Son parte de quienes nacieron en las dictaduras que asediaban gran parte de Latinoamérica y la mayoría ni siquiera había alcanzado su primero decenio cuando cayó el muro de Berlín. El presidente electo, Gabriel Boric, es parte de la generación de «millennials», la cual ha llegado a la presidencia en varios países en los últimos años.
El día de ayer, y alcanzando el 55,8% de los votos, Gabriel Boric se impuso con una diferencia de más de diez puntos ante su contraparte, José Antonio Kast. Fueron las elecciones con mayor tensión política desde el fin de la dictadura hace tres décadas.
Boric, quien inició la carrera a La Moneda con solo 35 años, edad mínima para postular, y que asumirá en marzo de 2022 con 36 años y un mes, se convirtió en el presidente electo más joven de la historia chilena. Así, superó a quien ostentaba el récord, el ex presidente Manuel Blanco Encalada.
“Es un recambio generacional que no solo sucede aquí. Es un fenómeno mundial, mucho más allá de Boric”, dijo a Efe Valentina Rosas, analista de la Universidad Católica.
Mauricio Morales, politólogo de la Universidad de Talca, mencionó al medio que su aplastante triunfo «responde al desgaste de los partidos tradicionales que gobernaron Chile los últimos 30 años y al pedido de cambio expresado en el estallido social”, cuando miles de personas salieron a las calles a finales de 2019 para protestar contra la desigualdad.
Para la periodista y politóloga de la Universidad de Chile, Claudia Heiss, su victoria tiene que ver también con un deseo de «superar la transición». Y agregó que “muchas de las personas que fueron importantes tras el fin de Pinochet, como Aylwin o Lagos, estuvieron en la política chilena incluso antes del golpe del 73”.
Sus coetáneos mundiales
La finlandesa Sanna Marin, pese a ser un año mayor que Boric, llegó al poder con 33 años en 2019.
Su discurso progresista sorprendía: “Soy de una familia homoparental y eso me ha condicionado para que la igualdad y los derechos humanos sean muy importantes para mí”, señaló en su oportunidad.
El austríaco, Sebastian Kurz, también se convirtió en ministro a los 33 años, sin embargo, renunció al cargo en octubre tras ser mencionado en los Pandora Papers.
Otra «millennial» de mucha notoriedad es la neozelandesa Jacinta Ardern, quien fue admirada por su gestión durante los primeros meses de la pandemia y por compatibilizar sus responsabilidades con la maternidad.
Al mismo tiempo, las redes sociales han jugado un rol determinante en la irrupción de estos nuevos liderazgos. El salvadoreño Nayib Bukele es considerado el máximo exponente de este escenario.
“Oficialmente soy el presidente más cool del mundo”, tuiteó a los pocos días después tomar posesión en 2019.
Todos estos liderazgos despertaron temores en sus inicios por su falta de experiencia. Octavio Avedaño, sociólogo y académico de la Universidad de Chile, indicó a Efe que ahí radica la importancia de «sumar apoyos transversales e intergeneracionales».
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