Salas en mal estado, renuncia masiva de profesores, la inexistencia de contención en el área de la salud mental, y la carencia de personal de aseo son algunas de las situaciones que, según los apoderados, se viven a diario en este colegio particular subvencionado.
Son varios los apoderados del Colegio Lo Errazuriz que están viviendo una verdadera pesadilla. Es que desde hace meses que venían reclamando irregularidades administrativas del colegio, las cuales, según comentaron a La Voz de Maipú, este año se hicieron notar con más fuerza, afectando el desarrollo educativo de sus hijos, así como también la salud de estos.
Si bien han acudido a diversas instancias, las y los apoderados levantaron la voz la pasada semana para reclamar por el mal estado estructural del establecimiento, además del desorden que, según señalan, existe en la plana docente.
En este contexto, aseguran que el colegio carece de personal de aseo, donde dicen que son los mismos profesionales quienes deben llevar implementos y asear salas y baños del colegio. También dicen que hay problemas en las salas, no cuentan con un teléfono para comunicarse de manera más rápida, tampoco existe una persona encargada de recepción.
Pero, lo más grave, según comentó una de las apoderadas afectadas, es la renuncia masiva de profesores y directores a corto tiempo, lo que tiene a sus hijos sin recibir la educación adecuada.
«Volviendo de pandemia el colegio tenía falencias estructurales y educacionales. Había muchos problemas con los docentes. Mucha falta de personal. Pero este año hubo algo que sobrepasó los límites en cuanto a la vulneración de derechos. Renunciaron varios docentes, una renuncia masiva de inspectores y profesores. Nuestro curso ha tenido 3 profesores jefes en lo que va del año. Incluso, la directora suplente también renunció», señaló.
Violencia dentro del establecimiento
Sobre lo anterior, la apoderada comentó que han existido episodios de violencia en el establecimiento debido a que los alumnos están solos. Frente a esto, la vecina acusa vulneración de derechos por parte de las autoridades del colegio. «La Superintendencia exige seguridad escolar, materiales, infraestructura, y de esto no hay mucho. Hay episodios de violencia en los recreos. El centro de padres hizo denuncias, yo también lo hice, pero no hemos tenido respuesta».
Otro tema delicado para este grupo de padres y apoderados, es la salud mental de sus hijos, quienes aseguran que el colegio no invierte en profesionales del área, en un contexto donde tanto estudiantes como docentes deberían tener dicha concesión.
«Los niños se cuidaban solos. Veníamos de vuelta de una pandemia, ansiosos, entonces el colegio debía prevenir esto. Reclamé en lo personal porque el Gobierno instauró la ayuda psicológica para el colegio, pero acá nada», dijo otra apoderada.
«Mi hijo lleva 5 años en el colegio y ha tenido muchos problemas. Mi hijo no quería ir a clases. Fue el papá a hablar con el director y no hubo caso cambiarlo. No me aceptaron en ningún colegio porque lo quise cambiar, y me tuve que quedar ahí. Venía un problema por la conducta de los niños. Hay muchos reclamos de violencia de niños y eso no puede seguir sucediendo», aportó una apoderada del establecimiento.
Si bien han buscado respuesta desde el establecimiento, según comentaron, esta ha sido nula y, por el contrario, siguen viviendo episodios que ellos consideran graves por parte de las autoridades del colegio.
Por esta situación y como medida de presión, el pasado viernes decidieron no enviar a sus hijos e hijas a clases. «El director llamó y dijo que estábamos vulnerando la educación de nuestros hijos, pero qué mayor vulneración que la que están causando ellos con todo lo que reclamamos», contó Pamela.
La situación no solo estaría afectando a varios cursos, y por medio de cartas enviadas formalmente al director, José Rojas Carrasquero, han reclamado por los mismos puntos, exigiendo una pronta solución a sus demandas.
El día lunes por la tarde, algunos apoderado se reunieron con la dirección del colegio, en la cual, si bien no se logró solucionar ninguno de los puntos mencionados en la nota, quedó en acta una serie de tareas por parte del recinto educacional para poder volver a la normalidad y entregar tranquilidad a los padres.
Entre ellas, la contratación de personal de aseo, reponer rápidamente la dotación de profesores, trabajar para mejorar las condiciones académicas de los escolares y tener reuniones periódicas para poder ir conversando avances.
Ese mismo día, según comentan apoderados, varios papás decidieron no enviar a sus hijos a clases mientras persista esta problemática. Así también, como medida de reclamo, el día martes, un grupo de apoderados se reunió a las afueras del establecimiento para reclamar por lo sucedido, señalando a nuestro medio sentirse agotados y asustados por lo que pueda pasar con el futuro académico de los estudiantes, por lo cual están pensando en tomar medidas más extremas.
«La gestión del colegio ha ido decayendo»
La presidenta del Centro de Padres y Apoderados, Elisvana Espinoza, comentó a La Voz que entregaron un petitorio el año pasado y no se concretó ninguno de los puntos. Este año cambiaron la forma, y decidieron hacerlo por parte. El primer documento entregado esta semana era para pedir personal de aseo e inspectores de patio. Señala que la persona encargada de aseo solo fue el día miércoles, y que el inspector de patio aún no llega.
«La gestión del colegio ha ido decayendo. Los apoderados están al borde del colapso. Hemos tratado de conversar con el sostenedor, pero no nos dio la cara. Nunca una entrevista o una reunión. Se le mandaron correos todo el año pasado, y la verdad es que sí, hay muchas falencias en el colegio», señaló.
Sobre la situación que vive un primero básico, Espinoza comentó que «los niños quedan solos, va uno que otro profesor a cubrir, los llevan al patio, los dejan jugando en la cancha, se ponen a pintar, los niños se golpean (…) El octavo este año está sin profesor de religión. El otro día el director les dio permiso para hacer una fiesta y estaban con música en la sala y jugando con pantallas LED. No hay dinero para cubrir necesidades básicas, pero les puso unas pantallas LED».
La apoderada, además, señala que han realizado reclamos a la Superintendencia de Educación, sin tener respuestas concretas. «Quedaron en venir a supervisar. Al momento de querer ver el estado de las denuncias nunca nos dieron una respuesta convincente, lo cual nos causa extrañeza. El colegio sigue funcionando y cada vez peor, entonces no sabemos qué tan efectiva son las denuncias en la Superintendencia».
La presidenta aseguró que harán una denuncia nuevamente a la Superintendencia de Educación. También, con el centro de Padres y las directivas de cursos, están organizando una manifestación afuera del establecimiento.
Lo que buscan es hacer público este problema que afecta directamente la calidad de educación que reciben sus hijas e hijos, con la finalidad de que el sostenedor pueda dar respuesta a sus demandas.
Desde La Voz de Maipú intentamos contactar, vía correo y vía telefónica, al Colegio Lo Errázuriz. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, no se obtuvo respuesta alguna.
Lee también: Delincuente robó bus RED en Maipú: terminó chocando con seis vehículos y botando un poste
Deja una respuesta