Cómo olvidar aquella madrugada del sábado 27 de febrero de 2010, más conocido como «27F». Un terremoto azotaba la zona centro sur del país con una magnitud de 8.8 Mw en el marco de la semana festivalera, y un día como hoy despertábamos observando los estragos que dejó a su paso.
Era fin de semana, y algunos vivieron el terremoto en fiestas, otros desvelados en sus distintos panoramas despidiendo las vacaciones, quizás luego de ver la presentación de La Noche, Ricardo Arjona y Fanny Lu durante la jornada previa del Festival de Viña del Mar. Más de alguna persona tenía planes para el sábado, como cumpleaños, matrimonios incluso, pero todo cambió.
En el caso de Maipú, los vecinos de los 21 barrios que conforman la comuna no quedaron exentos el remezón de la tierra: el segundo terremoto más grande de toda la historia de Chile y el octavo más fuerte en todo el mundo.
Cortes de luz y agua, muebles y electrodomésticos descolocados, loza rota en el piso. Ese era el panorama post terremoto para muchos maipucinos en sus hogares.
Ir al supermercado, estanterías vacías. Saqueos incluso. Un hombre sustrae un gran televisor aprovechando, para ver el mundial de fútbol. Estos eran los registros que se compartían en las noticias que no cortaban la transmisión.
Casos icónicos del 27F en Maipú
Dentro de los casos más emblemáticos de daños estructurales se encuentran los edificios Don Tristán, Don Luis y Hermanos Carrera. Estas construcciones, que colapsaron parcial o totalmente, se convirtieron en símbolos de la falta de fiscalización y la negligencia en la edificación de viviendas en zonas sísmicas.

Con las llaves entregadas desde hace no más de 5 años, las familias de los distintos departamentos del edificio Don Tristán, con dirección en calle Tristán Valdés con Bailén quedaron damnificadas y obligadas a abandonar sus hogares. La estructura no soportó la magnitud del terremoto y colapsó gravemente.
Las investigaciones posteriores revelaron que la constructora a cargo, Mujica & González Limitada (M&G), había incurrido en negligencias en el diseño y construcción del edificio. A pesar de los esfuerzos de algunos residentes por rescatar sus pertenencias, el edificio fue declarado inhabitable y, tras varios peritajes judiciales, se determinó su demolición.
Situado en Luis Gandarillas 360, el edificio Don Luis sufrió un destino similar al de su gemelo, Don Tristán. La magnitud del sismo provocó daños estructurales irreparables, lo que obligó a evacuar a sus residentes. Evaluaciones realizadas por el IDIEM de la Universidad de Chile y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo confirmaron que la estructura no podía ser rehabilitada y que su demolición era inevitable.
Ambos edificios habían sido desarrollados por la Inmobiliaria Francisco de Aguirre, cuyo representante legal, Carlos Emilio Tomás Kantor Broche, enfrentó procesos judiciales por la situación.
La primera acción formal se había consolidado en abril de 2010, cuando el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) anunció la presentación de una demanda colectiva contra la Inmobiliaria Francisco de Aguirre.
En octubre de 2010, Álvaro Mujica, representante legal de la constructora Mujica & González Limitada (M&G), encargada de la edificación de los inmuebles, fue formalizado por su presunta responsabilidad en el colapso de las estructuras. Como medidas cautelares, se le impusieron arraigo nacional y firma quincenal.
En 2012, Kantor Broche llegó a un acuerdo reparatorio, comprometiéndose a pagar 50 millones de pesos, que se repartieron entre los 74 propietarios afectados, resultando en indemnizaciones individuales irrisorias de aproximadamente 675 mil pesos por persona. Cada uno había invertido al menos 30 millones por su departamento.
El fallo de la Corte Suprema fue por infringir la ley de protección de los derechos de los consumidores, en donde el documento se limita a señalar: «el inmueble adquirido por los consumidores presentó defectos que lo transforman en un bien inseguro, que puso en peligro la integridad física de sus habitantes y los bienes que se encontraban en él».
En tanto, en julio de 2018, la Corte Suprema condenó a la Inmobiliaria Francisco de Aguirre Limitada al pago de una multa de 50 Unidades Tributarias Mensuales (UTM) por su responsabilidad en los daños estructurales que llevaron a la demolición de los edificios tras el terremoto.

Otro caso emblemático en Maipú fue el Edificio Hermanos Carrera, ubicado en Hermanos Carrera 2727. Aunque el daño no fue un colapso inmediato, las grietas y fallas estructurales detectadas lo convirtieron en una amenaza latente para la seguridad de los vecinos. La comunidad presionó durante años para que la estructura fuera demolida, pero los procesos judiciales y administrativos retrasaron la decisión.
Recién en noviembre de 2014, más de cuatro años después del terremoto, el Ministerio de Obras Públicas autorizó y dio inicio a la demolición de la torre oriente del condominio. El retiro de escombros y la reconstrucción de la zona se extendieron por varios meses.
Nuevas normativas de construcción tras el 27F
Tras el devastador terremoto del 27 de febrero de 2010 en Chile, se implementaron diversas modificaciones en la normativa de construcción para mejorar la resistencia sísmica de las edificaciones y prevenir futuros colapsos. A continuación, se detallan los principales cambios introducidos:
Actualización de normas sísmicas y de diseño estructural:
- NCh433: La norma chilena NCh433, que establece los requisitos para el diseño sísmico de edificios, fue revisada y actualizada para incorporar las lecciones aprendidas del terremoto de 2010. Esta actualización buscó asegurar que las edificaciones resistieran de manera más efectiva los movimientos telúricos. Ar Racking
- NCh1537: Se revisó la norma de diseño de edificios de hormigón armado, NCh1537, para abordar las deficiencias observadas en estructuras de este material durante el sismo. Ingeniería UC
Incorporación de normas para elementos no estructurales y sistemas de protección sísmica:
- NCh3357: En 2010, se aprobó la norma NCh3357, enfocada en el diseño sísmico de componentes y elementos no estructurales, como tabiques y cielos falsos. Esta normativa busca minimizar los riesgos asociados a la falla de estos elementos durante un sismo.
- NCh3362: Aprobada en 2014, esta norma establece criterios para el diseño sísmico de ascensores, garantizando su operatividad y seguridad durante y después de eventos sísmicos.
- NCh3359: Esta norma, implementada en 2015, define los requisitos para edificaciones estratégicas y de servicio comunitario, asegurando su funcionalidad post-sismo.
- NCh3411: Publicada en 2017, la norma NCh3411 aborda el diseño sísmico con sistemas pasivos de disipación de energía, promoviendo el uso de tecnologías que mejoran el desempeño estructural durante terremotos.
Mejoras en estudios geotécnicos y mecánica de suelos:
- NCh1508: Se actualizó la norma NCh1508, que establece los requisitos para estudios de mecánica de suelos, con el objetivo de garantizar una adecuada evaluación del terreno antes de la construcción y prevenir asentamientos o fallas durante sismos. (Tramitación Senado)
Implementación de registros y sanciones:
- Registro Nacional de Inspectores Técnicos de Obra: Se creó un registro nacional para Inspectores Técnicos de Obra, asegurando que profesionales calificados supervisen las construcciones y cumplan con las normativas vigentes.
- Sanciones a profesionales incumplidores: Se establecieron sanciones para aquellos profesionales que no cumplan con sus deberes, buscando reforzar la responsabilidad y ética en el sector de la construcción.
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