Bladymir no es nuevo en Maipú. Desde hace más de 10 años está conectado con distintas organizaciones sociales de la comuna: en primera instancia, como activista por los derechos LGBTIQ+, luego como funcionario municipal y en estos últimos años como concejal electo de la segunda comuna más poblada del país.
¿Cómo es pasar del activismo a ser funcionario público y luego a autoridad de representación popular?
Creo que por ahí, por el 2009, inicié mi camino como activista, como una forma de resiliencia al bullying que me tocó vivir en mi etapa escolar, todo por mi orientación sexual. Desde ese momento he trabajado desde distintos lugares y roles con el sueño de cambiar realidades.
En el 2013 ingresé a la Municipalidad de Maipú, fui funcionario durante 7 años, aprendí muchísimo sobre el funcionamiento del municipio, sobre los procesos internos, las comisiones, las oficinas y departamentos, fue una gran escuela, tanto que pude fundar la primera Oficina de Diversidad en Chile.
En el 2019 la ex alcaldesa Cathy Barriga me despidió, el mismo Día del Orgullo -se ríe-. Si bien, fue una sorpresa, fue el impulso para dedicarme a la política de manera más formal. En ese tiempo me contactó Tomás Vodanovic, cuando no era conocido, para invitarme a militar a Revolución Democrática. Por lo que podrán ver, acepté. Me sumé al proyecto político y social que tenía la ambición de convertirse en gestión municipal. Tomé la decisión de ser candidato, y ahora como concejal he podido trabajar con las herramientas que nos entrega la institución, pudiendo llegar a más vecinos y organizaciones, pero siempre queda ese fuego del corazón activista con el que comencé.
Tu instalación como concejal fue inmediatamente después de la salida de la ex alcaldesa, que ha dejado muchas historias insólitas a su paso. A usted, ¿qué fue lo que más le sorprendió?

Fui funcionario en la administración Barriga, conocí en primera persona cómo trabajaba la ex alcaldesa: vi el trato a los funcionarios municipales, sus distintas prácticas, por lo que podía anticiparme un poco a las situaciones con las que podríamos encontrarnos, pero una vez que nos instalamos y recorrimos las distintas dependencias, nuestras expectativas fueron superadas. Nos encontramos con un sin fin de objetos comprados con recursos públicos que no tenían sentido, no reportaban ningún beneficio para la comunidad y que aún estaban dentro de bodegas. Es famoso el vídeo de las bodegas llenas de peluches, pero también encontramos paraguas, maquillaje con la marca “Maipú Renace”, chaquetas, cosas que uno piensa “¿cuál es el fin de gastar tantos recursos públicos en tonteras?”.
En contraste con lo que nos acabas de describir, más lo que actualmente conocemos sobre el déficit de 31 mil millones de pesos, ¿cómo evalúas la gestión del alcalde Tomás Vodanovic?
Como te decía, fue una instalación compleja. Cuando llegamos no había computadores, los equipos de trabajo estaban dañados, a nivel financiero la municipalidad estaba desfondada.
El alcalde el primer año pudo ordenar la municipalidad a nivel interno, ordenar los procesos administrativos y con ese orden y tranquilidad avanzar hacia sanear pagos con proveedores, generar nuevos proyectos y atraer financiamiento desde distintas instituciones del Estado, para mejorar la infraestructura pública, mejorar los colegios, realizar pavimentaciones, entre otros avances.
Maipú no podía parar, se debía dar respuestas concretas a los vecinos que han esperado mucho por soluciones. Veo que la gente reconoce ese trabajo, ve el camino que se ha recorrido, y evalúa positivamente una buena gestión municipal. Somos conscientes de que aún, como siempre señala el alcalde, falta mucho por hacer y estamos concentrados en eso, en trabajar, no en hacer shows con peluches.
Usted comparte domicilio político con el alcalde Vodanovic, se ha mostrado como un gran aliado de la gestión actual, pero ¿hay espacio para la autocrítica, disidencia?
Claro, yo estoy orgulloso de trabajar con un alcalde joven que tiene liderazgo nacional y que le ha dado visibilidad positiva a Maipú en un marco de seriedad, con inteligencia, por más que algunos hablen de “voto hormonal” para desviar la atención hacia otro lado -se ríe. Hay más trabajo inteligente que voto hormonal.
Con el alcalde siempre hay espacio para las conversaciones, para las diferencias, para la reflexión. Y si bien, siempre nos ven juntos, yo no soy el llavero de Tomás, no soy el guardaespaldas de Tomas, como algunos quieren instalar. Soy un concejal electo democráticamente, que tiene el mandato por sus vecinos de trabajar por una mejor comuna, para llegar con respuestas concretas a las personas.
Este trabajo no se hace por el que grita más fuerte, como algunos creen que se ven las diferencias, sino que es a través del trabajo, de poder compartir distintas visiones, del diálogo y consensos, porque todos estamos poniendo a Maipú primero, con soluciones y no con obstrucciones. Esos espacios de construcción y de intercambio de ideas se dan en las comisiones de trabajo, espacios que no son tan públicos, pero que existen.
