Este martes, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) presentó una querella criminal en representación de cinco de los ex conscriptos de la Brigada Motorizada N°24 “Huamachuco” de Putre que se encontraban en instrucción en el sector de Pacollo, que eran compañeros de Franco Vargas, fallecido dicha instancia.
De acuerdo con la acción judicial interpuesta contra «todos quienes resulten responsables en calidad de autores, cómplices o encubridores por el delito de apremios ilegítimos», se revelan impactantes testimonios que dan cuenta del maltrato físico y psicológico recibido por parte de sus superiores, los cuales carecerían completamente de justificación, principalmente a partir del 21 de abril de 2024.
“Eres niñita, maricón, amariconado, lesbiano”, “la maraca de tu polola está saltando encima de otro weón, pelao cornúo”, “ te están cagando con otro, pelao cachúo”,“hay que cruzar la frontera y violar a las peruanas, antes que vengan los peruanos a violar a tu mamá o a tu hermana”, habrían sido algunas de las frases usadas con frecuencia contra las víctimas, acompañado del sometimiento a condiciones insalubres, de clima extremo y ejercicios forzosos sin preparación previa, además de golpes.
«No había una protección de la integridad física y psíquica de los soldados. En una ocasión, uno de los conscriptos salió adelante del grupo y le dijo que no se sentía apto y que tenía “pensamientos de morir” al Teniente Donoso, quien le respondió al joven “acompáñame a mi oficina te paso un cuchillo y mátate”. En otra ocasión, durante una actividad en que los soldados tenían que cantar un himno, les refregaron en la cara bombas lacrimógenas, de las que utilizan en el ejército, activadas, provocándoles náuseas y vómitos a los jóvenes. En otra ocasión, el Capitán Wolk le pateó la cabeza a un compañero, aunque estaba con casco, porque pensó que estaba durmiendo y se estaba abrochando los zapatos. Indica la víctima que una vez los hicieron tirarse al suelo y sacar hierba con la boca y se burlaban de ellos diciéndoles “mira las vaquitas» y en otra ocasión los hicieron subir un cerro en sentadillas», se detalla en la querella.
En total, serían cerca de 250 jóvenes los que habrían sido parte de la instrucción militar de aquel día, de los cuales un «último grupo» de 45 soldados habrían sido particularmente afectados por estos malos tratos «en cualquier contexto y momento».
Otra cosa que destaca entre los relatos es que varios coinciden en que la muerte de Franco no provocó absolutamente ningún cambio de actitud por parte de los superiores, quienes incluso se habrían burlado del acontecimiento y habrían usado frases como «un pelado menos, es mejor» o «murió porque era su hora».
Con estos antecedentes, la insitución encargada de velar por los Derechos Humanos solicitó ampliar la investigación a la PDI, para que se identifique a los 45 conscriptos de la brigada, les tome declaración e identifique a los funcionarios del Ejército de Chile que estaban a cargo de ellos, así como también pidió que se entregaran las fichas médicas de los ex soldados que por diversas razones pasaron por el Hospital Regional Dr. Juan Noé.
El INDH también exigió un oficio al Servicio Médico Legal para que realice peritajes psicológicos y físicos a las víctimas en el marco del “Protocolo de Estambul” (enfocado en tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes), junto con un listado y protocolos atingentes a las diligencias a la Comandancia de la VI División del Ejército.
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