Irene Tapia ha visto cómo toda la dinámica familiar a la que estaba acostumbrada ha cambiado desde que diagnosticaron a su marido con un problema cardíaco en el Hospital El Carmen. Han pasado dos años de esto y no hay avances, solo le piden realizarse los mismo exámenes cada cierto tiempo.
Patricio Caroca tiene 51 años y desde 2019 que no puede trabajar. Mientras en Chile la gente salía a manifestarse en las calles a favor del estallido social, para él comenzaba una lucha de otro tipo: una enfermedad cardíaca. Hoy se encuentra en lista de espera para una cirugía en el Hospital El Carmen en la comuna de Maipú.
Comenzó fuertes dolores en el pecho y mostraba gran cansancio al subir las escaleras hasta el piso tres de su edificio, donde vive. Sumado a esto, comenzó a mostrar alzas en su presión sanguínea. «Llegó a tener 206/196», comenta Irene Tapia, su pareja y conviviente desde hace más de 20 años.
Al mismo tiempo, ella declara que asistieron en varias ocasiones al consultorio La Esperanza, sin embargo, cuando veían una baja en su presión lo enviaban de regreso ya que lo atribuían a que era hipertenso.
Poco después, ya no eran aumentos de presión, sino bajas importantes. Las cosas se comenzaron a complicar más, hasta que una noche Patricio le dijo a Irene: «Me duele tanto el pecho».
Ella recuerda que ese día, en pleno inicio de pandemia, el médico que lo atendió en el consultorio les dijo: «Él no va a volver a la casa. Se va a ir al hospital porque tiene dos pre infartos». Irene no lo pudo acompañar, debido a las estrictas medidas sanitarias establecidas en aquel entonces.
Pese a la gravedad de su situación, ella cuenta que «la ambulancia se lo llevó al Hospital El Carmen, y a las seis de la mañana lo dieron de alta (…) Y siguió con dolor en el pecho».
A Patricio le diagnosticaron lo que se denomina «angina de pecho». «Pero la angina que tú tienes es grave, porque tienes la coronaria tapada», es lo que le dijo el médico del hospital según recuerda.
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Las consecuencias de estar en lista de espera
Hasta el momento, se ha tenido que realizar varios exámenes. A raíz de su problema cardíaco le han surgido otras patologías, como trombosis y gota. Además debe tomar 16 pastillas todos los días.
Irene denuncia que ha habido ocasiones en las que han tenido que repetir los exámenes debido a que estos se vencen y los necesitan lo más actualizados posibles para hacer la cirugía que le salvaría la vida.
En esta línea, también le han pedido realizarse una coronariografía o angiografía coronaria, un examen de rayos X, con el cual se puede ver el estado de las arterias coronarias que rodean el corazón. «Un millón ocho sale el examen. ¿Y qué sacamos con hacerlo? ¿Quién lo va a operar? Se va a vencer el examen si la lista de espera no corre», declara Irene.
Han pasado casi dos años desde el diagnóstico y desde el Hospital El Carmen aún no los llaman para realizar la cirugía. «El médico dijo que estaba en lista de espera, pero ¿Cuándo lo van a operar? ¿Están esperando que llegue con un paro cardíaco a punto de morirse?«, pregunta ella.
La situación en el hogar es crítica. Como Patricio ya no puede trabajar arreglando artefactos electrónicos, es Irene quien mantiene la casa a través de trabajos tanto a honorarios como a contrata para pagar gastos y deudas. Actualmente trabaja como personal de aseo en una construcción. «Yo tengo asma, entonces todo para mí es esfuerzo. Y él es más joven que yo», menciona la vecina.
Ante este escenario, Patricio ha comenzado a mostrar signos de depresión. «Cada día lo veo peor (…) Me decía: ‘me quiero matar’. No hay calidad de vida», comenta Irene. Su pareja ha comenzado a aislarse de su círculo social, ya que se cansa más rápidamente y no quiere «dar lástima».
Hospital El Carmen sobre listas de espera
Desde el establecimiento de salud indicaron que se continúa con el trabajo en el Programa de Recuperación de Listas de Espera, una iniciativa que se levantó en el contexto de que muchas cirugías quedaron postergadas por en medio de la crisis sanitaria por Covid-19.
En esa línea, recinto ha estado informando los avances y a fines de diciembre pasado señalaron que habían logrado reducir su lista de espera en más de 1.000 operaciones, pese a que la sala de urgencias se encuentra en su máxima capacidad.
De momento se desconoce la cifra alcanzada durante el mes de enero, pero los esfuerzos del Hospital se han vuelto a concentrar en el alza de pacientes con Covid-19.
Irene hace un llamado al Hospital para que llamen a operarse a la gente que lo requiere, por orden de urgencia. «Todavía sirven en la sociedad, no son viejos (…) ¿Por qué tenemos que esperar tanto?», reflexiona.
«Yo no pido plata… solo pido que lo operen, ese es mi deseo más grande», es la petición desesperada que hace Irene para su pareja.
Por el momento, Patricio y ella esperan la llamada desde su domicilio, sin poder salir de este, debido a que se encuentran contagiados por covid-19 por segunda vez, debido a las constantes visitas que realizan al hospital.
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