Si hay un tema que ha marcado estas elecciones es la seguridad, y justamente usted preside la Comisión de Seguridad del Concejo Municipal, además, integra el Consejo Comunal de Seguridad Pública. ¿En qué se ha avanzado? ¿Qué es lo que vendría en caso de ser reelecto?
Sí, la seguridad es la gran preocupación de los vecinos. Desde el día número uno adopté un compromiso personal de enfrentar la delincuencia, especialmente el que se producía en los locales nocturnos, no solo con Don Óscar, que logramos clausurar definitivamente después de años de lucha, lamentablemente llevándose vidas jóvenes por delante, sino también logramos cerrar Green Bull, donde también murió un joven deportista, y hemos logrado cancelar la patente de alcohol al Wild West. Por estas acciones incluso sufrí amedrentamiento y recibí amenazas de muerte, que no lograron mermar mi trabajo.
Este trabajo se ha realizado desde el día uno en coordinación con distintas instituciones y, por supuesto, con las organizaciones sociales, juntas de vecinos, comités de seguridad, para enfrentar los problemas de seguridad de la comuna. Hemos levantado juntas de vecinos en sectores donde no existían, porque a mayor tejido social es menor la capacidad de penetración de la delincuencia.
En este periodo el esfuerzo ha estado centrado en aumentar la capacidad municipal para hacer prevención: elevamos de 8 a 52 los vehículos de patrullaje, aumentamos las cámaras de seguridad, entregamos más alarmas comunitarias y fortalecimos los fondos concursables municipales de seguridad. También logramos erradicar los más de 300 toldos azules de la Plaza de Maipú e iniciamos la construcción de una tercera Comisaría en la comuna, entre otras medidas.
En el próximo periodo seguiremos reforzando la seguridad con la misma fuerza, seguiré apoyando la creación de los comités de seguridad vecinal, articulando con Carabineros, Defensoría Civil, Seguridad Municipal. Además, de seguir aumentando los autos de patrullaje, más cámaras de televigilancia, más luminarias y nuevas tecnologías de reconocimiento, sin olvidar que las municipalidades son sólo un eslabón en la lucha contra la delincuencia y que la solución de la crisis de seguridad que afecta a todo Chile pasa también por fortalecer las instituciones, las policías con mayor capacidades y exigencias y, por supuesto, el gran desafío de la cohesión social.
También, eres el presidente de la Comisión de Educación, en esta área se viene un gran desafío, que es que el 2025 los establecimientos pasarán a los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP). ¿Cómo ves la educación en Maipú?
Siempre he tenido mucha relación con los colegios, desde mi rol de activista y desde la Oficina de la Diversidad, pudimos visitar muchos establecimientos, en los que pude hacer charlas y conocer a los estudiantes. Lamentablemente cuando asumimos la concejalía la educación en Maipú estaba muy mal, no se invirtió en los colegios municipales. Lo único que se hizo durante esos años fue pintarlos de amarillo y celeste, que son los colores de la gestión de Cathy Barriga. Había mucho dolor en las comunidades escolares, se sentían abandonadas, lo que era una realidad.
Como concejal visité todos los colegios, liceos y jardines infantiles dependiente de la administración municipal, levanté informes de cada uno de ellos, con el objetivo de identificar sus principales necesidades y dar curso a las soluciones, que se ve reflejado en la inversión de $3 mil millones en diferentes proyectos de infraestructura, como la reparación de techumbre, tableros eléctricos, reparaciones de filtraciones, pintura de fachadas, entre muchas otras inversiones que habían quedado postergadas, porque prefirieron comprar peluches con el dinero de los estudiantes de Maipú.
Más allá de la estabilización de SMAPA, de la pavimentación de las calles, el recambio de luminarias, ¿cómo proyecta el Maipú del futuro? ¿Cuáles son tus expectativas en estas elecciones?
Durante estos 3 años, hemos realizado un trabajo riguroso, con transparencia y cercanía. Hemos podido sostener relaciones fuertes y con contenido, las personas reconocen el quehacer de la concejalía.
Para este nuevo periodo tenemos un programa claro con enfoque en un Maipú Seguro y Ordenado, con la rehabilitación de los espacios públicos para que las familias puedan convivir sin miedo en las plazas y parques, además seguiremos fiscalizando los locales nocturnos, porque creemos en que podemos salir a divertirnos sin sentir miedo; trabajaremos por un Maipu Inclusivo y Democrático con mayor participación y fortalecimiento de programas sociales, además, de la creación de un centro multidisciplinario para la población LGBTIQ+; y por un Maipú Verde y con Futuro siguiendo con la campaña de reforestación nativa, para crear corredores verdes, además, reformaremos la Oficina de la Juventud para fomentar el liderazgo joven, también, la creación de un coworking para poder entregar mayores herramientas a los emprendedores de la comuna.
Tenemos grandes ambiciones para Maipú, al igual que todos sus vecinos, y trabajaremos en conjunto para hacerlas realidad. Estamos confiados del trabajo realizado durante estos años y entusiasmados por los que vendrán. Sabemos que las vecinas y vecinos reconocen los avances de la gestión y de la concejalía y apostarán por la continuidad de ese trabajo. También sabemos que los maipucinos son exigentes, esperamos estar a la altura de las expectativas.
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