Vanya Sepúlveda es una artista visual de la comuna de Maipú, que a sus 22 años es egresada de la carrera de Artes Visuales en la Universidad de Chile. A pesar de que su fuerte es la pintura, y que esta marcó su entrada al mundo artístico, Vanya se define como artista antes que como pintora, puesto que también trabaja otras técnicas.
A Vanya Sepúlveda le gustaba pintar desde muy pequeña y lo hacía como generalmente lo hacen los niños y niñas, pero su entrada más seria al mundo del arte llegaría en sexto básico aproximadamente, cuando ingresó a un taller en su colegio de ese entonces, el Liceo Mater Purissima.
«Como que lo encontré entretenido, dije ya voy a ir, incluso motivé a unas amigas y todo. Ahí yo empecé a pintar y me di cuenta de que me gustaba y que me quedaban bien las cosas, entonces empecé a entrar más en la pintura, y antes de que yo me cambiara de colegio, mis papás me buscaron otro taller, con otro profesor, por fuera», comentó la artista visual maipucina.
Luego de este periodo, a pesar de que no estuvo siempre en talleres, siguió pintando, esforzándose mucho en el ramo de artes en el colegio, y desarrollando sus habilidades. Pero a pesar de lo mucho que le gustaba, no siempre tuvo claridad sobre su relación con esta disciplina en el futuro.
«No siempre pensé que iba a estudiar arte, la verdad es que eso lo decidí casi que antes de dar la PSU, pero siempre supe que sería algo que iba a estar en mi vida para siempre», confesó Vanya, quien de todas maneras se había preparado para la prueba teniendo en la mira algunas carreras de la salud o más «tradicionales».
A pesar de las dudas e inquietudes respecto del futuro, finalmente Vanya optó por estudiar lo que le apasionaba, y así comenzó un proceso de aprendizaje que le permitió descubrir otras técnicas y formas de crear.
«Cuando entré a la universidad me obligaron un poco a explorar otras técnicas, uno tiene que pasar por muchos talleres, talleres digitales, escultura, de grabado, serigrafía, etc. Entonces empecé a abrir la mente, respecto a la mezcla de técnicas, sobre todo», comentó.
Pero a pesar de que fue un proceso en el que «la obligaron», todo el tiempo se refirió a ello con una sonrisa en la cara. Además, contó cómo fue su relación con la pintura desde que entró a la universidad.
«Fue super bonito el proceso de aprendizaje, porque yo iba porque me gustaba, pero no cachaba nada de la técnica. Entonces como en la universidad partes desde la base, fue bacan conocer desde cero la pintura y después ir creciendo desde ahí», manifestó la maipucina.
Respecto al estilo de Vanya, mencionó que lo está buscando, que aún no tiene uno en concreto, pero «diría que más que mi estilo en la técnica, tengo un estilo de trabajo creativo. Suelo trabajar desde mi propia emocionalidad, todos los trabajos que he hecho son desde lo íntimo, cómo me siento, trabajo desde los sentires incómodos».
De hecho, la pintora afirma que esa es la base de su inspiración, su emocionalidad más íntima, pero también asegura que su parte más interna siempre se verá afectada por el contexto exterior. Intentando plasmar la relación entre su sentir íntimo, sobre todo lo que le incomoda o no quiere sentir, y el acontecer social.
Estas temáticas se relacionan mucho con algunas de las referencias artísticas de la maipucina, como las pinturas de Jenny Saville, a quien destaca por pintar aquellos cuerpos, muchas veces grotescos, que la sociedad evita ver y aceptar. También expresó su admiración hacia Violeta parra y Francis Bacon.
La talentosa vecina confiesa que el arte ocupa un puesto prioritario en su vida, constantemente está trabajando o pensando en sus creaciones y aunque a veces deja un poco de lado sus trabajos artísticos, comenta que «su cuerpo se lo pide».
«Me pasa que cuando dejo muy de lado el arte por estar metida en otras cosas, me siento mal, como que me enfermo. Quizás es una tontera mía, pero siento que no hacer arte me enferma, el arte es algo que siempre me va a tirar para arriba o simplemente me va a estabilizar», expresó la artista.
Respecto a sus proyectos actuales, Vanya comentó que está enfocada en su emprendimiento de aros artesanales y en su tésis universitaria, pero que su objetivo principal es «seguir haciendo arte de la forma que sea y en lo posible mostrar ese arte, donde haya oportunidad de hacerlo».
Además de su presente, ahondamos en sus pasadas experiencias, que calificaría como un sueño cumplido. En ese sentido, Vanya se refirió a algunas de sus exposiciones, como la del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Quinta Normal.
Aquella exposición en el MAC la logró luego de postular a un concurso de Balmaceda Arte Joven, que tenía como premio exponer en dicho museo. Vanya Sepúlveda quedó seleccionada y sus cuadros estuvieron cerca de tres meses exponiéndose.
«Fue un sueño estar en la inauguración con tanta gente, eran como 500 personas, como 80 artista exponiendo, jamás había pensado que obras que admiro tanto son de una persona como yo o como tú. Fue una experiencia muy hermosa y de mucho aprendizaje», manifestó Vanya.
También habló sobre sus ambiciones del futuro, siendo una de ellas ir a conocer Europa y hacer arte allá. Por otra parte, mencionó que quiere seguir estudiando el arte, aunque desde una perspectiva distinta a la que ha estado haciéndolo.
«Me interesa mucho la psicología dentro del arte y descubrí que hay posgrados en arte terapia, me encantaría estudiar eso, no sé si a corto o largo plazo, pero es algo que me llama mucho, porque hacer terapia desde el arte me parece muy interesante», afirmó la maipucina.
Vanya también se refirió al poco reconocimiento de artistas maipucinos y chilenos que son muy talentosos, pero que no son conocidos y que no se les ha dado la oportunidad o el espacio, haciendo un llamado a la Municipalidad de Maipú.
«No es culpa de la gente, la gente ve lo que está más a la mano, lo que falta es que los artistas estén más a la mano y eso yo creo que la Municipalidad podría facilitarlo. Dar la posibilidad de exponer, hacer eventos, concursos, etc. Hay caleta de artistas en Maipú abiertos a exponer y a trabajar», enfatizó.
Vanya Sepúlveda finalizó haciendo un llamado a que la gente consuma más arte y que pasen a ver sus cuadros expuestos en la cafetería maipucina Coffee Cure.
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