El Gobierno cerró la puerta a una eventual reposición de la pena de muerte en Chile, medida que estuvo en la palestra tras el caso de Tomás Bravo, y de las muertes de Itan y Tamara en contextos de «encerrona». Incluso, una de las personas que estuvo a favor de esta restitución fue la diputada del Partido Humanista, Pamela Jiles, quien borró su publicación en Twitter tras la gran cantidad de críticas recibidas.
Es por esto, que el vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, se refirió al tema este martes 9 de marzo, contextualizando que «la discusión de la pena de muerte es algo que se ha dado en nuestro país hace muchísimo tiempo, de hecho fue durante el gobierno del presidente Lagos, el 2001, cuando se abolió la pena de muerte».
El vocero remarcó que «los tratados internacionales de los cuales Chile es parte establecen que, una vez abolida la pena de muerte, no se puede volver a establecer y por tanto hoy sería incompatible, salvo que alguien sugiriera salir del pacto de San José, cuestión que nosotros creemos que es muy importante para nuestro país, para proteger la dignidad humana y los Derechos Humanos siempre».
En esa misma línea, el ministro Bellolio añadió que «es imposible saber exactamente lo que siente un papá o una mamá frente al asesinato de su hijo, es un dolor inmenso. Sin embargo, el camino que hay que seguir no es la pena de muerte«, sentenció.
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