecinos no tan solo considera la reconstrucción de las viviendas definitivas de calidad, sino que también la habilitación de los suelos que sufrieron deterioros por los incendios, especialmente a través de la creación de muros de contención en todos los sitios y la aún más urgente pavimentación y habilitación de todas las calles, requerimiento necesario para el traslado de maquinarias y materiales para el proceso de reconstrucción y desarrollo de la vida cotidiana de los vecinos.
Ubaldina Cárdenas vive junto a sus esposo y familiares hace más de 25 años en Lomas Latorre, e indica que ha sido fundamental organizar a los vecinos pues la lentitud de las autoridades les ha arrebatado en parte la esperanza de recuperar sus viviendas, pero a través de la organización levantada cree es una oportunidad para lograr viviendas y un barrio más digno para todos los pobladores y pobladoras del sector.
“Es importante que estemos organizados porque de lo contrario acá no va a cambiar nada. Desde Serviu no ha habido ninguna opción que considere el lugar. Porque acá es cerro, estamos en altura, hay desniveles, entonces no hay una propuesta que considere esas características”, señala Ubaldina, integrante de Reconstruyendo Pueblo.
Si bien se han sostenido un par de reuniones entre los vecinos y funcionarios de Serviu, Minvu y Municipalidad; a casi cuatro meses de la tragedia, los pobladores del sector aún no tienen una respuesta clara y una agenda concreta de cuál será la opción de reconstrucción a la cual podrán acceder los vecinos, tampoco una respuesta temprana a los problemas de arrastre que presenta el plan de reconstrucción. En la misma línea, denuncian que se han puesto más trabas a la mesa de trabajo propuesta que facilidades para conversar una solución.
“Queremos formar una mesa de trabajo inédita en este proceso donde junto a las instituciones y la organización de los pobladores podamos avanzar en concretar nuestra propuesta, que no pide cuestiones excepcionales sino soluciones lógicas, básicas y de calidad para los vecinos; sin embargo, las instituciones nos han respondido con desconfianza y burocracia, cuestión totalmente reprochable en un escenario donde el tiempo es fundamental”, reclama Ana Basualto, dirigenta de Reconstruyendo Pueblo.
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