¿Hazte cargo sola? Cuando esta frase del destacado diplomático influencer chileno sale a la luz estos últimos días, debo reconocer que fue tema de conversación de pasillo en el Hospital el Carmen, y no porque soy matrona sino porque realmente hay muchas personas que pueden pensar como él.
Aquí quiero explicar, desde una mirada transversal y apelando en toda circunstancia al concepto de “igualdad de condiciones”, que es algo que deja instaurado (tanto para hombre y mujeres) el porqué pensar como él no nos hace bien como personas, pero tampoco nos hace bien como comunidad y como sociedad.
Cuando la decisión de realizar un aborto (para la mujer) y abandonar (para el hombre) pueden responder de la misma forma la pregunta:
- ¿Existe igualdad en las consecuencias de la decisión de abortar para la mujer como de abandonar en el hombre?
- ¿Existe igualdad en los costos (emocionales – afectivos o económicos) de la decisión de abortar para la mujer que abandonar para el hombre?
- ¿Existe igualdad de riesgos (médicos) de la decisión de abortar para la mujer que para abandonar en el hombre?
- ¿Existe igualdad de autonomía y tiempo (legal) en la toma decisión para abortar en la mujer o para abandonar en el hombre? (suponiendo la nueva propuesta de ley de aborto libre hasta las 14 semanas)
- ¿Existe igualdad de derechos (como la dignidad que implica según el articulo 19 de la Constitución) a decidir sobre su vida sin discriminación para la decisión de abortar en la mujer como de abandonar en el hombre?
- ¿Existe igualdad de protección a la salud en la toma de decisión para abortar en la mujer o para abandonar en el hombre?
- ¿Existe igualdad de protección psíquica en la toma de decisión para abortar en la mujer o para abandonar en el hombre?
Creo, y todo apunta, que las respuestas a cada pregunta es “no”. Y no solo porque seamos mujeres y eso implica biológicamente cursar el embarazo, sino que esas preguntas siempre van a ser sanas responderlas porque debemos ser capaces de ponernos en el lugar del otro pero no desde la vereda, sino desde la empatía propiamente tal, algo que parece en estos tiempos cada vez más lejana.
Por el contrario, cuando seamos capaces de entender que cuidarse durante la relación sexual es igual de importante al hecho de que no querer ser padre , igual de relevante como el consentimiento e igual de relevante como protegerte para prevenir enfermedades de transmisión sexual, entonces ahí quizás podríamos estar pensando en igualdad de condiciones en la toma de decisión, pero mientras no nos hagamos cargo de esto, es difícil creer que dejaremos de escuchar o leer frases como «¡Hazte cargo sola!».
Porque si de verdad no quieres ser padre, entonces debes tener claro por ti, segundo por ti y tercero por ti que debes cuidarte, y no solo para evitar la paternidad sino porque además está en riesgo tu salud sexual al exponerte a enfermedades de transmisión sexual.
Finalmente quiero recordar que para llegar al embarazo, debe haber concepción y para la concepción, una relación sexual con consentimiento por ambas partes, en igualdad de condiciones, por tanto la responsabilidad de la misma es para los dos, cada uno corre riesgos al decidir tener relaciones sexuales y por eso es tan importante la educación sexual integral.
Como la génesis de la columna es la igualdad, entonces todas estas herramientas, como las que entrega la educación sexual integral, el conocimiento de los distintos métodos anticonceptivos, el conocimiento sobre enfermedades de transmisión sexual (ETS), conceptos como planificación familiar, consejería, prevención, tratamiento, perspectiva de género, consentimiento, prácticas sexuales, violencia de género, orientación sexual, identidad de género, entre tantas otras ayudarían no solo al conocimiento (y de ello la base de todo), si no a evitar escuchar frases como “la mujer cuando te quiere cagar te caga” aludiendo a embarazarse, dichos también nombrados en el famoso podcats.
Recuerden que la decisión de abortar no nace como un método conceptivo, porque nadie se embaraza para abortar.
¡Dato Frick! Y porque siempre es bueno hablar un poquito de historia: ¿sabías que Chile para el año 1931-1989 se le permitía a la mujer realizar un aborto con fines terapéuticos bajo la autorización de un médico, y dicha situación cambia abruptamente el 15 de septiembre de 1989 (en dictadura), pasando el aborto a ser prohibido constitucionalmente en todas sus expresiones?
Desde entonces, Chile ha pasado casi 30 años en una discusión permanente sobre el tema y la idea de legislar hasta el año 2017, cuando se aprueba la Ley del Aborto en 3 Causales, comúnmente denominada Ley IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo), que aborda las causales de riesgo de vida de la madre, inviabilidad del feto y embarazo producto de violación.
El pasado 28 de mayo del presente año, se presentó oficialmente el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo sin causales hasta las 14 semanas de gestación, con todo lo que expuse antes, ¿considerarías que esta ley repara la desigualdad en el acceso a la salud reproductiva histórica que tiene el estado con las mujeres? Para reflexionar.
Deja una respuesta